La realidad escolar y el Currículo Nacional Bolivariano

Con la llegada del nuevo Currículo Nacional Bolivariano a las aulas de clases venezolanas, parece que el pensum escolar será reinventado a imagen y semejanza de la praxis eco-socialista que se viene construyendo en el país. Sin embargo, nos preguntamos ¿Podrá el plan de estudio cambiar la realidad que enfrentan a diario los muchachos? Para los sectores de ultra derecha disfrazados de vicerrectores académicos, la respuesta es NO, debido a que el currículo no proyecta una “visión de negocios” en la mente de los estudiantes. Para los defensores de la Patria revolucionaria, la respuesta es SI, pues se inyectará la ética, la moral y la justicia social en el corazón de los alumnos. Entre optimistas y pesimistas, tan sólo el comportamiento que se vislumbra dentro del perímetro escolar, puede demostrar qué tan cerca o lejos estamos de conseguir un sueño utópico o una imborrable pesadilla.

En tal sentido, explicaremos los cinco ejes curriculares integradores, para luego emplazarlos con el escenario que se vive en los pasillos, patios y salones de clases. El primer eje denominado “Ambiente y Salud Integral”, busca reorientar la interacción de los jóvenes con el entorno, para lograr un mejor desenvolvimiento en todas sus actividades. Como sabemos, ningún país de Latinoamérica cuenta con una política ambiental que garantice la adhesión de contenidos ecológicos a la educación básica que reciben los muchachos. Por lo que Venezuela tiene una bonita oportunidad de sacar a relucir su casta eco-socialista y acabar con la impunidad en contra de la Madre Tierra. El problema es que a la mayoría de los muchachos no les importa en absoluto cumplir con las 3Rs (reducir, reusar y reciclar). Tampoco les interesa practicar la Eficiencia Energética, ni ahorrar el agua potable.

El mencionado eje, debe ir más allá de estimular a que los alumnos dibujen un árbol con creyones, pinten de azul el cielo y de rojo el infierno. Por décadas ese fue el obsoleto mensaje ambiental que se transmitía a la juventud criolla. Es ilógico informarle a un joven que el Lago de Maracaibo, ubicado en el occidente de Venezuela, es el lago más grande de Sudamérica sobrepasando los 13.000 km2, si los profesores no cuestionan la grave contaminación que adolecen sus aguas, por el vertido de crudo, químicos tóxicos y basura doméstica. Es redundante ilustrar la historia del Oso Frontino, visto como el único úrsido nativo de América del Sur que recorre los páramos andinos, si los maestros evitan decir que está en peligro crítico de extinción por la destrucción de su hábitat a causa del Hombre. Te cuentan que La Gran Sabana es un inigualable destino turístico que yace en el macizo de las Guayanas, pero los docentes no te hablan sobre el inicuo rustiqueo que dejó una cicatriz latente en su ecosistema.

Es repudiable que un joven desconozca que una botella de plástico tarda de 100 a 1000 años en degradarse, que una lámpara fluorescente compacta ahorra un 75% de energía, a diferencia de la tradicional bombilla de luz incandescente, o que uno de cada cinco árboles talados se utiliza para la fabricación de papel. Por eso es vital que la educación ambiental sea un contenido adherido a la realidad “real” de los liceos patrios. Debemos propagar textos escolares a bibliotecas públicas, salas de lectura y centros culturales, donde los niños participen en dinámicas grupales que aviven el interés por el conservacionismo.

Ellos deben respetar la diversidad biológica, y saber que NO es correcto comprar y enjaular aves por capricho, encadenar y lastimar a los perros, o asistir a los indignos Circos. No obstante, los vicios del pasado siempre están dispuestos a destruir al presente, sobre todo, cuando el objetivo se observa infranqueable, por lo que la Educación Ambiental en Venezuela exige un monitoreo constante de organismos públicos e iniciativas ecológicas, como el Minamb, la Misión Árbol, la Zona Educativa y las brigadas ambientalistas, para trabajar en mancomunidad con el cuerpo directivo y el profesorado de las escuelas, en aras de velar por el cumplimiento del eje.

Como periodista egresado de la Universidad del Zulia, recuerdo que mis compañeros de clases se negaban a cursar la asignatura de “Ética Ecológica”, por considerarla aburrida y sustituible del plan de estudio universitario. Las personas desconocen que la buena salud del Medio Ambiente, es la clave para realizar las actividades académicas, laborales y hogareñas que enfrentamos a diario. Por tal motivo, es fundamental que los niños reciban el poder de la Educación Ambiental en edades tempranas, y se conviertan en centinelas de la Pachamama dentro de sus colegios y comunidades.

El segundo eje denotado “Valores, Derechos Humanos, Cultura de paz y vida”, busca rescatar en el discernir de los muchachos, una serie de luces y saberes para encarar con gallardía a la jungla de cemento. Se intenta que los alumnos adquieran grandes tesoros, como el respeto, la tolerancia, la solidaridad, el altruismo, el civismo y la confraternidad, que los ayudarán a no caer presos en las manos opresivas de la transculturación, del egoísmo y del resentimiento. La búsqueda de proyectar el humanismo, siempre ha estado presente en el diseño curricular que se elabora para los colegios venezolanos. Pero, las implacables agujas del reloj, demuestran que los bachilleres en Venezuela egresan de las instituciones educativas sin la dosis pacifista requerida para emprender con éxito la inhóspita misión del destino. Por eso observamos con tristeza, como la adicción al dolor sigue intacta en el grafito de los cuadernos, en la indiferencia de los pizarrones y en los moretones que ocultan los pupitres.

Por desgracia, el círculo vicioso que se retribuye a diario en los liceos, se traduce en el archiconocido “Bullying”, siendo la consecuencia directa de la crisis de valores que se padece en la actualidad. El acoso escolar siempre fue, es y será el pan de cada día en los centros educativos a escala global, porque las causas congénitas que llevan a practicarlo, no escapan de la perversa realidad que vive la Sociedad Moderna. Vemos que Venezuela tampoco encuentra una salida por donde pisotear todas estas impunes verdades. Aparte de la eterna violencia intrafamiliar, que destruye la salud mental de los hijos, gracias a una hebilla oxidada que castiga con sangre, o a una lengua que no perdona las heridas del alma. Hay que sumarle los malditos antivalores que transmiten los intocables medios privados venezolanos, que ya no saben que hacer con toda la basura mediática que transmiten en alta definición. También contamos con la prostitución virtual gestada por las redes sociales, que primero obligan a que votes y comentes cuál fue la mejor golpiza que le propinaron a un alumno, y luego piden que te suscribas al canal oficial de videos, para que recibas el link de las nuevas palizas que recibieron los “Nerds”, y que fueron oportunamente grabadas con la cámara del teléfono celular.

Es triste reconocer que la práctica del Bullying en Venezuela, va ganando más y más visitas, seguidores y pulgares levantados. El mórbido morbo de los jóvenes venezolanos, es auspiciado por una colectividad que sólo habla de política, dinero y muerte. Aunque podríamos refugiarnos en la plegaria de la serenidad, ya es hora de asumir la corresponsabilidad que existe entre la delincuencia desatada en las calles, la apatía de los padres y el deseo de venganza en las escuelas. De hecho, mientras usted lee este artículo, es probable que su hijo, nieto o sobrino, sufra de hostigamiento, practique el Bullying, o sea uno de los cobardes alumnos y profesores que permiten el ataque sin detenerlo.

Pese a que la problemática del Bullying se evidencia en todo el país, sin duda que el estado Zulia, refleja el mayor índice de acoso escolar en Venezuela. Tan sólo en el 2013 se reportaron más de 80 casos en los colegios zulianos, sin añadirle todas las agresiones físicas y verbales que no son denunciadas y quedan en el anonimato. Aunque el acordeón de la ignorancia, oculta la funesta melodía que padecen a diario los muchachos, seguro que existe una complicidad entre la vena de la Transculturación, el desquiciante Codex Gigas y los sagrados robles que encubren el Bullying

El tercer eje llamado “Trabajo Liberador y Orientación Vocacional”, intenta que los jóvenes descubran la satisfacción de sentirse útiles en la geografía venezolana, mediante actividades lúdicas que invitan a desarrollar el ingenio y les ayudan a reconocer sus virtudes de cara al futuro laboral por emprender. En la medida que los niños y adolescentes participan en tareas programadas de usufructo personal, también se produce una sinergia gracias a las experiencias obtenidas por el resto de los alumnos, mejorando así el ambiente escolar en las aulas de clases, y aprendiendo a mantener el control en su entorno. Pese a ello, será relevante conocer el nuevo enfoque práctico del eje, pues en la actualidad, los estudiantes de cualquier nivel de escolaridad son reacios a desempeñar trabajos extra-curriculares, como por ejemplo el servicio comunitario en sus localidades, que es una gran oportunidad de colaborar desinteresadamente con sus semejantes y dar las primeras señales de autocrítica en sus vidas.

El cuarto eje designado “Independencia, Soberanía y Defensa Integral de la Nación”, pretende reforzar el sentido de pertenencia de la juventud venezolana con la patria bolivariana, afianzando el espíritu de lucha, lealtad y libertad que engalanaron las batallas por la emancipación del territorio. Pero, el pasado sigue chocando con la realidad del presente, pues hoy en día, una gran cantidad de alumnos de colegios públicos y privados no soportan cantar el himno nacional antes de ingresar a sus salones de clases. De hecho, si se atreven a entonar las gloriosas notas de nuestro himno, serán víctimas de Bullying por parte de sus compañeros de clases. Aunque la mayoría de los estudiantes nacieron descalzos al ritmo del tambor de Barlovento, ahora le dieron la espalda a sus raíces autóctonas, y prefieren celebrar el Día de Acción de Gracias, Halloween y el April Fool´s Day. Como indicamos en párrafos anteriores, en Venezuela existe un proceso de Transculturación por la presencia de factores externos, como los videojuegos violentos que se siguen vendiendo en las calles, la droga ofrecida por la televisión satelital y el consumismo tecnológico del siglo XXI. De allí, que es vital repatriar la mente y el corazón de la infancia tricolor, para que cuando el deber llame, no duden en defender con pundonor las 8 estrellas de la bandera venezolana.

El quinto eje nombrado “Lenguaje y Comunicación”, incita a que los muchachos expresen con naturalidad todas esas ideas, opiniones y conocimientos que de a poco el niño va adquiriendo en la vida, y que necesitan ser canalizados mediante un lazo comunicativo que escuche y no reprima el pensamiento de los estudiantes. Fomentando la lectura, el discernimiento y la oralidad dentro de los espacios educativos, se acrecienta la posibilidad de contar con una sociedad civil llena de conciencia social, que aprenda a pensar antes de hablar. Eso generará un entorno más armonioso entre los ciudadanos, los padres y sus hijos. Recuerda que los problemas de la vida cotidiana que enfrenta la gente, se basan en la falta de un eficiente vínculo comunicativo social, familiar o laboral. Detrás del Bullying, de la Violencia Intrafamiliar y del Mobbing, se esconde el temor a represalias, la vergüenza de mostrar debilidad ante los demás, y lo que es peor, la costumbre de jugar el rol de víctima en el conflicto. Usted debe denunciar esa clase de abusos, y ayudar a que otras personas se decidan a comunicar la agresión.

Como vimos, existe una gran posibilidad de observar cambios drásticos positivos en la educación que reciben los muchachos. Pero, es lamentable que sus papás no hayan recibido la enseñanza de los 5 ejes curriculares integradores. Aunque los adultos pudieran asistir como oyentes a las clases, ya el veneno del orgullo se encargó de alejarlos del perímetro escolar. Quisiéramos saber qué pasará cuando el hombre nuevo de 8 años, regrese de la escuela y les cuente a sus padres sobre lo importante de reciclar el vidrio, y entonces el hombre viejo de 51 años, lo mande a callar, le pegue o simplemente lo ignore. Vemos que muchos animales disfrazados de padres de familia, pagan sus frustraciones, borracheras y descuidos, maltratando la vida de sus aparentes seres queridos. Es cierto que el Currículo promete ser una noble oferta académica para los estudiantes, pero si sus progenitores continúan con los vicios del pasado, se rompe por completo la esperanza de vaticinar un norte próspero entre ambos.

Lo que podemos esperar del Currículo Nacional Bolivariano a instaurar en el 2014, dependerá de quienes cotejen estas palabras con la realidad que enfrentan sus familiares. La transformación del pensum escolar, es un buen primer paso para erradicar los focos de violencia que persisten en las escuelas, y por ende, mejorar la relación con el entorno que albergamos. No se trata de ganar o perder una guerra, sino de comprender que todos estamos inmersos dentro de un gran barco, que ansía tener la voluntad de navegar en santa paz. http://ekologia.com.ar/



carlosfermin123@hotmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 10432 veces.



Carlos Fermin

Licenciado en Comunicación Social, mención Periodismo Impreso, LUZ. Ekologia.com.ve es su cibermedio ecológico en la Web.

 carlosfermin123@hotmail.com      @ecocidios

Visite el perfil de Carlos Ruperto Fermín para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: