En anteriores artículos hemos denunciado las diferentes irregularidades por las que ha pasado la Facultad de Ciencias de la Educación de la UC. Una de la más grave es la falta de gobernabilidad evidenciada en una gestión fallida y forajida que, desde el decanato, la Dirección de Escuela y sus acólitos en Consejo de Facultad, ha estado dirigida a complacer intereses de sectores clientelares y, en consecuencia desconoce la pluralidad, la democracia y hasta los reglamentos que la propia Facultad se ha dado, por un lado; por otro, la falta de una política seria, académica y de atención a los estudiantes que les permita a ellos y a los profesores, el desarrollo de la planificación semestral sin las prisas que demanda dejar el “tiempo despejado” para el Curso de Nivelación y Avance (conocido como curso de verano).
Ahora bien, el profesor Luis Torres se jubiló, ya no es decano, y pretendió dejar como herencia una de sus pupilas, pero llegó, ¡albricias! el “insight” a la FAce; la mayoría de los profesores que creemos en la verdadera democracia y pluralidad nos hemos opuesto a esta situación y dejamos claro, con una carta ante el Consejo Universitario, que no permitiremos más imposiciones “a dedo”, y si todavía no está el Reglamento Electoral como estipula el TSJ, entonces la Asamblea de la Facultad -sus estudiantes , profesores, empleados, personal de mantenimiento- reunidos en distintos sectores, incluso con liderazgos de distinto signo que hayan mostrado rivalidades en momentos determinados, comprendiendo a aquellos sectores o grupos que bajo el dilema de apoyo incondicional o “punto de no retorno” todavía apuntalan a Luis Torres como decano. Ampararse en la figura de Torres (figura que poco a poco se desmorona y todo lo que a su alrededor se cobijó), es apoyar los intereses de la rectora Jessy Divo y lo que esta encarna: la visión neoliberal y conservadora de la educación. Creemos que es tiempo de pensar en el rescate de la moral de la FAce y en una gestión concertada que seleccione cuidadosamente el equipo decanal transitorio, hasta tanto no se realice las elecciones.
En primer lugar, planteamos que es este un momento propicio para abrir los canales de participación en las elecciones, que se debata la necesaria incorporación del voto paritario, democrático entre estudiantes, personal de mantenimiento, profesores, empleados, tal como lo manda la Ley Orgánica de Educación y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Que los docentes contratados, olvidados por muchos (con honrosas excepciones), tengan voz y voto en esta Asamblea que se ha propuesto y que, sean elegibles para cargos de elección.
En segundo lugar, sostenemos que la política que impulse el representante del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria ante el Consejo Universitario, debe ser, no la de un grupo que arroga la expresión socialista en la Universidad sino la manifestación amplia de todos los sectores (estudiantes, empleados, profesores, obreros) que apoyan las políticas del proceso revolucionario.
En tercer lugar, acometer un plan a corto, mediano y a largo plazo de recuperación académica, ética y moral en la Face, que no sea espasmódico y para solventar una crisis puntual, sino que determine unas líneas generales, que pasa por comenzar a cumplir reglamentos (el Reglamento de Cátedras y Departamentos, el Reglamento de Consejos de Facultad); acometer el adecentamiento y formalización de las cátedras, los Concursos de Credenciales para Cátedras y Departamentos, que no se gestione en los consejos de facultad la modificación del reglamento y se pretenda elegir a los jefes de cátedra o departamentos como si fuese un reinado de belleza, son cargos que merecen respeto por lo que la persona sabe, su experticia, su carrera académica; defender la equidad en los nuevos ingresos a la facultad; ofertar cursos de extensión gratuitos para los estudiantes; realizar evaluación en la contratación de servicios docentes; revisar los baremos para los concursos de oposición; adecuar los planes de estudio a las realidades del país; acondicionar la biblioteca e infraestructura. Se nota la privatización permanente de áreas como el auditorio (hasta los estudiantes tienen que pagar el uso de sus propios espacios), así como se observa el descuido sistemático del pregrado (aulas, equipos, ausencia de pupitres) en oposición a la carrera rentística que significa el negocio del postgrado y sus eventos.
Planteamos imperiosa la inhabilitación política y administrativa para Luis Torres, por su manifiesta incapacidad para gerenciar la Face, conjuntamente con su equipo conformado por sus directoras y sus consejeros de facultad que lo han secundado con su brazo levantado, convirtiéndose en cómplices-participantes en todo este desastre. Su nefasta gestión deja a nuestra Facultad en un estado de total abandono en sus instalaciones, sin embargo lo más doloroso fue cómo hizo de la mentira, de la burla, de la trampa como si fuese un ritual más de los que está acostumbrado a practicar. Eso sí, desde el decanato y la Dirección de Escuela se incrementaron las expopachangas, suerte de fiestas olorosas a templetes que en nada se refleja el espíritu de las cosas bien hechas, elaboradas con gusto, con compromiso humano. Todo es un negocio, hasta marchas, carrozas y caravanas.
Pareciera que la crisis la desata el hecho de la jubilación del profesor Luis Torres, insistimos, venía creciendo desde hace años, por todos los hechos mencionados supra, con sus cómplices en las direcciones y en el Consejo de la Facultad, en los que se avizoraba desde antes, el ABUSO DE PODER, las arbitrariedades y las conductas antidemocráticas. Por eso decimos: QUE SE VAYAN TODOS.
Finalmente, acotamos que la crisis no solo es en el decanato sino en algunos departamentos, por ejemplo, en el Departamento de Lengua y Literatura, cuyo jefe, profesor Edgar León Guerra, ya se jubiló o el oficio le llega el 17 de este mes de abril (según fuentes), y quiere reeditar la experiencia TORRES-FRANCO, en LEÓN-PÉREZ, ambas experiencias con sus protegidos-protectores como si fuera un asunto sucesoral y quienes formamos parte del departamento no fuésemos mayores de edad, con criterio propio, además de que hay profesores con méritos para coordinar ese departamento. Así como se realiza la Asamblea de Facultad para nombrar un decano transitorio, hacemos un llamado al Departamento de Lengua y Literatura para convocar de inmediato una Asamblea Departamental cuyo único punto sea la provisión de jefe encargado del departamento (eso sí apegada su realización al Reglamento de la FACE.
¡QUE SE VAYAN TODOS¡
¡POR UN EQUIPO ACADÉMICO, DEMOCRÁTICO, JUSTO!
¡POR UNA VERDADERA TRANSFORMACIÓN UNIVERSITARIA¡
Todavía nos queda reserva moral de sobra en nuestra Facultad de Ciencias de la Educación
Profesora Titular
Jefa de Cátedra