Acabo
de leer en la prensa* que la Asociación de Profesores de UCV declara
que el pago de los pasivos laborales a los profesores por parte del
gobierno a través de los bonos denominados Petrorinocos es
inconstitucional y que, por tanto, ellos sólo están dispuestos a recibir
el pago de sus beneficios laborales en efectivo o que de lo contrario
plantearán el 26 de este mes en el gremio, la posibilidad de que se
recurra al “paro nacional indefinido”, algo que nos suena y
bastante a los prolegómenos del golpe de abril/2002, como medida de
lucha para presionar al gobierno. ¿Será este ingrediente otro más de los
que elaboran los laboratorios de la oposición todos los días para
intentar reeditar aquel zarpazo a la democracia?
Uno
no sabe si reírse o alarmarse ante esta noticia que hoy nos traen los
medios. La respuesta de un gremio de profesores, cuyos integrantes no
son cualquier cosa, sino venezolanos universitarios ubicados dentro de
una escala cultural y de sabiduría de excepción, sin duda, que pudieran
razonar y mirar más allá de sus propias narices ante una decisión de
pago por una vía que no sólo es absolutamente transparente y que,
además, les abre a sus beneficiarios la posibilidad de lograr réditos en
niveles imposibles de obtener con otro tipo de instrumentos de
inversión (+del 18%), nos impone que le formulemos a ese gremio o a quien quiera respondernos de sus integrantes, lo siguiente:
¿Cómo
es eso que cuando Caldera II les dijo no solamente a ustedes, sino al
país entero por la televisión y me parece estarlo escuchando ahora misma
(palabras más, palabras menos), que “el gobierno no tenía para pagarles esos pasivos y, además, les agregó, sin inmutarse, que “el
Estado jamás iba a disponer de recursos tan cuantiosos como para
reconocerles esos pasivos y que, por tanto, les recomendó que se
olvidaran de pretender cobrarlos”, nada dijeron o al menos no le armaron ningún zafarrancho a su gobierno?
¿Qué
pasó entonces, nos les funcionó para nada esa natural capacidad de
rebeldía que debe acompañar siempre a quienes tienen bajo su
responsabilidad la formación de la juventud venezolana, como el mejor
ejemplo que deben darle para impedir que quienes gobiernan, engañen e
irrespeten al pueblo?
Esta
conducta de la gente de la APUC, que no creemos que sean todos los que
hacen parte de la agrupación, sino los disociados en grado extremo de
siempre, no sólo es deplorable, es atorrante y peor aún, es una muestra
del mayor descaro e hipocresía, pues ha sido el Gobierno de Hugo Chávez
quien les ha venido cancelando ese inmenso mono que se había acumulado
hasta el último día en el poder de la Cuarta República…
¿O es que eso, efectivamente, ya lo olvidaron…?
(*) Ultimas Noticias de hoy 3 de septiembre de 2012, página 4
oliverr@cantv.net
