Son muy superficiales e incompletas las informaciones sobre este delicado tema suministradas por el propio Navarro en el Portal de la Asamblea Nacional. Pero ya la discusión está abierta publicamente por la vía de los hechos. Ahora, quienes defendemos la Ley de Educación Universitaria porque la consideramos ajustada a los requerimientos ideo políticos de nuestra realidad nacional queremos saber con detalles, con claridad, cuáles son las argumentaciones, me imagino que serán muchas las que tendrán ustedes, que los motivaron a rechazar radicalmente la hermosa posibilidad de que esta Ley revolucionaria fuera promulgada, como ha debido ser, por el Presidente Chávez.
Cuáles son los detalles técnicos que hacen inaplicable la Ley ? Díganlos para poder discutirlos públicamente. No voy a opinar al respecto sin conocerlos pero la comunidad universitaria no oligárquica reclama que se acaben los tapujos y los secretillos. Discúlpame Navarro, y tu sabes el aprecio que te tengo, pero eso que dices de ir a discutir con las manitos blancas para convencerlos de las bondades de esta Ley revolucionaria es una tremenda ridiculez. Eso no tiene sentido si consideramos la seriedad de la lucha de clases ideológica. Eso está fuera de toda lógica política y no lo califico de ingenuidad sino de una propuesta equivocada con desviaciones derechistas.
Cuál es el problema si la oligarquía universitaria y los manitas blancas tienen que cumplir una Ley de Educación Universitaria generada en la institucionalidad democrática de la V República. Si la mayoría de los constituyentes hubiesen pensado en esa forma tan exquisitamente ultrademocrática le hubieran tenido que presentar al pueblo, para su aprobación, un proyecto de Constitución redactada por consenso con la burguesía. Este gobierno democrático nunca estaría en el mismo lugar del gobierno de Caldera que asaltó las residencias estudiantiles a sangre y fuego, cerró la universidad e impuso la legalidad burguesa. Pero tampoco hay que ser tan inocentes para creer que al ir a discutir con los fascistas en las barricadas de la ultraderecha vamos a lograr seducirlos para que tomen el buen camino de la institucionalidad democrática en un proceso que se ha comprometido con el socialismo. O los vamos a hacer desistir de sus planes desestabilizadores.
Ustedes son culpables, y así lo digo sin lugar a dudas, del desarme legal de los estudiantes, obreros, empleados y profesores revolucionarios, en esta lucha desigual con la ultraderecha donde la oligarquía universitaria tiene todo el poder legal impuesto por la burguesía con los tanques de guerra de Caldera para, en la V República, seguir atropellando, vapuleando y frustrando los sueños de una universidad ideológica, democrática y liberadora.
Lo otro es el mito de la discusión nacional y democrática de todos los sectores como condición para poder aprobar la Ley de Educación Universitaria al calor del pueblo. Eso es un eufemismo o un disfraz para esconder el verdadero desacuerdo y el disentimiento oculto con el contenido revolucionario de la Ley el cual es muy difícil de cuestionar por alguien que se estime perteneciente al campo del pensamiento revolucionario. Lo que se quiere es abrir un supuesto debate democrático , crear las condiciones propicias para la conciliación y aprobar una Ley Chucuta o en su defecto volver a engavetarla por falta de consenso. Y todo para que no ladren los perros y poder ganarse el aplauso de la canalla.
En realidad el concepto de universidad contenido en la Ley de Educación Universitaria, que es lo que en realidad importa, se empezó a discutir desde el proceso de la Renovación Universitaria en la UCV desde el año 1969 y la misma fue aplastada por la fuerza represiva del gobierno de Caldera. Las ideas revolucionarias de la educación universitaria quedaron en receso pero nunca desaparecieron. Nadie mejor que la derecha las conoce y las teme. El modelo alternativo de educación universitaria no fue inventado de la noche a la mañana por la Asamblea Nacional ni es el producto de un madrugonazo. Es el resultado de la evolución de las ideas en el curso de muchos años de cultivo y maduración intelectual de la izquierda universitaria innovada por la revolución bolivariana.
Por más buena voluntad de Chávez para gobernar con acierto en materia educativa universitaria cualquiera hierra sin oír a los activistas del movimiento de transformación universitaria que militan en la base de la universidad. En esta decisión del veto a la Ley de Educación Universitaria el Presidente se asesoró, nada más y nada menos, que por sus dos ex ministros de Educación Universitaria quienes son portadores de una visión unilateral del problema y por alguna gente, mencionada por el mismo Presidente, de la ultraderecha universitaria. Hubiera sido loable y positivo reunirse con los dolientes, obreros, estudiantes y profesores, que apoyaron la Ley para, por lo menos, tomar en cuenta su opinión.
Patria Socialista o Muerte ¡
Venceremos!
*Profesor Universitario
sergiobricenog@yahoo.com