Interpelación del 29-03-2005

Exposición del Ministro Moncada ante la Asamblea Nacional

Nota de Aporrea: Tomado de:
http://www.asambleanacional.gov.ve/ns2/discursos.asp?id=35
Muchísimas gracias, ciudadano Presidente de la Asamblea Nacional; señores honorables diputados, señor Vicepresidente de la República, señores ministros; gracias a todos por asistir a este debate, a esta convocatoria hecha por el Presidente Nicolás Maduro.

Es para mí un honor, un privilegio diría yo; más que un honor es un privilegio venir aquí a dar la cara por la política educativa del Gobierno Bolivariano del Presidente Hugo Chávez Frías. Es para mí un honor porque, como historiador, tengo conciencia histórica del valor de este debate, conciencia histórica del valor de este foro, de este lugar para debatir grandes asuntos nacionales que trascienden las pequeñas manipulaciones mediáticas, que trascienden las pequeñas maniobras mezquinas que tienden simplemente al inmediatismo, a la ganancia de la semana que viene.

El tema de la educación es un tema trascendental para cualquier nación, pues se trata de la construcción de una nación, de la construcción de una república, ese no es un esfuerzo personal, ese es un esfuerzo intergeneracional; son las generaciones quienes, poco a poco, van puliendo ese mismo esfuerzo.

Hace más de doscientos años, antes incluso de la Revolución Francesa, un gran pensador francés, Diderot, decía de la universidad lo siguiente: “Una universidad es una escuela cuyas puertas están abiertas indistintamente a toda la juventud de la nación, en donde los maestros pagados por el Estado, les inician en los conocimientos elementales de toda las ciencias”. Y luego explicaba así: “Digo indistintamente, porque sería tan cruel como absurdo, el condenar a la ignorancia a las clases desposeídas de la sociedad. Para todos hay conocimientos cuya ignorancia podría tener consecuencias desastrosas; el número de las chozas y de otros edificios particulares, está en relación de 1 a 10.000 en relación con los palacios; por ello puede apostarse que en esa misma relación de 1 a 10.000 existe la posibilidad de que el genio, los talentos y las virtudes, salgan más bien de una choza que de un palacio”. Eso lo decía hace más de doscientos años un revolucionario francés: “indistintamente, es para todos la universidad; es una crueldad, es un crimen negarle los conocimientos de la universidad y de la educación pública pagada por el Estado a los ciudadanos de una nación; es un crimen, una crueldad”.

En la historia de Venezuela, en el siglo XX venezolano, este debate que estamos haciendo hoy en el siglo XXI, ha aparecido, esta no es la primera vez. En el año 1936, cuando Luis Beltrán Prieto Figueroa era Senador, luego de la muerte de Gómez, intentó una nueva Ley de Instrucción Pública que pregonaba el Estado docente, es decir, la función indeclinable del Estado en proveer servicios de educación a todos los ciudadanos y ciudadanas, es el Estado docente, el Estado social; eso es lo que estaba proponiendo. Los sectores más reaccionarios, los sectores privilegiados, los sectores más oscurantistas religiosos, los sectores privilegiados de la propiedad decían, no, eso atenta contra la calidad de la educación. No, eso es comunismo, es socialismo; enseñar a los pobres es socialismo. Gil Fortoul, gran historiador, decía que construir más escuelas básicas dañaba la escuela básica, porque los pobres, con la masividad, dañaban la calidad.

En ese gran debate nacional lo perdieron los progresistas, porque se impusieron los sectores que llamaron de las escuelas religiosas privadas y trajeron a los niños a la Asamblea Nacional, a este mismo recinto, y llenaron las barras y las calles con niños de las escuelas privadas, y el Presidente López Contreras cedió y no se aprobó la Ley de Instrucción Pública. Con la consigna “Con mis hijos no te metas” casi de 1936, dice Aristóbulo acá.

En el año 1946 el Gobierno de Acción Democrática, que creo que aquí tiene unos representantes, por eso estoy citando a Luis Beltrán Prieto Figueroa, fundador de Acción Democrática, maestro de maestros en el siglo XX venezolano (Aplausos) a quien honro su memoria; el Gobierno de la juventud, el Gobierno de la Junta Revolucionaria, impuso el Decreto 321 que lo que trataba era de ejercer la rectoría del Estado en la educación pública, el Estado docente otra vez. Los sectores más reaccionarios, los sectores privilegiados, manipularon el bendito Decreto 321, lo convirtieron en el ogro comunista que venía por los hijos de la clase media, hicieron toda una manifestación también con los colegios privados que los sacaron a la calle; la Iglesia, en sus sectores más conservadores y refractarios al cambio también hizo una campaña; el partido Copei usó la misma campaña contra el gobierno de ese momento y ¿cuál fue el resultado de esto? Que se retrocedió en el Decreto 321.

Hace tres años, también otro Decreto, el Decreto 1.011 provocó la misma reacción de los sectores más conservadores, quienes se enorgullecen de que iniciaron un movimiento de masas en los sectores medios, contra el Gobierno democrático, que terminó grotescamente en el golpe de Carmona el 11 de abril del año 2002. Pero se enorgullecen que el 1.011, incluso se llaman así mismo, “Movimiento 1.011”. Por eso digo, que cada vez –esto no es casual– que aparece un grupo, un sector de la sociedad que tiene un proyecto nacional de educación, que define el Estado docente en sus responsabilidades para cambiar la sociedad a través de la educación; cada vez que esto aparece, los sectores más retardatarios, más reaccionarios, los sectores del privilegio, hacen maniobras políticas para frenarlo. Este es el resultado, el conflicto social reaparece a través de la educación, cuando aparece un proyecto nacional con claridad hacia el futuro, que toca el nervio de los sectores más privilegiados.

Por eso hoy, es para mí un privilegio estar acá defendiendo el Decreto 3.444, porque en el año 36 estaría con Prieto defendiendo la Ley de Instrucción Pública (Aplausos) en el año 46 estaría con el 321, hace tres años estaría con el 1.011 y hoy estoy con el 3.444, estoy del lado correcto, estoy del lado históricamente correcto, estoy del lado del pueblo, estoy del lado de la inclusión, estoy del lado de las mayorías, estoy del lado que cree en la educación para todos como hace doscientos años se creía. Por eso es para mí un orgullo estar defendiendo este Decreto y esta política hoy; esa conciencia histórica acerca del gran conflicto en que estamos metidos, aquí está presente y quiero rescatarla y quiero que tengamos claro en qué lado está cada quién.

Esta importancia de este debate, entonces, va más allá del Decreto en su artículo tal o su artículo cual, va acerca del Estado docente. El Estado docente para quienes lo atacan. No se dan cuenta que están atacando fundamentalmente al Estado social. El Estado social para quienes no quieren una discusión teórica, son las vacaciones, es el salario mínimo, son las prestaciones, es el derecho a la educación pública; ese es el Estado social. El Estado docente no es más que el Estado social en función educativa. Eso es lo que es el Estado docente, el Estado social en función educativa, rescatando su responsabilidad, su función indeclinable de cambiar la sociedad a través de la educación.

La filosofía de nuestra Constitución está fundada en eso, en la esperanza de que la educación cambia la vida de las personas como individuos y cambia la vida de la sociedad elevando su nivel de vida. El artículo 3 de nuestra Constitución plantea unos grandes objetivos; plantea la soberanía, la solidaridad, plantea grandes objetivos sociales y es muy interesante –quisiera repetírselos nada más–: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y el bienestar del pueblo, la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución”. Y luego dice: “La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines”.

La educación es el instrumento para alcanzar estos fines; si queremos una República, necesitamos republicanos; si queremos republicanos, sólo lo hacemos a través de la educación. Esto es profundamente bolivariano: “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”. “Sólo con hombres libres, con una moral libre, con una educación libre, tendremos una República libre”. Eso es profundamente bolivariano y eso es lo que estamos pensando nosotros.

Hay un nivel del debate que llegaremos a él con sus preguntas, que es el Decreto 3.444. Hay otro nivel del debate, un poco más alto, que es la autonomía universitaria, la cual han distorsionado con manipulaciones mediáticas, diciendo que vamos a acabar con la autonomía, que vamos por las universidades, que vamos a cambiar las escuelas, las facultades, a dirigir a los profesores. ¡Mentira! Eso se va a probar en este debate.

Pero luego hay un tercer nivel, y es el de la universidad real autónoma que tenemos acá. ¿Qué tipo de autonomía existe hasta ahora y si ese es el tipo de autonomía que queremos para una Venezuela nueva? Una autonomía que no rinde cuentas, una autonomía que le tiene miedo al cambio, una autonomía reaccionaria que le tiene miedo a los pobres, una autonomía que está secuestrando a las universidades porque pide dinero público para usarlo para fines privados, de camarillas mezquinas.

Otra vez voy a citar a Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien decía: “Que en América Latina la universidad y la autonomía se están transformando en un sistema que en algunos países ha llevado al entronizamiento de camarillas o de castas que usan sus privilegios en detrimento de la universidad. No puede seguirse mintiendo sobre la independencia de la universidad respecto al Estado, mientras sea instrumento de fuerzas internas y externas que la ponen al servicio de mezquinos y transitorios intereses”. ¡Al servicio de mezquinos y transitorios intereses!, esto lo decía Luis Beltrán Prieto Figueroa, y estoy de acuerdo. Eso es lo que está pasando con la autonomía, están secuestrando a la universidad, usando la autonomía para mezquinos y transitorios intereses. ¿Y quieren una prueba? El paro criminal de diciembre del año 2002, donde las universidades pararon, no por la autonomía ni por un fin académico, ni siquiera por un fin gremial; para derrocar un gobierno democrático. (Aplausos). Eso es inaceptable.

Ahora bien, ¿se preocupan porque el Estado se preocupa por la universidad? ¿Se preocupan porque la sociedad que está allá afuera se preocupa por la universidad? Sí, ese es el símbolo de una sociedad viva, una sociedad sana, la universidad es de todos, no es de las camarillas de quienes la controlan. La universidad cumple un fin más alto que satisfacer a quienes están allá adentro, la universidad está para resolver los problemas nacionales, para proveer bienestar espiritual, para crear cultura, una universidad con un fin humanista-democrático, en un Estado democrático.

Nosotros cuando queremos llenar a la universidad de pueblo, no estamos decretando el fin de la calidad o la disminución de la calidad de la universidad, estamos mejorando la calidad de toda Venezuela, y eso es lo que queremos como fin, mejorar la calidad de vida de toda Venezuela a través de la universidad. Ese es otro nivel de discusión, ya no nada más de la universidad autónoma sino todo el sistema universitario; pero más aún, otro nivel de discusión que proponemos es revolución y educación.

Nosotros queremos cambiar a Venezuela para bien. Nosotros no necesitamos las escuelas privadas, nosotros tenemos miles de escuelas como nos está proponiendo Aristóbulo aquí; nosotros queremos que todo el mundo tenga derecho, es un derecho universal, es un derecho que no tiene posibilidades de negársele a nadie. Todos tienen derecho. Aquí cabemos todos, esa es la consigna nuestra. En la educación nos salvamos todos, esa es otra propuesta que estamos haciendo. Entonces vemos una universidad que cambia, una universidad que no se olvida de los niveles anteriores, no se olvida de la clase media, no se olvida de la secundaria, de la primaria, no se olvida del preescolar, estamos formando veinticinco mil maestros para que vayan a esos niveles precisamente; pero tampoco se olvida de la salud del pueblo, y estamos formando veinte mil médicos para que vayan a sustituir a los médicos cubanos que están en Barrio Adentro, para que hagan sustentable el nuevo Sistema Nacional de Salud. Eso es lo que estamos haciendo. (Aplausos).

Es una vergüenza que en Venezuela con tantas universidades, necesitemos veinte mil médicos cubanos para que atiendan a los venezolanos en los lugares más pobres. Precisamente los desempleados, porque no van a los barrios. Eso es lo que estamos diciendo. (Aplausos). Hay diez mil médicos desempleados y ninguno va a un barrio para curar a los enfermos. Ese es el punto que estamos diciendo, pero no, nosotros queremos ahora que sean venezolanos y que estudien en Venezuela y que estudien en su comunidad y que estudien en su municipio y en Venezuela. Mientras en el año 98 había sesenta municipios que tenían instituciones de educación superior, hoy hay 272 municipios con instituciones de educación superior, porque la universidad sale de sus muros y va al pueblo, y sale de sus muros y va a los pobres, y sale de sus muros y, desde y con la comunidad y para la comunidad, se transforma en un nuevo tipo de universidad. (Aplausos).

No es la universidad medieval el ideal ese que queremos; no estamos en la Edad Media, estamos en el siglo XXI, ese no es el ideal que queremos. Queremos una universidad flexible, popular, democrática, queremos una universidad pertinente, responsable, queremos una universidad que rinda cuentas, transparente. Esa es la universidad que queremos. Queremos una universidad que ayude a transformar al país. Miren, en una sociedad conservadora, con una universidad conservadora, se fortalece el sistema tradicional de dominación contra las mayorías. En una sociedad conservadora, en una universidad progresista, revolucionaria, se encienden los conflictos y se detonan los cambios. En cambio, en una sociedad como la que tenemos ahora, con una universidad reaccionaria como la que tenemos ahora, en las universidades autónomas, las universidades se transforman en un reducto refractario al cambio, en reducto de la reacción, con miedo al cambio, con miedo a los pobres. Y eso no es lo que queremos. Queremos una universidad abierta, progresista, flexible, que se una al pueblo y a la sociedad para crear una Venezuela mejor. De eso se trata. Nuestro propósito aquí, para terminar esta primera fase y luego le daremos los detalles, es plantearle a todos, (por favor, estamos en un debate histórico, mantengamos la altura del debate, esto no es para los diputados nada más, es para el pueblo en general), que la diversidad es de todos, la educación impacta a todos, la educación es un instrumento de cambio de toda la sociedad.

Lo que estamos diciendo aquí, es la creación de una nueva realidad donde todos entremos, es donde nosotros consideramos que ocurre la verdadera revolución.

Muchas gracias. (Nutridos Aplausos).

RESPUESTAS A LA PRIMERA RONDA DE PREGUNTAS DE LOS CIUDADANOS DIPUTADOS:

Les agradezco a todos sus preguntas, sobre todo, al ex Rector, diputado Néstor López, que considero que fue muy serio a la hora de plantear el problema y voy a tratar de ponerle atención al modo en que él lo hizo.

Yo respeto a la gente seria, usted tiene detrás argumentos y vamos a discutirlos todos, pero considero que los de él, dentro de todos, fueron los más serios de los que escuché.

Ahora, voy a quitarme una cosa de encima, vamos a desglosar los argumentos: Uno, hay una cosa que he repetido mucho, que es el señor Carvajal. Sí, lo voy a citar; ojalá usemos esto luego más adelante después de un contacto con la realidad. El señor Carvajal ha aparecido en Globovisión diciendo que él tiene un amigo que es profesor de la Unellez y da clases de medicina y le metieron 800 alumnos en un salón y que ahora viene este bárbaro que se llama Samuel Moncada y les va a meter 2.000 más. ¿Cómo se puede trabajar en un salón con 2.800 alumnos? ¿Quién puede preguntar? ¿Quién puede responder? Esos no son médicos los que se están formando, esos son matasanos, dice él.

Ahora bien, yo le respondo al señor Carvajal, que en la Unellez no se dicta Medicina; así de sencillo. ¿Se dan cuenta? (Aplausos) No existe la carrera de Medicina en la Unellez; o sea, que todo el resto es mentira. Es el tipo de manipulaciones que nosotros venimos a desmontar acá. Ustedes han visto eso en Globovisión muchas veces y lo han repetido, y si a los matasanos, 800 alumnos, Moncada les va a meter 2.000 más; pero no existe Medicina. La única Medicina que existe en la Unellez, les voy a decir cuál es, la que nosotros acabamos de inaugurar el 03 de febrero pasado, con el Programa Nacional de Formación de Médicos Integrales Comunitarios, y en el estado Barinas hay 41 estudiantes inscritos y ese programa no se estudia en la Unellez, sino a través de la Unellez en las comunidades. Es decir, los médicos tienen un alumno, dos alumnos máximo. Entonces, ese cuento de los 800 es mentira; primer cuento.

Segundo cuento, me acaban de pasar la transcripción de lo que dije acerca de las escuelas privadas. Y lo que dije exactamente fue así: “Nosotros queremos cambiar a Venezuela para bien, nosotros no necesitamos de las escuelas privadas, nosotros queremos miles de escuelas, –como estaba diciendo Aristóbulo aquí– nosotros queremos que todo el mundo tenga un derecho universal”. Eso fue lo que dije. ¿Qué quiere decir con que no queremos a las escuelas privadas? Que no queremos quitárselas. ¡Quédense con sus escuelas privadas, por favor! No me las den, no las necesito, estamos creando miles de otras escuelas por otro lado.

Pero más aún, hablan que estamos en contra de la educación privada, y uno de quienes habla, precisamente, es el Rector de la Universidad Católica Andrés Bello, a quien este Gobierno le está dando este año 964 millones en subsidio. Entonces, ¿cómo es que queremos acabar con la educación privada si le estamos dando 964 millones de bolívares de subsidio? ¿Cómo queremos acabar con la educación privada si le estamos dando a la Universidad Católica del Táchira 1.200 millones de bolívares de subsidio? ¿Cómo queremos acabar con la educación privada si le estamos dando a la Fundación La Salle 18.000 millones de bolívares de subsidio? ¿Pueden explicar eso? Ese es el tipo de barbaridades que se repite y se repite y que la gente que no conoce los detalles, aquí venimos a decirles los detalles porque el Diablo está en los detalles, precisamente. Aquí hablan de un plan diabólico, ese es el plan que venimos a explicarles.

Hay otro punto que me interesa mucho, que es el problema del paro; esos son detalles y después vamos a los temas centrales. El paro es un derecho y la autonomía es un derecho. Ahora, cuando usted utiliza esos derechos –paro y autonomía– para tumbar un Gobierno democrático obedeciendo a Carlos Ortega; que eso fue lo que hicieron, obedecieron a Carlos Ortega en diciembre del año 2002, para destruir la Constitución. (Aplausos).

Usted estaba atacando esos dos derechos que estaba usando. Estaba usando los derechos para destruir la fuente del derecho, que era la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y por eso es que es inaceptable; eso es un uso perverso de esos dos derechos: el derecho al paro y el derecho a la autonomía. Es más, la mayoría de los profesores que pararon las universidades por casi 60 días, luego estaban el 15 de febrero exigiendo que les pagaran puntualmente su dinero, porque si no, iban a volverse a parar. ¡Increíble!

Otro argumento interesante, la calidad; y quiero pararme aunque sean dos minutos más. Miren, ya lo he escuchado por allá gritándolo ustedes, lo han dicho muchas veces; nosotros estamos en contra de la calidad, –dicen ustedes– la masividad destruye la calidad, ese poco de pobres entrando a las universidades va a destruir la calidad.

Les voy a decir muchas cosas aquí, escúchenme por favor, a ver si están de acuerdo o no, pero primero tienen que escucharme, para decir que están en desacuerdo tienen que escucharme.

Primer punto, para entrar en la universidad colonial, usted tenía que demostrar que tenía buena calidad. Eso quiere decir que usted no era ni blanco, ni negro, ni indio, ni hijo mezclado, ni pardo; que tenía que tener dinero, tenía que demostrar que tenía 200 años hacia atrás parientes que eran cristianos. Si no podía demostrar eso, usted no tenía calidad, no era puro de sangre. Por eso esa universidad, era de buena calidad. ¿Se dan cuenta? Los de mala calidad, es decir, las grandes mayorías, el 95%, el 97% de la población no era de buena calidad y no podía entrar ahí.

Pero más aún, los que dicen que los pobres o que la mayoría o que las grandes cantidades destruyen la calidad, aquí acaba de citar un diputado que decía: ¿De dónde van a improvisar esos profesores? Están destruyendo la calidad, ese tipo de médicos tan malos que van a producir. Bueno, muy bien, les digo una cosa, ese es el mismo tipo de argumento...

(Diversos comentarios)

Ahí voy, se los repito, los tipos decían así, vamos a seguir razonando que esto lo estamos hilando. Es el mismo tipo de argumento que se usaba en esta misma sala hace 80 años para decir que los pobres no podían votar, que los analfabetos no podían votar. Esa es la democracia sedicentaria, los pobres analfabetos votando destruyen la calidad de las decisiones de la democracia. Eso es lo que se decía aquí y lo decían los antecesores de ustedes. Pero vamos aún más, cuando ustedes...

(Comentarios)

EL PRESIDENTE.– (Interrumpiendo). Un momento, ciudadano Ministro. Diputado, si usted quiere hablar, pida el derecho de palabra, porque a todo el que habló se le respetó su derecho de palabra y sus intervenciones. Los Ministros lo escucharon con atención y respeto, espero que ustedes tengan la misma atención y el mismo respeto.

Continúe, ciudadano Ministro.

EL MINISTRO DE EDUCACIÓN SUPERIOR, SAMUEL MONCADA.– ...Más aún, aquellos que dicen que las mayorías destruyen las calidades, en verdad lo que están hablando es de dos tipos de calidades, no de educación, de calidades, de ciudadanía. Ustedes están diciendo que hay ciudadanos con derecho y ciudadanos sin derecho; ustedes están diciendo que unos ciudadanos sí pueden entrar a la universidad y otros ciudadanos no. Son dos tipos de ciudadanía, y voy más allá...

(Comentarios)

EL PRESIDENTE.– (Interrumpiendo).– Un momento, ciudadano Ministro. Le pido a la oposición que asuma una posición de respeto y tolerancia. Todos ustedes hablaron y dijeron lo que quisieron decir. Las 6 primeras intervenciones del debate de hoy, sólo fueron de la oposición; vienen 6 intervenciones más, de las cuales 4, son de ustedes. Pueden hablar toda la noche y la madrugada porque estamos preparados para escucharlos, pero con tolerancia, un poquito de respeto, de altura. Vamos a escuchar, que los Ministros ya tuvieron la suficiente paciencia y tolerancia para escucharlos.

Continúe, ciudadano Ministro.

EL MINISTRO DE EDUCACIÓN SUPERIOR, SAMUEL MONCADA.– Muchísimas gracias. Estamos hablando de dos calidades de ciudadanía...

(Continúan los comentarios)

EL PRESIDENTE.– (Interrumpiendo). Un momento, ciudadano Ministro. Me da la impresión que la oposición no quiere continuar el debate. ¿No?

(Alguien dice, lo que quiero es que me escuche)

Está hablando el Ministro. No hay punto de orden. Ustedes deciden si quieren seguir el debate o lo suspendemos, porque si aquí hay un saboteo levanto la sesión y listo. No vamos a venir a poner la torta, un show, porque la oposición se desespere a última hora.

Bueno, diputado Castillo, usted decide si seguimos el debate o no lo seguimos. Eso es, anótese, pero respete la intervención del Ministro.

Continúe, ciudadano Ministro.

EL MINISTRO DE EDUCACIÓN SUPERIOR, SAMUEL MONCADA.– Estamos hablando de dos calidades de ciudadanía, eso es lo que decíamos, porque hay algunas personas que hacen la siguiente lectura de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La Constitución dice que la educación universitaria es un derecho, y es un derecho según las vocaciones, aspiraciones y aptitudes de cada ciudadana o ciudadano y la lectura que hacen muchas personas, es que hay personas que son aptas y hay personas que no son aptas.

Es decir, que usted si es apto entra, si no es apto, no entra. Y si el no apto entra, destruye la calidad; eso es lo que están diciendo. Nosotros hacemos una lectura distinta; la lectura que hacemos nosotros de esas mismas líneas es la siguiente: Cada quien tiene una aptitud para algo, hay personas que son buenas para el derecho, hay personas que son buenas para el periodismo, hay personas que son buenas para la ingeniería. Cada quien tiene una aptitud, todo el mundo tiene una aptitud, y el papel de la universidad es desarrollar ese potencial, esa actitud. Por eso todos tenemos derecho, todos; no hay diferencia en calidad de ciudadanía, no hay diferencia entre aptos y no aptos; todos tienen un tipo de aptitud.

Pero más aún, y ahora voy con una respuesta histórica, aquellos que dicen que la masividad destruye la calidad, les digo lo siguiente: No conocen la historia de su propio país, porque aquí en Venezuela en los años 40, se masificó la educación primaria pública y nadie dijo que se perdió la calidad. Aquí en Venezuela en los años 50 y 60 se masificó la educación secundaria pública y nadie dijo que se perdió la calidad; más bien los liceos y los colegios públicos eran mejores, incluso, más estimados que los privados. Pero más aún, les cito estos datos: En el año 58 habían 6.900 estudiantes universitarios, en ese mismo año se duplicó. En el año 58 había 12.000 estudiantes universitarios y en el año 70 habían 85.000 estudiantes universitarios. (Aplausos).

Ahí voy, ahí voy, paren que está muy bien. En el año 70 había 85.000 y en el 75 había 221.000; es decir, se masificó la educación superior con los gobiernos de Acción Democrática y Copei de los años 60 y 70; muy bien. (Aplausos). Nadie dijo que se perdió la calidad, pero ahora, que lo hacemos nosotros, sí se pierde la calidad, pero les explico más, y es el punto cuando ustedes masificaban, no se perdía la calidad, pero cuando nosotros masificamos, sí, ¿Por qué? Porque ustedes no lo están haciendo, así de sencillo.

¿Te das cuenta que la lógica de su argumento se pierde? Pero ahora vamos a otro punto, ahora quiero explicarles algo más. Eso fue en los años 60 y 70 y se los reconozco, pero ¿qué pasó en los 80 y los 90? En los 80 y los 90 los gobiernos de AD y Copei destruyeron el sistema de educación pública y les voy a dar unos datos, son los datos que quiero que vean, que son tan buenos como los primeros, a ver si nos entendemos, porque la educación privada, por ejemplo, en los años 80 aumentó –y les digo los datos durísimo– y el 76% de la matrícula, es decir, de los estudiantes que entraban a la universidad en el año 88, ese 76% entraba en universidades públicas. ¿Ustedes saben cuántos entraban después en el 99? Cincuenta y seis por ciento. Como la universidad privada el 24%.

De los estudiantes que entraban en la universidad en el año 88, lo hacían a una privada, pero en el 99 era el 44%. Aumentó. ¿Saben por qué? Porque la universidad pública los estaba expulsando. Eso fue lo que pasó en los años 80, el financiamiento de las universidades públicas comenzó a bajar y la matrícula también empezó a bajar, y de ahí viene la destrucción de la universidad pública. Les digo más todavía, la matrícula se estancó y entonces empezó a aumentar la matrícula en las universidades privadas.

Ahora fíjense este detalle, no es nada más que entraban menos; es decir, se quedaba mucho más gente fuera, sino que quienes entraban eran los de las clases altas. Es decir, los pobres también dejaron de entrar. Miren, en el año 2000, y les pongo este ejemplo, cuatro mil seiscientas cincuenta y dos personas de altos ingresos aspiraron a entrar a la universidad. Y, ¿ustedes saben cuántos entraron por la prueba nacional de admisión? Cuatro mil seiscientos cuarenta y siete. Es decir, apenas cinco no entraron de los de altos ingresos. Ahora, de los de bajos ingresos, mil novecientos noventa y tres hicieron la prueba y ustedes saben cuántos entraron de más bajos ingresos: trescientos noventa y tres apenas. Es decir, estaba entrando casi el 70% y 80% de los ricos. Es más, los pobres no estaban aspirando, porque este dato dice algo más, ¿cómo es posible que cuatro mil seiscientas personas de familias altas aspiren y mil novecientas noventa y tres de familias muy pobres aspiren si los muy pobres son mayoría? ¿Se dan cuenta? Los pobres hasta dejaron de aspirar a entrar a la universidad, perdieron esperanza de entrar en la universidad. Ese es un dato muy, pero muy importante. La universidad se cerró a las mayorías, se cerró a los pobres, pero más aún, desde el año 99 para acá el financiamiento de la universidad ha aumentado y ha sido tanto que, ¿ustedes saben cuánto cuesta un estudiante de la Universidad Nacional Abierta hoy? Trescientos setenta y un mil bolívares al año. ¿Ustedes saben cuánto cuesta un estudiante de la Simón Rodríguez? Un millón trescientos mil bolívares al año. ¿Ustedes saben cuánto cuesta un estudiante de la Universidad Central, que es autónoma? Cinco millones de bolívares al año. ¿Ustedes saben cuánto cuesta un estudiante de la Universidad Simón Bolívar? Diez millones de bolívares al año.

Es decir, la concentración del financiamiento está yendo a esas universidades y, ¿ustedes saben cuántos estudiantes pobres entraron en la Universidad Simón Bolívar entre el año 98 y el 2000? Un estudiante pobre entró. Entonces esta es una universidad que está expulsando a las mayorías, que está expulsando a los pobres fundamentalmente. Y ahí es dónde voy, Farías. ¿Se me escondió, a dónde se fue Farías? Tú no hubieras entrado hoy a la universidad, oíste. Nosotros entramos en la universidad en esa época en que estuvo abierta, en los años 70; pero ahora no hubiéramos entrado ninguno de nosotros con las mismas condiciones que teníamos en esa época. Aristóbulo tampoco. Ese es el punto central. Se cerraron las puertas de las universidades a los pobres. Ese es un punto muy importante que quieren decir. Nosotros tuvimos la suerte de entrar en una ventana, pero esa ventana se cerró y ahora estamos abriéndola otra vez. Si no se entiende ese ritmo de cómo funciona la educación, el financiamiento y la matrícula, no se entiende nada más.

Más aún, una de las excusas de los profesores de las universidades es que ellos no se dan abasto, que las universidades tienen demasiada gente y no pueden entrar más. ¿Ustedes saben cuántos estudiantes por profesor hay en la Universidad Simón Bolívar? Hay cinco estudiantes por cada profesor, por cada cinco estudiantes hay un profesor. ¿Se dan cuenta? Eso no quiere decir que están abarrotados, eso quiere decir que ahí puede entrar mucha más gente. ¿Ustedes saben cuántos estudiantes hay en la Universidad Central? Diez estudiantes por cada profesor, o sea, que no pueden decir que están abarrotados y que no puede entrar más gente. Ahí es donde voy.

Nosotros lo que estamos haciendo, precisamente, es tratar de abrir las puertas que ellos cerraron. La universidad autónoma secuestró un bien público. Los que dirigen las universidades autónomas en este momento secuestraron un bien público, cuando con dinero del pueblo les cerraron las puertas a las mayorías y les cerraron las puertas a los pobres y actuaron con ese bien público como si fuera un bien privado. Privatizaron, de hecho, las universidades. Ese es un punto muy importante.

Ahora, ¿qué es lo que estamos haciendo nosotros? En vista de esta terrible situación de las universidades autónomas, lo que estamos proponiendo es un sistema que garantice el derecho a las grandes mayorías y por eso aparece Misión Sucre, y por eso Misión Sucre hoy tiene más estudiantes que las cinco universidades autónomas tradicionales, y a ustedes le parece que eso es pérdida de calidad, y lo que estoy diciendo es que es un nuevo proceso parecido a los del año 60, y ustedes no pueden criticar exactamente eso. Nosotros lo que estamos es proponiendo, pero ayúdennos, eso es lo que le decimos a las universidades autónomas no se niegan al cambio, no le tengan miedo a los pobres, no le tengan miedo a las mayorías, ayúdennos a mantener la calidad de esto. Pero dicen que no, que es un programa cubanizante, comunizante, que es un programa que pierde la calidad.

¿El Estado social? Voy a pasar este pregunta que me parece muy importante. El Estado social tiene como fundamento garantizar un república de iguales. Al diputado que preguntó ¿cuál es la diferencia entre el Estado docente y la familia que tiende a aspirar a educar a sus hijos como ellos quieren? Le digo que hay un punto de encuentro entre la libertad individual y los derechos sociales. Aristóbulo lo decía: eran obligatorios. Pero les digo más: Si usted quiere una república democrática, usted necesita que la sociedad tenga valores democráticos, que los individuos y las comunidades funcionen con normas, valores, símbolos, iconos democráticos; que creamos en los mismos, que creamos en este sistema de debatir en público. Esto es un sistema democrático con una norma democrática. Usted me escucha, yo le escucho después. Y usted después vota, porque son los representantes del pueblo.

¿Qué pasa? Sólo un Estado docente permite que se socialicen, es decir, que se compartan esos valores democráticos, esos símbolos, esas ideas, esas normas, sólo la escuela pública y un Estado rector de la educación permite eso. Eso es Luis Beltrán Prieto Figueroa, desde el año 36, por favor. Y ahora una discusión que tiene más de setenta, ochenta años, la retrotraen a la sociedad o a la familia que aspira decidir su destino sin pensar en el resto del país. ¿Cómo nos ponemos de acuerdo democráticamente, si no compartimos valores democráticos? Ese es el papel del Estado docente en una sociedad como ésta; pero además, el Estado docente nivela las desigualdades, porque somos desiguales en la práctica, unos son enfermos, otros no; unos son pobres, otros no; unos siguen padres educados, otros no. Y el Estado docente garantiza que los que sean más débiles puedan competir o trabajar o compartir con los que tienen más ventajas. Ese es el papel. Eso lo decía Simón Bolívar, por favor. La naturaleza desiguala, las leyes igualan. Por eso esta educación es bolivariana, profundamente republicana, profundamente democrática. Por eso necesitamos un Estado docente, que no lo inventamos nosotros, se inventó hace más de doscientos años en la Revolución Francesa.
Ahora si vamos a la Ley, la ley dice que nuestro Reglamento es ilegal, anticonstitucional, violatorio de la autonomía, etcétera. Miren, ya lo dijo Aristóbulo, ¿cuáles son los fundamentos de este Reglamento y a dónde vamos? Luego explico para qué sirve. Tengan un poquito de paciencia porque estoy un poco más jurídico. El fundamento de este Reglamento es el artículo 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 99, que dice: “La educación es un derecho indeclinable del Estado”. El Estado no declina en ningún momento su obligación de regir, conducir, impulsar la educación. El Estado no soy yo, precisamente, el Estado es una serie de instituciones públicas, incluidas las universidades.

El artículo 236 de la misma Constitución le otorga al Presidente competencias para fijar los ministerios y para decidir en qué área el Presidente puede poner diez ministerios, veinte ministerios, le fija su competencia. Eso lo dice el artículo 236 de la Constitución. La Ley Orgánica de la Administración Pública del año 2001 también dice en su artículo 92 que el Presidente puede decretar servicios autónomos, y además dice que los servicios autónomos dependen jerárquicamente de algún ente de la Administración Pública, como un ministerio; es decir, el CNU es un servicio autónomo, tiene que depender de algún ministerio, no puede andar suelto. La Ley de Universidades también dice que el Ejecutivo Nacional nombra al Director y a la Directora de la Oficina Auxiliar del Consejo Nacional de Universidades, que es la OPSU, Oficina de Planificación del Sector Universitario.

Desde el año 83 el Presidente Luis Herrera dijo que el Consejo Nacional de Universidades era un servicio autónomo, por eso en el Decreto 1.634, que es el que crea el Ministerio de Educación Superior, dice en las competencias del Presidente: “Supervisar, dirigir, regular la educación superior”, y luego el primer Decreto 1.723 del Reglamento Interno del año 2002, del mes de abril, cuando apareció el Ministerio, dice: “El Ministerio de Educación Superior tiene como organismo jerárquicamente subordinado –porque así dice la Ley Orgánica de la Administración Pública– al CNU, al Consejo Nacional de Universidades”. Es decir, el Consejo Nacional de Universidades como servicio autónomo está jerárquicamente subordinado al Ministerio de Educación Superior. Eso lo dice clarito. Está concatenado de la ley más grande hasta la más baja, como el decreto que tiene rango su legal.

Luego el decreto último, 3.444, hace cambios en la organización interna del Ministerio. Primera pregunta: ¿Por qué no se consultó? Miren, eso se está discutiendo desde julio del año pasado. El CNU tiene un dictamen de un consultor jurídico, que es el que han usado muchos de la opinión pública, donde se opone a los cambios del decreto. Eso quiere decir que él sabía y estaba discutiéndose. Repito, eso tiene más de un año discutiéndose, es más, me lo encontré hecho. Están creyendo que este es un invento mío, eso tiene un año discutiéndose, lo conocían en el CNU y algunas personas estaban de acuerdo y otras en desacuerdo. Que ustedes no lo sepan es distinto, pero en el CNU sí lo conocían. Hay un dictamen de julio del año pasado del consultor que se opone al cambio.

Primer punto entonces, no lo hicimos en secreto. Segundo punto, el profesor diputado Néstor López, quien es Rector, dice algo interesante: Que en el decreto nosotros violamos la autonomía porque supuestamente le quitamos a las universidades unas facultades. Primer punto, doctor y diputado: Los artículos que usted citó de la Ley de Universidades estaban igualmente en el decreto del año 2002, es decir, ese artículo que usted citó en el decreto de abril del año 2002 estaba exactamente igual. Esos artículos no se cambiaron, doctor. El artículo 7º, que dice: “Dirigir, coordinar y supervisar lo concerniente a las jubilaciones, pensiones, prestaciones sociales, remoción, expedientes disciplinarios, calificaciones de despido y demás procedimientos referidos al personal del Ministerio, de conformidad con la normativa aplicable...” Eso estaba así.

Se refiere eso, doctor, no a las universidades autónomas; se refiere a las instituciones de educación superior, como los colegios universitarios. Eso permaneció exactamente igual en el decreto de hace tres años y en el de ahora. El problema está en que ahora es cuando lo están leyendo y lo están mal interpretando, pero eso estaba exactamente así. Igual cuando dice: “Dirigir y coordinar lo concerniente a las jubilaciones, pensiones, prestaciones sociales, remoción y demás procedimientos referidos al personal del Ministerio, de conformidad...”, y luego dice: “...con las instituciones oficiales de Educación Superior, de conformidad con la normativa aplicable”. Estoy leyendo el decreto 8 del año 2002 doctor.

Es decir, esos artículos que usted cita como que nosotros los metimos para cambiar algo, estaban ahí desde hace tres años. Nadie dijo nada; es un punto importante. ¿Por qué no criticaron hace tres años y si vienen a hacerlo ahora? Porque ahora es que lo están leyendo con mala intención. Y no creo que sea usted sino quienes lo malinterpretaron.

Más aun, cuando dicen que les quitamos la capacidad de las reválidas a las universidades, el artículo del Reglamento, que dice eso, estaba exactamente igual hace tres años. Y no le estamos quitando la capacidad de reválida a ninguna universidad, lo que estamos diciendo es que el Viceministro de Política Académica tiene la función de refrendar. ¿Qué quiere decir refrendar? Refrendar es certificar, y el Viceministerio ve lo que hacen las universidades y refrenda, es decir, certifica. Eso lo viene haciendo desde hace mucho tiempo. Es decir, no le estamos quitando nada a nadie; se quedó como estaba.

Miren, del artículo 15, el numeral 1, el numeral 2, el numeral 4, el numeral 5, el numeral 7, que son los que han citado acá, tienen exactamente la misma forma que hace tres años. ¡No se cambió nada! Pero están diciendo que lo cambiamos ahora. Por favor, revise el del año 2002; revise el nuevo y verá que en esos artículos no se cambia nada. Donde sí se cambió fue en el artículo 8, que crea una Oficina de Planificación, Presupuesto y Control de Gestión del Ministerio.

Observen. El Reglamento del año 2002, decía en su artículo 25, claramente establecido: “El CNU es subordinado jerárquicamente al Ministerio”. Luego, en su artículo 27, decía: “Mientras se está estructurando el Ministerio que están naciendo, las funciones técnicas que debe cumplir el Ministerio las cumple la Oficina Auxiliar OPSU, Oficina de Planificación del Sector Universitario, y el CNU”. Mientras se está estructurando. Está anunciando ya que cuando se estructure va a recuperar o ejercer sus funciones técnicas. Bueno, tres años después ese Ministerio no tenía Oficina de Planificación y Presupuesto y todo Ministerio tiene Oficina de Planificación y Presupuesto; tres años aquí y no la tenía. ¡Por fin la creó! ¿Cuándo la creó? En enero de este año creó su Oficina de Planificación y Presupuesto que está ejecutando las funciones propias del Ministerio. Ahí no hay nada de malo ¿Por qué se quejan tanto con ese artículo? Porque lo que estamos es cambiando el lugar donde se debatían las políticas, que es el reparto del dinero a las universidades.

73% del Presupuesto de las universidades autónomas representa el presupuesto total de las universidades públicas. ¡Es impresionante! Se llevan casi todo el presupuesto cinco universidades nada más. ¿Cómo lo hacían? Se reunían en la OPSU y ahí discutían e imponían decisiones al resto de universidades. ¡Ahora no! Ahora tienen que hacerlo con la Oficina de Planificación y Presupuesto del Ministerio junto con la OPSU. ¡Es un sistema más transparente! ¿Se dan cuenta? (Aplausos). Esto beneficia a todas las demás universidades que también tienen estudiantes que son venezolanos y venezolanas y necesitan también recursos, plantas físicas, infraestructuras, bibliotecas, computadoras y becas. Todo eso se discute en la OPSU, pero ahora también se discute el Presupuesto del Ministerio de Educación Superior, lo cual es algo normal. No se le está quitando ninguna facultad a nadie.

Ninguna universidad se autoimpone o se autonombra su presupuesto. El presupuesto lo decide el Ejecutivo Nacional, según la disponibilidad financiera. No hay universidad en Venezuela que lo haya hecho nunca, se reparte de acuerdo a la disponibilidad. No se le está quitando ninguna autonomía a nadie.

Miren, el artículo 10 de la Ley de Universidades –se lo voy a leer, doctor, porque creo que usted le puso énfasis a esto. También hay otros que dicen: la capacidad de crear instituciones- dice así: “Conforme a lo dispuesto en la Ley de Educación, el Ejecutivo nacional, oída la opinión del Consejo Nacional de Universidades, podrá crear universidades nacionales experimentales, con el fin de ensayar nuevas orientaciones y estructuras en la educación superior. Estas universidades gozarán de autoridad dentro de las condiciones especiales requeridas por la experimentación educativa. Su organización y funcionamiento se establecerá por reglamento ejecutivo y serán objeto de evaluación periódica a los fines de aprovechar los resultados beneficiosos para la renovación del sistema y determinar la continuación, modificación o supresión de su status”.

¿Qué quiere decir eso? Que el Ejecutivo siempre ha tenido la facultad de crear universidades. Eso está aquí, eso no está en el Reglamento. No le estamos quitando nada a nadie. “Oída la opinión…”. La opinión del CNU no es vinculante, pero se escucha la opinión. Pero la capacidad para crear universidades siempre ha estado aquí claramente establecida y no la inventó el Reglamento ¡por favor!

Más aun, cuando habla de los programas, el sector, me pregunté en mi cabeza ¿Cuál fue el artículo que citó el Rector, que dice que el Consejo Nacional de Universidades crea los programas? No lo he encontrado todavía; no hay un artículo expreso que diga que el CNU crea los programas. Esa es una atribución que se autopuso el Consejo Nacional de Universidades. Pero no está en ninguna Ley ¡En la Ley no está! Eso es muy importante y no estamos violando la Ley.

Es más, cuando hablamos de ‘crear carreras’, eso no tiene nada que ver con las universidades autónomas, porque la Constitución –ahora vamos a entrar en el tema de la autonomía- dice, según el artículo 109, que “la autonomía es inviolable” y se garantizan cuatro tipos de autonomía: La autonomía académica, que es la libertad de pensamiento; la autonomía administrativa, que es la capacidad de nombrar sus autoridades; la autonomía financiera, que es la capacidad de conseguir recursos y administrar sus recursos financieros; y la autonomía organizativa, que es la de distribuirse organizativamente, como ellos mejor lo deseen”. Este Reglamento en ningún punto toca ninguna de las cuatro autonomías. Eso no tiene nada que ver con el pensamiento único; y por ahí venían diciendo: ¿Cómo afecta este Reglamento al pensamiento único? No hay manera; no lo toca el Reglamento ¡por favor!

La autonomía en esos cuatro aspectos: académica, organizativa, administrativa, financiera, en ningún punto se toca. Cuando aquí se habla de las reválidas no se habla de las autónomas. Es más, hay un estudio jurídico que dice que “cuando aquí se habla de las reválidas, cuando aquí se habla de la creación de programas, cuando aquí se habla de los reglamentos disciplinarios, se refiere a todas las instituciones, menos a las autónomas, porque las autónomas, por Ley, aquí se define como debe hacerse. Además, nuestra intención nunca fue meternos con las autónomas en ese sentido. Por ahí no iba la cosa. ¿Se dan cuenta?

Ahora fíjense, tanto es así en cuanto a lo que estoy diciendo, que la Rectora Rita Áñez, de la Unesco; que es una rectora de oposición, ella reconoce que no hay violación de autonomía en el Reglamento. Dice así: “En lo personal ella no piensa que el Decreto cercena su autonomía como rectora electa de una universidad, pero asegura que lo que va a ser es más tortuosas las relaciones entre cada rector con el Estado”. ¿Por qué van a ser más tortuosas las relaciones? Porque antes nuestras relaciones eran técnicas, con académicos de trayectoria, como el anterior Director de la OPSU. Eran relaciones de mutuo respeto; pero ahora será con políticos. Es decir, conmigo. ¿Se dan cuenta? Eso no tiene nada qué ver con autonomía; no tiene qué ver con quién hago negocios para repartirme el Presupuesto. Ese es el verdadero problema que estamos discutiendo aquí: La capacidad de los rectores para repartirse el presupuesto y dejar por fuera a la mayoría de las universidades, o si discuten conmigo, o con el Ministro; no importa que me saquen mañana de aquí. O si el proceso es transparente y es participativo. Es el tipo de autonomía que queremos y no estamos afectando la autonomía por ningún lado. Todos los que han dicho eso fundamentalmente están manipulando el argumento porque no hay en el Reglamento ningún toque a la autonomía.

Es más, alguien citó al señor Fuenmayor. El profesor Fuenmayor mismo fue uno de los que incendió e inició esta discusión, el 4 de marzo dice que sí se viola la autonomía. Y todo el mundo se asustó: “Un hombre del Gobierno dice que se viola la autonomía”. Dos días más tarde dijo que no se viola la autonomía. Él mismo reconoce que no se viola la autonomía. ¿Saben por qué no se viola la autonomía? Les explico por qué, ¡muy sencillo! Porque autónomas son las universidades, no el CNU. El CNU no es autónomo sino que es subordinado jerárquicamente al Ministerio; lo que es autónoma es la universidad. ¡Por favor, entiendan ese punto! Repito, autónomas son las universidades; el CNU es un servicio jerárquicamente subordinado al Ministerio y al Ministro.

Fíjense, la Ley Orgánica de la Administración Pública dice que puede ser subordinado al Ministro o a un Viceministro. ¡Incluso dice eso! ¿Estamos entendiéndonos ahora? No tocamos la autonomía; las universidades siguen siendo autónomas; el CNU es subordinado.

¿Qué buscaba el Reglamento, entonces? ¿Por qué hicimos todo esto? ¿Cuál es todo el propósito nuestro al hacer todo esto? El propósito era hacer más eficiente el Ministerio; el propósito es ser mucho más capaces de impulsar nuestra política educativa. Ahora, ¿Cuál es nuestra política educativa? Se la digo desde ya: si las universidades autónomas, por el ejercicio quizás perverso de su autonomía, deciden que no quieren participar en los planes nacionales de la educación superior, nosotros continuamos avanzando en nuestros planes nacionales de desarrollo de una educación superior para todos, y eso es Misión Sucre.

Misión Sucre, hoy tiene más estudiantes que las cinco universidades autónomas; Misión Sucre tiene que fortalecerse como el plan extraordinario que va a captar y darle oportunidad a todos los venezolanos que fueron rechazados por el sistema universitario en las últimas dos décadas; y nuestra misión es pagar una deuda social que tenemos con el pueblo venezolano. Pero también nuestra misión es crear las condiciones para transformar a Venezuela. ¿Cómo? Con nuevos educadores, con nuevos activadores culturales a través del Ministerio de la Cultura. ¿Cómo?, también con nuevos médicos que estudien en las comunidades, para las comunidades. Que se queden en las comunidades, curando a las comunidades. Es decir, este es un trabajo de sanación de Venezuela; este es un trabajo de rehabilitación, de redención de la sociedad venezolana.

De eso se trata el estado docente; de eso se trata el uso del Reglamento; de eso se trata la política de la Misión Sucre. Por ningún lado estaban esos argumentos que estaban diciéndome que pretendían destruir la educación privada. ¿Cómo vamos a destruir la educación privada si la estamos financiando? Si le estamos dando miles de millones de bolívares.

Quizás Aristóbulo no dijo que se les están dando 200 millardos a las escuelas privadas de Avec. ¿Eso es un plan para destruir las escuelas privadas? Aquí venimos a desmontar argumento por argumento; artículo por artículo; mentira tras mentira, como la del señor Carvajal, quien dice que conoce a alguien que tiene 800 alumnos de la Unellez, todo eso se desmonta.

Ahora sí discutamos, por favor, si lo que estamos haciendo es bueno y si ustedes, una vez reconociendo que por lo menos es mejor que lo que se hizo en los últimos veinte años, son capaces constructivamente de ayudarnos a mejorarlos.

Muchas gracias. (Aplausos).
RESPUESTAS A LA SEGUNDA RONDA DE PREGUNTAS DE LOS CIUDADANOS DIPUTADOS:

Muchísimas gracias por haber esperado hasta esta hora, voy a tratar de ser corto sabiendo que estamos un poco cansados por el tiempo que le hemos dedicado acá.

Después de haber escuchado a Aristóbulo, tengo que comenzar diciendo que me siento orgulloso de tener a Aristóbulo como compañero Ministro en este Gabinete ministerial, me siento orgulloso de compartir este privilegio, diría yo, de ser miembro de este Gobierno, con un Vicepresidente como José Vicente, con unos ministros como los que están acá (Aplausos) y con un Presidente como el Presidente Chávez. Me siento orgulloso realmente, para mí es un honor tener a un compañero en un debate como éste, como Aristóbulo, sobre todo, con todo lo que ha dicho hoy.

Voy a llenar los espacios que él no tocó, simplemente todo lo que él dice lo apoyo, lo suscribo, es más, me hubiera gustado decirlo a mí; él lo dice y me llena de honor que lo haya dicho. Algunas cosas que creo que son importantes discutir. Hay varios detalles, detalles históricos, que si el 321 lo hizo el profesor García Arocha que era el Ministro de Educación. Por supuesto, pero es que Luis Beltrán Prieto estaba en la Junta de Gobierno, hermano, era Jefe de García Arocha. Ese detalle no sé si ustedes lo sabían, pero a mí en historia, y sobre todo en esto, aquí si es verdad que no me van a agarrar gazapos. Luis Beltrán Prieto Figueroa estaba en ese Gobierno, como Jefe de la Junta de Gobierno, de la Junta Revolucionaria.

Otro punto más, esto si me parece más importante, el Convenio del que estaba hablando, había un diputado de oposición que propuso ¿Por qué no hacemos un convenio con España? Ese convenio ya está escrito, ese convenio está previsto, ojalá ese convenio se firme mañana; estamos previendo que se firma mañana un convenio de cooperación Estado-Estado, en el sector universitario, de intercambio de profesores, de intercambio de estudiantes. Eso ya está escrito, esperamos que se firme mañana, son anuncios que estamos haciendo y esperamos que se firme mañana el Convenio de Cooperación con España.

Otro punto que me parece más allá de detalles, Rita Añez, la Rectora dice que no se viola la autonomía universitaria. Si la Rectora dice que no se viola la autonomía universitaria, creo que acepto su palabra y no discuto más de ahí. Ella es la que debería decir que se viola y sin embargo, ella está diciendo que no se viola.

Ahora sí, otros puntos de fondo: un punto que me llama la atención es el militarismo. La bancada de la oposición, primero burlándose que si el Alto Mando Militar y luego hablando del militarismo. Miren, aquí sí creo que hay un punto de fondo, este proceso se ha salvado y está creciendo y se está fortaleciendo por la unidad cívico-militar. Este proceso está creciendo y está incluso floreciendo.

Produciendo cosas que ni siquiera nosotros lo esperábamos porque tenemos unos militares de los cuales, yo también me siento orgulloso de este país, que no nada más presencia en este debate sino que están dispuestos a abrir sus cuarteles y convertirlos en escuela. No hay ejército que conozca que esté dispuesto en América Latina a abrir sus cuarteles y convertirlos en escuela, a convertirse ellos mismos en facilitadores y en profesores de Misión Sucre o de Misión Ribas o a poner toda la logística de la Fuerza Armada Nacional para cumplir con los objetivos de las misiones. Eso nos llena a nosotros de orgullo porque lo que están es concibiendo un enorme recurso nacional que es la Fuerza Armada, para primero pagar la deuda social, pero para reconocer que la emergencia social es también parte como si fuera la emergencia dl estado Vargas donde había que sacar a las personas en barcos, bueno, hay que sacar a las personas de la ignorancia con las misiones educativas y también colaboran con ese propósito. Pero además no hay país fuerte, no hay país que se respete, no hay país que sea respetado en el mundo, si no tiene una población capaz de integrarse a la defensa nacional en lo que ahora se llama, precisamente, la Defensa Nacional Integral, y solamente la unidad cívico-militar es parte de esa defensa.

Así como hablamos que la educación sirve para crear nuevos educadores y resolver el problema de la ignorancia, y también decimos que la educación sirve para resolver el problema de la salud, también decimos que la educación sirve para fortalecer nuestra defensa nacional, y eso es parte integral de la división que antes existía entre pueblo uniformado y pueblo sin uniforme, eso se está borrando en Venezuela porque somos un solo pueblo. Es una herencia histórica que estamos resolviendo de un modo que hace diez años era impensable. Por eso también estoy orgulloso de participar junto con la Fuerza Armada Nacional en la construcción de un nuevo modelo educativo.

Otro punto, aquí han citado varias veces el problema del talento, de que si un pobre no sirve para la universidad no entra, si un rico no sirve para la universidad no entra. Bueno, eso es teoría, eso es mentira, la realidad nos dice que los ricos entran todos, eso es mentira que se quedan por fuera los ricos, esa no es la experiencia histórica, eso no es lo que nos dicen los datos estadísticos, eso no es lo que nos dice, incluso, la experiencia del sentido común, la experiencia cotidiana sin necesidad de sacar cuentas. Todos sabemos que no he encontrado un rico que no haya entrado a la universidad, a cualquiera, eso no es cierto. Los datos estadísticos nos dicen exactamente lo contrario, la experiencia histórica nos dice exactamente lo contrario.

Entonces, ese cuento de que los ricos sin talento no entran, no es cierto. Es más cuando tienen dinero parece que se les borra a las universidades la percepción y todos tienen talento de repente. Eso es muy extraño. Todos los ricos tienen talento mientras tengan dinero en el bolsillo. Eso es falso, ese cuento de que nada más los pobres con talento deben entrar es falso. Nosotros estamos diciendo aquí como un principio de acción que aquí nos salvamos todos, hermanos. Aquí nos salvamos todos. Esto es muy importante. No es que se salva el 40% o el 60%, nos salvamos todos, y ese es el principio de acción desde el más débil hasta el más fuerte, y sobre esas bases que un principio de vida sobre esas bases es que nosotros estamos funcionando.

El otro punto es que no se ha hecho nada en los últimos seis años y no se entiende, precisamente, de que se ha revertido todo un proceso que en los años 90, con promedio del neoliberalismo, precisamente, casi destruye las bases de la educación venezolana, destruye la base de la educación primaria, y casi también destruye la base de la educación universitaria. Nosotros lo que estamos haciendo es salvar lo que no se hizo en los años 90, lo que no se hizo en los años 80 y reconstruyendo sobre nuevas bases algo que será distinto a lo del pasado.

Esto es muy importante, porque están hablando sobre el estatismo; el estatismo, pero si el neoliberalismo ya se probó, si están pensando que el neoliberalismo es el que viene como la nueva fase, ya pasamos por ahí, ya estuvimos ahí, ya sabemos a qué sabe eso, y es terrible realmente. En el año 90, precisamente, el neoliberalismo, la desinversión en la educación pública provocó el crecimiento de la educación privada y la exclusión de los pobres del sistema educativo. Eso no debe ser repetido en Venezuela, y están las cifras para probar eso. Ya las dijimos en el pasado.

Dos cosas más para no cansarlos. Me parece realmente terrible, lo hago aunque sea como una señal de protesta, que se diga que al presidente Allende lo tumbaron por su culpa. Eso no es una verdad histórica, eso es terrible que se diga en un Parlamento democrático, porque es una falta a la memoria no nada más de Allende sino a los sistemas democráticos de América Latina. Al presidente Allende no lo tumbaron por su culpa, lo tumbaron porque había unos seres capaces de vender a su país y de matar a su propio pueblo simplemente por fanatismo ideológico.

Otro punto: Aquí se creo que este punto es central. Miren, la calidad de la educación pública se perdió en Venezuela en los años 80 y 90 no nada más por falta de recursos. Pensar que solamente a realazos se arreglaba esto, era un error. Ustedes saben por qué se perdió y aquí sí creo –escuchaba por ahí que estaban orgullosos de ser parte de Acción Democrática, eso se los digo con la mejor buena fe- reconocerle a Acción Democrática lo que hizo en los años 40, en los años 60, pero también le reclamo a Acción Democrática como perdió la voluntad de luchar por un sistema educativo popular en los años 80 y 90. Esa obligación indeclinable de perseguir y de impulsar una educación pública de calidad, la declinó en los años 80 y 90.

Lo que estamos diciendo es que la calidad se recupera no nada más con recursos, sino con la voluntad indeclinable del Estado y del Gobierno para mantener en el tiempo, no puntualmente, para mantener en el tiempo, la sostenibilidad de una educación mejor, con recursos, con computadoras, con formación de profesores, con infraestructura física. De eso se trata precisamente. Es demostrable cómo en los años 80 y 90 Acción Democrática perdió el fuelle en el sistema educativo, perdió la inversión pública, perdió el interés, abandonó el sistema educativo, y lo que estamos diciendo ahora, precisamente, que es una recuperación de lo perdido y que estamos haciendo lo posible por no perderlo nunca más. Pero ese es un problema de claridad de visión, es un problema de claridad en los principios, ese es un problema del ejemplo del día a día. Eso me parece muy importante, porque no es nada más un equipo de Gobierno, es un pueblo consciente de su derecho, y si el pueblo está consciente de su derecho, difícilmente algún gobierno, cual sea, pueda arrebatárselo.

Pobreza y Educación. Ya lo dijo el ministro Aristóbulo. Yo diría más, es imposible salir de la pobreza sin educación. Lo que se llama ahora la sociedad del conocimiento, implica que cada proceso económico tiene una carga de conocimientos cada vez mayor. No es posible tener alta tecnología o una tecnología que sea productiva o económicamente competitiva, si no tenemos una alta y una mejor educación, que produzca mayores conocimientos. Aquí entramos en el último problema que quisiera tocarles. Nosotros nos estamos enfrentando a una nueva universidad, un nuevo tipo de universidad. El nuevo tipo de universidad no es la que conocemos, el nuevo tipo de universidad cambia porque sale de sus muros y va hacía donde está la comunidad, pero también, porque trata de investigar los problemas que tiene la comunidad, trata de resolver los problemas que tiene la comunidad, trata de ser flexible, adaptándose a los problemas de su localidad y de su nación. Ese tipo de universidad nueva no es la universidad de tres años o de cuatro años, es la universidad para toda la vida, es la educación permanente, es la educación donde los profesionales están y se actualizan, es la educación donde los profesionales si perdieron su carrera, pueden reentrenarse y adaptarse a las nuevas tecnologías. Es un nuevo tipo de concepción, es la universidad de las fábricas, es la universidad en el hospital, es la universidad del cuartel, es la universidad en el campo, es un nuevo tipo de universidad. Es la aldea universitaria, flexible, donde distintas universidades dan en todo el país y no nada más en una ciudad, carreras que estén de acuerdo con las demandas de la localidad. Otra cosa, es otro modo de funcionar la universidad. Si eso no lo entendemos, estamos esperando reproducir muchas universidades del pasado, y nosotros no estamos en eso.

Estamos tratando un nuevo tipo de universidad que está municipalizada, que se extiende por todo el territorio nacional y que trabaja con las comunidades. Eso es Misión Sucre, un plan extraordinario para pagar la deuda social pero también para transformar a Venezuela. No hay límite en la capacidad de aprendizaje de nuestro pueblo. No hay límite, y no habrá límite en la capacidad de profesionales, y no tiene nada de malo que hay un ingeniero nuclear manejando un taxi, si en verdad hay capacidad para producir muchos ingenieros nucleares.

Preguntaban siempre ¿cuál es límite de los médicos en Venezuela? En tal lugar, me decía precisamente, que no es necesario que los pobres sean médicos, lo que necesitamos son médicos que vayan donde estén los pobres. No. Necesito que en cada comunidad de pobres haya un médico, que en cada fábrica haya un médico, que en cada escuela haya un médico, que en cada avión haya un médico, que en cada lugar donde se necesite haya un médico de Barrio Adentro. Se da cuenta. No es que vayan a hacerle el favor a los pobres. Son los pobres curándose ellos mismos, no esperando la caridad de alguien que estudió por ellos. Es rompiendo la oligarquía del saber. Son muy importantes, rompiendo la oligarquía del saber para liberar a Venezuela del yugo de la ignorancia, del yugo de la pobreza. (Aplausos). Hacía eso es hacia donde vamos, es una visión mucho más grande que el 3444 o el proyecto 15, porque todas estas cosas que son el día a día.

Invito a todos, ahora sí los invito para no quitarles más tiempo a que se unan a esta visión. Las misiones y ahí sí me parece que fueron injustos, para no decir una palabra más fuerte, no se discrimina a quien firma ni quien no firma; cuando atienden a la gente en Barrio Adentro, no le preguntan si firmó o no firmó, cuando venden la comida en Mercal no le preguntan si firmó o no firmó. En Misión Sucre, se los digo, hay mucha gente que firmó y todavía están estudiando, es decir, esto es mentira que le negamos el derecho a la gente porque firmaron o no firmaron. En las misiones que fue exactamente donde quisieron poner el dedo y ahí es realmente no es donde está lo que ustedes querían decir.

En Fapicuv se portaron como los meritócratas de PDVSA, quisieron montar su PDVSA en los colegios universitarios, quisieron usar los colegios universitarios para derrocar al Gobierno en un momento cuando vieron que era débil, y aquí sí ve uno algo que dijo el Vicepresidente hace rato, nosotros necesitamos una oposición democrática. Nosotros no queremos aplastar a la oposición, eso del pensamiento único es imposible. Le decía a alguien que hablaba del pensamiento único, es que ¿cómo piensan ustedes que podemos imponerle un pensamiento único si son incapaces de ponerse un pensamiento único dentro de ustedes?

Pero de qué manera podemos llegar a controlarlos a ustedes para que piensen de un sólo modo. Eso es imposible, esa no es una aspiración nuestra. Dice Aristóbulo que le haríamos el favor, pero les digo más, dentro de nosotros tampoco hay pensamiento único, hay diversas percepciones, matices, visiones, ese es parte del ejercicio de la libertad y de la vida, pero lo que sí dijo es que si nosotros queremos que este país surja y no que renuncien a la Asamblea Nacional cuando creen que viene un golpe dentro de unos días, como pasó el 11 de abril y que se reincorporen a la Asamblea, cuando ven que el golpe fracasó, si ustedes en verdad creen que la Asamblea no es para tirarse un paro a ver si el Gobierno se cae y después cobran completo cuando el Gobierno no se cayó, si ustedes en verdad creen que la guarimba no es un método para derrocar un gobierno, lo que digo es si muestran con sinceridad, no a nosotros, sino al pueblo venezolano que creen en la Constitución y que están dispuestos a seguir las reglas del juego, si ustedes creen exactamente eso, nosotros estamos perfectamente dispuestos a conversar.

Miren, una parte del problema con las universidades no es lo de la autonomía, es un problema de desconfianza. Los últimos cuatro años han sido muy duros para Venezuela entera. Estamos en una etapa donde podemos sanar a Venezuela, podemos sanar las heridas. Estamos en una etapa donde este Gobierno es más fuerte que nunca antes, donde la situación económica es mejor que nunca antes, donde realmente existe la visión, la claridad, la unidad política del Gobierno para construir, donde sabemos que vamos a ganar las elecciones próximas, eso creo que está de anteojito.

Ahora, en este momento que nos sentimos fuertes, no es momento para aplastarlos como dicen por allá, que ahora sí vamos por ustedes. Es momento para tenderles la mano, pero tenderle la mano a gente que cree en la democracia y no que crean que cuando nos podemos resbalar y caernos, entonces, ahí es que van a acabar con nosotros. Se los digo por Fapicuv, porque lo mostraron una, dos, tres veces. No creían en la democracia sino en la oportunidad de ver cuándo uno se descuidaba para ver cuando lo destrozaban a uno. Por favor, necesitamos testimonios de voluntad democrática, porque trabajando con las diferencias, trabajando con la oposición es que se hace una democracia, pero no, usando la democracia para destruir a un sueño de un pueblo.

Termino aquí diciendo que –quizás es una frase– estoy honrado de haber participado en este debate. Estoy a la orden para continuarlo cuando ustedes crean posible o disponible su continuación.

Creo que hemos venido a dar la cara porque no teníamos miedo, porque quizás se equivocaron quienes escogieron a la educación como un área débil del Gobierno, y no entendieron que quizás es el área más fuerte de las obras de este Gobierno. Ahí se equivocaron, si piensan que iban a hacer daño al Gobierno por medio de la educación, escogieron mal, porque quizás es el área donde el Gobierno tiene más que mostrar y donde tiene más que prometer y donde más claros estamos en qué hacer en los próximos años. (Aplausos).

Por eso les digo a la gente que nos acompañó; a los compañeros ministros que nos acompañaron, a los diputados que se quedaron hasta tan tarde; a los medios de comunicación que nos han acompañado toda la noche; a los directores de las escuelas militares que pacientes y silenciosamente han visto algo que hemos tratado de convertir en un acto de pedagogía política; en un acto de cómo pueden hacerse bien las cosas, incluso dentro de la Asamblea y el Gobierno.

Lo que queremos decirles es que estamos en un momento de cambio, de transición. Vamos hacia algo nuevo; estamos creando algo distinto, pero estamos aquí encendidos por nuevas ideas y por eso es que el pueblo afuera nos acompaña; no porque les enseñamos a ellos sino porque ellos comparten con nosotros estos derechos.

Termino diciendo que quien no esté poseído por las ideas que apasionan a sus contemporáneos, como el pueblo que está allá afuera, es incapaz de conducirlo. Si ustedes quieren conducir al pueblo, señores de la oposición, entiendan que ellos son los que tienen estas ideas que por nuestra boca salen, no es invento nuestro. Únanse a nosotros y tendrán su oportunidad.

Muchas gracias. (Aplausos).


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