(Algunas razones por las que negaron la inscripción a nuestra juventud asignada por OPSU)
Lo de menos es que se nieguen a salir de sus cargos, ya vencidos desde hace varios años, para no dar su brazo a torcer frente a la exigencia legal de dar participación a todos los componentes de la vida universitaria en las decisiones de la academia. También es lo de menos que gocen de posicionamiento político gratuito, sin tener siquiera genuino liderazgo, mientras administran el poderoso (por mediático) argumento de la autonomía universitaria. Todo eso es, valga decirlo, una retórica que hace parte en esta feroz guerra de cuarta generación, que juega al desgaste del oponente y que pide tomar oxígeno para seguir resistiendo lo verdaderamente malo, lo detestable, lo inmoral y vendepatria: que los Rectores Universitarios Vitalicios permanezcan añejándose en el control de las universidades autónomas, siendo que las universidades en general siguen siendo el más importante, estratégico e idóneo brazo de producción de conocimiento y tecnología del país.
Los Rectores Universitarios Vitalicios tienen un papel importante en el juego de la extracción de nuestra riqueza intelectual, practicando el "bachaqueo de cerebros" mientras favorecen las ideas del "mequieroir.com" de los jóvenes profesionales criollos; convirtiendo nuestras universidades en excelentes lugares para la formación gratuita de quienes serán contratados a bajo costo como empleados de segunda categoría por los países de primeras economías; es decir, ayudando a ser a los países ricos, más ricos aún, y a nosotros, más pobres. Deberíamos llevarlos a un Tribunal por traidores a la Patria cada vez que la gente del Grupo CTO se aparece en sus bien dominados espacios académicos llenos de "autonomía universitaria", o cuando impiden a los muchachos del pueblo inscribirse en nuestras universidades (sean chavistas u oposicionistas), porque, ¡coño!, ¿cómo van a dejar el dominio de los cupos?.. ¡Horror!
Los cupos en las universidades que hemos conocido como "autónomas" han sido tradicionalmente para el "lomito" que ellos han venido seleccionando a lo largo de muchos años; aspecto muy trabajado e investigado por Luis Fuenmayor Toro en sucesivos trabajos sobre la exclusión de los pobres de la educación universitaria. Pero los Rectores Vitalicios Universitarios hablan poco de investigación, distraídos por sus auto-otorgados títulos de Doctor Honoris Causa (risibles causa, como el que se entregó la rectora de la UCV en tiempos recientes). Determinados tipos de cupos universitarios son el centro de una política de entrega a las naciones extranjeras; basta observar como el Grupo CTO presenta sus charlas en los recintos de las escuelas de medicina venezolanas, para entender que son fórmulas de reclutamiento de mano de obra profesional formada gratuitamente y que cubrirá vacantes en España y el resto de Europa por pagos inferiores; algo así como una relación simbiótica: "yo te salvo de ese país maluco que tiene un rrrrrrrrrrrrégimen que te hace sentir infeliz, pero te pago menos porque te llevo a vivir en el primer mundo". Algo así como, "estarás allá, jodido, pero en Europa". Ese acuerdo internacional que firmaron las autoridades vitalicias de las universidades autónomas, sin permiso del Estado venezolano, cual conversa de Lorenzo Mendoza y el Haussman con el FMI, tiene su contraparte interna con el mundo sionista: si por un lado envían a los criollitos a cumplir su soñado "mequieroir.com", por el otro, aseguran cupos para la explotación de la salud a quienes pueden "montar" consultorios, clínicas o cobrar por el manejo de muy costosos equipos que sólo las familias ricas pueden comprar a sus vástagos.
Los rectores Universitarios Vitalicios han pretendido blindar las universidades autónomas por los cuatro costados, favoreciendo el sistema de explotación privada de la salud: 1. Rectores Vitalicios que firmaron un acuerdo internacional de bachaqueo de saberes profesionales, que costaron mucho al país pero fue gratuita para quienes se formaron aquí; 2. Cupos de formación gratuitos asegurados para las clases económicamente dominantes en las áreas de servicios sustantivos (vieja costumbre cuartorepublicana de los clientes políticos, de financiarse por el estado y luego perdonarse la deuda para luego convertirse en explotadores del pueblo); 3. Comunidad universitaria desconocedora de sus propios derechos de participación, adiestrada para oponerse a que los dineros del pueblo vayan a los hospitales donde nos atenderían gratuitamente y mejor (si recibieran la colosal masa dineraria que se les paga a las clínicas privadas por el HCM), y, 4. Un sistema de salud privado, consentido y financiado, operado por quienes se formaron gratuitamente gracias a los dineros que nos pertenecen a todos, para, a su vez, cobrarnos a todos los más altos y desproporcionados montos por el servicio de salud.
¿Cómo permitir que los cupos de Medicina y, en general, de las áreas de salud, en manos sionistas desde hace mucho tiempo, recaigan en bichos pobres que competirán con el "Medical Holding San Bernardino"? ¿Qué explicaciones darán a los centros médicos del este del este? Y esto es sólo un micropedacito del mundo productivo de las profesiones, ¿Qué quedará para el resto?
Frente a la miserable actitud de entregar los conocimientos formados en este país, que tienen los rectores vitalicios de las universidades autónomas, ¡resistiremos con dignidad!, y a la larga, ¡Venceremos!