Indiscutiblemente por la forma cómo sucedieron las cosas, es evidente que la cabeza del estudiante Kevin Ávila fue entregada a sus verdugos en bandeja de plata, quienes inmediatamente, sin haberse tratado ese punto en la reunión, decretaron el reinicio de las clases de la UCV, para el lunes.
Ahora la pregunta de las 35.000 lochas, es a cambio de que. Que contraprestación tan valiosa tendría el gobierno, de parte de las autoridades fascistas y mediocres de la UCV, para haber vendido a alguien que esas autoridades consideran un peligro para sus planes políticos y por ello hicieron todo lo posible por salir de él.
Yo creo que la contraprestación seria la paz, la paz social o estudiantil, lo que en estos momentos es una promesa de cumbiambera, un pote de humo.
Creo que la fracción reformista que dirige al gobierno bolivariano, en este caso su seccional de la educación superior se volvió a equivocar, como se equivocó cuando solicitó retirar la ley de educación superior en enero de este año y cuando pidió que a los manitas blancas que tenían tomas, muy permisivas por cierto, en los tribunales del país y en la OEA, se le concediera la libertad de muchos presos políticos (La mayoría con crímenes de lesa humanidad), la libertad de uno de ellos le provocó el infarto a la camarada Lina Ron, por cierto. Y ahora se vuelven a equivocar, entregándole la cabeza de Kevin, a las autoridades fascistas y oscurantistas de la UCV, a cuenta de la lucha “contra la violencia”. Violencia cuyo hecho más grave, como es la quema de dos vehículos, huele a auto-atentado y el escrito del camarada Miguel Alfonzo (Miguelacho), lo evidencia.
En los tres casos anteriores, la justificación para dar esas concesiones de principios, es la supuesta paz social que en este caso sería la paz estudiantil, muy ligada a la paz en general.
El reformismo pumalaca, en si no quiere paz verdadera, ya que si quisiera paz verdadera buscaría la justicia que implica una ley de educación superior revolucionaria, la rendición de cuentas por parte de las autoridades mediocres y fascistas universitarias y las sanciones a los culpables de la corrupción, el atraso y la desarmonía de la educación superior con el desarrollo económico nacional; solo esto último traería la verdadera paz producto de la aplicación de justicia.
La paz que busca el reformismo, es lo que en criollo llamamos “correr la arruga”, comprar paz, por ahora, para mantenerme en el poder y luego, los que vengan atrás que arreen. Bien irresponsables y anti-patria son estos pumalacas.
El sector de la educación superior como un sector clave en el desarrollo económico del país, debe cuestionar la actitud de esta Ministra, que conjuntamente con otros ex –ministro, hoy flamantes diputados, pero influyentes en el sector, políticamente hablando y otros ministros del gabinete económico conforman la burocracia en ese sector, y es el grupo a derrotar, solicitando su destitución o renuncia inmediata, de la Ministra, no solo por incompetente y utilizar la táctica Shakira (Ciega, sorda y muda, cuando le conviene), caso concreto del Zulia, en donde hay un movimiento reformador serio y ella ni pendiente, sino por no ser revolucionaria, que a todas luces se ve que es una socialdemócrata.
Igualmente el sector de la educación superior debe pedir la aprobación de la ley de educación superior, la que devolvieron en enero ya que ni la burocracia reformista ni la derecha, tienen el más mínimo ánimo de discusión, al igual que la rendición de cuentas públicas por partes de las autoridades mediocres y elecciones ya con participación de todos, ya que la ley de educación lo prevé.
Por supuesto, en lo inmediato se debe pedir la reincorporación ipso facto de Kevin a su pupitre en su aula respectiva, ya que el fin de la supuesta lucha contra la violencia universitaria, era expulsar a Kevin, para que no participe en las elecciones estudiantiles el próximo 2-12-11, que seguro las ganarías por su liderazgo; toda una politiquería por parte de las autoridades rectorales, las cuales, esta vez, cuentan con el aval de la Ministra.
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