Desde que en los pensa generales de estudio fueron admitida las Ciencias Naturales y bajo régimen capitalista, estas tomaron la punta en marcado aunque suave declive de las Ciencias Humanísticas que pasaron a un segundo plano en importancia académica y comercial.
Así, desde la segunda parte del siglo XIX los ministros religiosos salieron del juego público como docentes, y los abogados y médicos y profesionales afines quedaron reservados para la defensa del régimen burgués, según los variopintos grados de solvencia de sus potenciales clientes.
Estamos tomando muestras de mayor peso en lo que tratamos de exponerle al Ministerio que nos ocupa.
Ahora bien, las exigencias curriculares para el ingreso de los bachilleres a la universidad siempre guardaron relación directa con el carácter humanístico o naturales. Así, los índice para las CS. Naturales cobraban la mayor importancia, con lo cual sólo los mejor preparados tenían prioridad en los cupos y admisión, además de que sólo los hijos e hijas de padres y madres con mejores ingresos podían costear dicha onerosa carrera, lo cual tradujo una coadmisión y convalidación de nuestra desigualdad económica, es decir, como algo estrictamente "natural" y no socioeconómica en sí misma. Toda una solapada negación del marxismo y apología del idealismo capitalista.
Los egresados de "Humanidades", de manera paradójicamente antihumana, por el contrario, eran incorporados hasta con paupérrimas notas rayanas en 10/20 con un posible 10 producto de redondeos por exceso.
No se consideró que, por el contrario, las peores notas podrían habérseles exigido a los egresados de especialidades de Cs. Naturales, habida cuenta de que el médico o la médica egresada con semejantes deficiencias curriculares serían automáticamente filtrado por el mercado, mientras que los egresados de especialidades humanísticas podrían evadir esas deficiencias en su formación ya que, por ejemplo tendían clientes o usuarios indefensos como los niños o jóvenes incapacitados para el avalúo correspondiente de docentes y abogados unos con mejor formación que otros. Hoy estamos en vías de enderezar esos entuertos.
P.D.: Los claps siguen sin llegar a muchas parroquias cuyos habitantes y familias no serán de pobreza extrema, pero sí se hallan pasando hambre porque, de algún manera, tales claps están siendo burlados por los infiltrados y gente perversa entregada a la derecha y por quienes de paso sí reciben dichas bolsas y los hay quienes sin temor alguno hasta con letreritos en sus puertas ofertan diversos artículos de la cesta básica a perecios inflados.
22/11/2016 7:40:39 a.m.