Propongo al Presidente Chávez, que Freddy Castillo Castellanos sea el Ministro de Educación Universitaria quien, con toda seguridad no tendrá jamás una conducta tan reprochable como la actual...
Freddy Castillo Castellanos es mi amigo y rector de la Universidad de Yaracuy. Lo conozco desde que entramos a la Universidad Central de Venezuela, hace ya un buen tiempo. Nos tocó compartir momentos difíciles de la política venezolana, entre ellos, la renovación universitaria que se verificó desde París o Alemania cuando se sublevaron los estudiantes de la Sorbona o de Bonn, la Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universitat, hasta nuestros centros de estudios en Venezuela.
En el caso de nuestro país, además de levantar entre otras consignas universales: La Imaginación al Poder, Seamos Realistas Pidamos lo Imposible, Olviden todo lo que Aprendieron Empiecen por Soñar, Paren el Mundo que me Quiero Bajar o Hacer el Amor es Hacer la Revolución y Hacer la Revolución es Hacer el Amor, coincidió con la ruptura de los dogmas que habían prevalecido por años impuestos por el Partido Comunista de la Unión Soviética, y con la irrupción de un cristianismo postconciliar que buscaba sus fundamentos para hacerlos contemporáneos. De esa cantera salieron Méndez Arcéu, Ernesto Cardenal, Helder Cámara o Camilo Torres Restrepo.
Esos acontecimientos y sus protagonistas eran examinados por Freddy con una enorme sabiduría, bien bajo la lupa de la política, o siendo creativo mediante la poesía. Estas actividades han sido constantes en su vida presentándolas en una sinergia que sólo puede ser llevada a pulso con una inteligencia laboriosamente cultivada. Ayer así como hoy Freddy ha puesto su acervo al servicio de causas nobles y dirigidas a la realización del hombre y su comunidad, que es lo mismo que decir la marcha hacia estadios mayores y mejores de civilización.
Precisamente en ese camino, por ser quien es, se le confió la rectoría de la Universidad de Yaracuy. Ha tenido una oportunidad de oro para poner en práctica esos ideales renovadores, sacando a la universidad del claustro, exclaustrarla, ponerla al servicio de las gentes sencillas del pueblo de centro occidente, aún más, de la sociedad venezolana. Creó nuevas carreras, han emergido nuevas metodologías, y de hecho ha re-concebido la enseñanza de la educación superior. Durante una de las conversaciones que tuvimos me dio una clase sobre la cocina como un laboratorio logrado por el hombre, los frutos y la investigación nunca acabada como materia prima del trabajo, y lo que han significado las manos como herramientas, y el valor de controlar el fuego para la obtención de resultados servibles.
Para mi sorpresa y la de todos los beneficiarios de estos cambios en la educación superior, Freddy Castillo se enteró por la Gaceta Oficial que había sido sustituido por no se quién. Nadie se comunicó con él, ninguna persona le comentó que lo separarían del cargo. La arbitraria decisión tomada en su contra por la ministra Yadira Córdoba y un señor de nombre Reinoso lo tomó desprevenido. El disparate se hace monumental cuando saltan a la torera un contrato por tiempo determinado que se vence en noviembre del próximo año 2012. Todo revela una conspiración para darle un golpe de mano al ordenamiento jurídico que informa el desenvolvimiento de la educación universitaria y los actos contractuales que deben ser honrados por quienes los celebran.
La ministra debería rectificar este disparate. Yo espero que lo haga. Perdonen la indignación con la que escribo, pero tal vez esos mismos sentimientos me llevan a proponer que de no subsanarse lo que a todas luces constituye un error inexcusable o una actuación dolosa, propongo, repito, al Presidente Chávez, que Freddy Castillo Castellanos sea el Ministro de Educación Universitaria quien, con toda seguridad no tendrá jamás una conducta tan reprochable.
freddygutie@gmail.com