Y a pesar de todo esto los maestros y maestras cumplen con sus obligaciones contractuales

Estarán conscientes quienes idearon los “sábados pedagógicos” que esta propuesta lesiona los derechos laborales de los maestros, maestras y docentes dado que además de cumplir con la jornada semanal, en las escuelas bolivarianas de 8 horas diarias completas (40 semanales), deben añadir los días sábados a encuentros que en muchos casos son poco productivos y que se imponen a los docentes y personal que labora en las escuelas.

Las autoridades argumentan que los docentes en la Consulta por la Calidad expresaron que requerían formación y preparación, ¿por qué estas jornadas que se supone redundarán en la capacitación del personal docente deben hacerse a costa del escaso tiempo que estos y estas tienen para dedicarlo a la familia o para el sano esparcimiento?

Uno de los gremios más golpeados actualmente por la inflación es el de los docentes, el gobierno no ha cumplido con lo que prometió en la contratación colectiva pasada acerca de llevar el Mercal Obrero a las escuelas para ofrecer a maestros y maestras la posibilidad de acceder a alimentos subsidiados, ¿por qué tanta indiferencia e indolencia hacia un gremio que cumple un rol tan fundamental en la sociedad?

Las mafias que reinan en el IPASME reservan los servicios que presta dicha institución a quienes la conforman o a sus allegados, dejando por fuera a la gran mayoría de docentes que nunca podrán disfrutar de servicios que pagan puntual y oportunamente.
Se ha otorgado soluciones habitacionales, créditos personales y vehículos a muy pocos docentes, ¿por qué no satisfacer las demandas de un gremio tan necesitado como el de los maestros y maestras?

Las primas que cobra un docente mensualmente por concepto de transporte, antigüedad, y para gastos académicos son risibles y apenas cubrirán, todas juntas, para pagar el precio de una pizza en un restaurante barato.

Los docentes no tienen caja de ahorro, lo que sumado a la crisis inflacionaria, hace imposible que quienes conforman el gremio puedan emprender políticas de ahorro que le permita a largo plazo disfrutar de vacaciones o hacer cualquier inversión familiar que redunde en el mejoramiento de la calidad de vida.

Es cierto que la Revolución en sus primeros tiempos reivindicó grandemente a los maestros y maestras, pero actualmente este gremio presenta un estado crítico en sus reivindicaciones contractuales que ameritan un sustancial mejoramiento de sus condiciones.

¿A quién se le ocurre que el maestro y maestra además de toda una semana de arduas labores escolares debe restarle también los días sábados al merecido y necesario descanso?

Ministro Ud., que es abogado debería velar por que a los maestros y maestras no se les vulnere su merecido derecho al descanso semanal.



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Juan González


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