Me da la impresión que el Presidente Chávez ya no quiere seguir repartiendo los morrocoyes de oro, como premios a la ineficacia gubernamental. Seguramente pensó que era mejor no seguir hablando del tema ni refriéndose al prehistórico conchudo porque la agenda se le iba a convertir en un martirio. Muy malo que cada vez que el Presidente pregunte por una obra, el ministro emplazado responda que eso está en proyecto, en los planes o a mitad de camino, cuando desde hace rato aprobaron los recursos. Y entonces sea el noble animalito quien pague los platos rotos remachándole su lentitud para caminar…un pasito ahora y otro después, como le decía Aquiles Nazoa en sus poemas.
Lo cierto es que la lentitud institucional llega al extremo de ganarse miles de morrocoyes. ¿Quién viera a esos funcionarios criando morrocoy o sembrando coco para sobrevivir? Bueno, eso no sucederá porque, como dice el dicho, el que inventó el cacho, inventó la vuelta. Es así como un sector importante de la población de este país espera que la Asamblea Nacional o a la comisión encargada para ello, presenten y aprueben de una vez el reglamento de elecciones en las instituciones de educación superior que permita avanzar en su democratización.
Es la Asamblea Nacional quien tiene la responsabilidad de aprobar este instrumento que hasta los momentos ha comenzado a paralizar elecciones, posponiendo el mandato de sus actuales autoridades, uno no sabe hasta cuando. Porque después, seguramente vendrá otra larga discusión para someter el articulado a la consideración de los universitarios. Vendrán las elecciones del 26-S, y llegarán los escuálidos con su natural manía de torpedearlo todo. Después vendrán las lamentaciones de lo que se pudo hacer y no se hizo en momentos de mayoría.
Lo del atraso en la aprobación de un reglamento para las elecciones universitarias es motivo para que el Presidente Chávez premie a los integrantes de la Asamblea Nacional con un merecido morrocoy. Y no digan que no se lo merecen.
La preocupación sobre el tema viene desde los cuatro puntos cardinales del país. En el caso de la Universidad de Oriente, UDO, las elecciones de sus autoridades, rectorales y decanales, están previstas para el 28 de julio. Las preguntas están en el ambiente: ¿Quiénes votarán? ¿Un sector profesoral y el 25 por ciento de los estudiantes, de acuerdo a la Ley de Universidades de 1971? ¿Se ampliará el concepto de comunidad universitaria que aún se sigue limitando a una élite y menospreciaba a un sector profesoral, obreros, empleados y un 75 por ciento de estudiantes? ¿Se pospondrá el mandato de las actuales autoridades, quienes han solicitado aclaratoria al respecto? Por los vientos que soplan el premio a la lentitud y al soboteo va. Con razón, las mismas primarias del PSUV les dijeron “no volverán”, a la mayoría de la actual Asamblea Nacional.
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