Se complementa con esta Frase de Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”
Con la dichosa y tan mentada guerra económica que se ha desatado en nuestro país, creo que nos están bañando con un pote de humo por parte de los interesados de acabar con la revolución o las revoluciones que se vienen desarrollando en nuestros países más oprimidos. Para todos es sabido que hacer esta revolución, es retar al diablo en paños menores o mejor dicho, a Satanás desnudo con su olor azufre y ya les voy a decir ¿por qué?.
Con la desaparición de los productos de primera necesidad, el aumento exagerado de los mismos, el fulano bachaqueo, que no es más la extracción de lo que producimos o lo que consumimos que viene y que va, mejor conocido como contrabando, es decir llevar y traer sin darles cuentas al estado.
Lamentable pero cierto, también nos están desviando la atención del sistema educativo. El mismo que nos machacó con su pensamiento Nuestro Libertador, como el señalado en el subtítulo de esta misiva y en este otro, “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”.
Fíjense que, todavía no he visto en ningún medio, ni del estado, ni en los privados, la necesidad que tenemos de maestros y profesores para nuestras escuelas, liceos y universidades, como debe ser señalado, como una emergencia nacional, las casas de estudio, las tradicionales, las que dependen económicamente del gobierno de la A, a la Z, todavía siguen practicando la famosa prueba interna, para acceder a un cupo en las mismas, haciendo ver con esta política, a los aspirantes de la carrera, que hay que echarle un camión de las que te conté, para entrar en sus prestigiosas aulas. Para esto, crearon la delicada figura para excluir a los demandantes, de la PI, (prueba interna) y ahora, lo que antes era dispararle a los venados con estas escopetas, hoy como que se cambiaron los papeles, en lo que es el programa, pensum de estudio, carrera o como mejor le quieran llamar para escucharlo más poético. En lo particular, le digo, la carrera a elegir, van a tener que buscar un mecate con un lazo para salir buscar a los muchachos para que por favor, vayan a llenar los aulas, en específico, en la Facultad de Ciencias de la Educación, caso, Universidad de Carabobo, de lo contrario como van a justificar, tener abierta esta carrera de Educación, específicamente, en esta Universidad con casta y abolengo.
Ahora, agarren esta perlita, parafraseando al amigo José Vicente Rangel. Se hizo la PI (prueba interna) para ofertar 800 (ochocientos cupos), se presentaron 600 (seiscientos) aspirantes. ¿Cómo les quedó el ojo a visor?. Ahí es donde viene la verdadera incógnita de las yo no sé cuentas mil lochas, ¿Qué es lo que está pasando que los muchachos no quieren estudiar Educación?.
Yo se las voy a contestar sin necesidad de echarles un cuento largo, ni una perorata adornada con palabras tecno pedagógicas que ni el que lo usa lo entiende y enreda al que lo está escuchando.
Oyendo en un programa de radio junto a otra persona, la alocución de una especialista en la materia (educación) se le envió por mensaje de texto que ¿Por qué si se ofertaron 800 cupos se presentaron 600?, en una larga respuesta, concluyó que la carrera se había prostituido, si ella es educadora no puede dar esa respuesta, porque ella es parte de ese sistema, estaría admitiendo que ha colaborado a esa prostitución. En otra ocasión escuché una respuesta más sensata, no recuerdo quien la dio, pero me convenció más, “NO HAY INCENTIVOS DE NINGUNA ESPECIE PARA LOS MAESTROS NI LOS PROFESORES DE SECUNDARIA”, creo que es o fue más razonable, y esta persona se refería a que existe una escasez de profesores en la mención de física y matemática, nadie quiere estudiar matemáticas ni física, esta persona decía que había que incentivar a los profesionales en esta rama, y a los egresados en ella darles un estímulo especial, porque si seguimos así, no habrán especialistas en esta rama, en un futuro cercano nos veríamos en la necesidad de importarlos también.
Les voy a decir, todos los profesionales egresados de las universidades son bien remunerados, excepto los educadores, ¡qué cosas tan injusta!, con razón se van extinguiendo, trabajan 8 horas diarias, más las horas que utilizan para preparar la próxima clase, más el tiempo que les exige la Institución o ministerio para la especialización y siempre cobrando lo mismo, ahora más, enfrentándose a una juventud que no tiene ni pie ni cabeza en su razonamiento, por la misma crisis de ese sistema que estamos viviendo en la Educación, los guías del futuro. A veces no llegan ni al sueldo mínimo, tienen que seguir matando tigritos en otras casas de estudio. Con este estímulo ¿quién va a llenar las aulas de la patria en un futuro que está cruzando lo esquina?.
La palabra Maestro es demasiado grande para seguirla denigrando, la revolución tiene el deber de protegerlos y darles el puesto que merecen.
Patria también es una buena educación, con dignos Maestros.
Norma Rivas Santacruz
Norma.rojita@hotmail.com