El Rengifo de los estudiantes

Las tablas convocan a todas las artes. La pintura, la música, la literatura, el canto, lo lúdico, todo lo que implica escena, hacen su aparición en el teatro. Los recuerdos, los sueños y las necesidades se hacen también presentes en las tablas. La escena parece vestirse de un todo entre lo cultural y humano. El teatro reúne a la existencia en cualquiera de sus facetas. Cabría preguntarse: ¿Para qué sirve el teatro? Quizás podría darse la misma respuesta que diera Eduardo Galeano sobre la utopía. Pero la lógica parece decirnos que sirve para actuar, cultivar valores, para la creación, para hacer arte y recrear la vida cotidiana. Una cosa simplemente encantadora. Así lo hacen todos los participantes en la Gala del Primer Festival Nacional de Teatro Estudiantil "César Rengifo", (1915-1980).

Sí, evocan al Rengifo de Una Espiga Sembrada en Carabobo. El militante comunista. Nacido en Caracas un 14 de mayo de 1915. El creador visual y dramaturgo. La impronta social de Diego de Rivera le hizo transitar con los Pobres de la Tierra en enconada solidaridad militante, en creación múltiple, en compromiso ineludible. El César Rengifo del Zumaque I. El muralista en quien se tornó mágico el realismo y demasiado real el impresionismo. Era tan delgadito, diría Alí Rafael Primera. El César Rengifo del vendaval amarillo, el de un raudal de muertos cansados, entre torres, vientos y mariposas de la oscuridad. Se nos quedó en el alma su tinta de combate, su verso cantado en las voces de Natalia Díaz e Iván Pérez Rossi, con la música de Rafael Salazar, en sabrosa y tradicional gaita tamborera.

Que traiga el sueño
entre sus alas
la rosa roja
de la alborada.

Que alguien nos traiga en sus manos
algún cocuyo encendido
para que el campo desierto
renazca entre miel y trigo.

Que alguien nos traiga a la tierra
el mundo de los abrigos,
que los llantos de pobreza
se alejen de nuestros niños.

Las representaciones artísticas de 24 entidades federales participan en el Plan de Masificación e Inclusión de las Artes y de la Cultura por la Paz. El teatro costumbrista toma la escena. El teatro histórico nos brinda memoria y templanza. El teatro necesario se junta a las tradiciones de la cultura festiva y nos presenta la herencia y tradiciones del pueblo, la magia de la obra y el acervo patrimonial de cultoras y cultores, jóvenes estudiantes, que hacen del teatro un instrumento de realización colectiva. 24 puestas en escena.

POEMAS MÁGICOS fue presentada por el Grupo de Teatro de la Unidad Educativa Nacional Bolivariana, Manuelita Sáenz del estado Miranda. Textos reflexivos de César Rengifo se llevan a escena como poesía dramatizada, brindándole color, cadencia y ritmo. César Rengifo también fue militante de la poesía.

EL SUEÑO DE JOSÉ LEONARDO CHIRINOS. Se representa al negro revolucionario. Una histórica sublevación contra el imperio español desde las sierras falconianas, lidera José Leonardo Chirinos, la cual pasará a la historia como la sublevación de negros esclavos del 10 de mayo de 1795. El mes de mayo de 2018, se cumplieron 323 años de esa acción revolucionaria. El Sueño de José Leonardo Chirinos fue puesta en escena por el Grupo de Teatro de la Unidad Educativa Nacional Dr. Rafael Calle Cierra del estado Falcón

En Barinas, el Grupo de Teatro de la Escuela Nacional Bolivariana José Vicente Unda, presentó la obra AQUÍ SE VIVE EN PUEBLO. La escena se desarrolla en un pueblo de pie de monte andino. Niños juegan con una carretilla. Todos quieren montarse, pero un Momo trata de asustarlos, sin alcanzar tal objetivo. Luego el Momo decide hacerce amigos de los niños y se desencadena doce minutos de un montón de aventuras y juegos.

LA RATONCITA PRESUMIDA. Una obra del gran poeta de El Guarataro, fue llevada a escena por el Grupo de Teatro de la Unidad Educativa Nacional Bolivariana Antolín del Campo del estado Nueva Esparta. Se trata de la Ratoncita Presumida, cuya autoría le pertenece a Aquiles Nazoa. Una ratoncita fatua y jactanciosa rechaza el amor de un ratoncito por ser muy pequeño. Esta obra nos brinda un gran valor: el de ser humildes.

EL SUEÑO. Una obra en la que los independentistas de nuestra gesta libertadora aparecen en el sueño de una niña. La invitación de tales personajes es a que se estudie con entusiasmo y amor la historia de Venezuela. La obra es montada por el Grupo de Teatro de la Escuela Básica República de México del estado Aragua.

HUGO, EL SOÑADOR. Una obra que rinde homenaje al mundo bucólico donde se crío el Comandante Supremo, Hugo Chávez. Narra su infancia, su amor por Mamá Rosa y sus anécdotas. El montaje está a cargo del Grupo de Teatro de la Escuela Nacional Bolivariana del estado Carabobo. Esta obra, en términos generales, constituye un homenaje a la labor por la tierra del campesinado.

EL CONUCO DE ZAMURITO. Puesta en las tablas por el Grupo Teatral de la Escuela Pública Bolivariana Carabobo del estado Delta Macuro. Cuenta la historia de un hombre festivo que le encantaba las siembras. Trabajaba mucho en su conuco, pero tenía una esposa que no le gustaba lo que hacía su esposo. Un día tuvo que recurrir a las plantas medicinales para curarse una enfermedad. ¿Habría un cambio en su vida?

EL ADIOS DE MANUELA. Obra llevada a las tablas por el Grupo de Teatro de la Unidad Educativa Bolivariana Simón Rodríguez del estado Sucre. Manuela vivirá 17 años luego de la muerte de El Libertador. Alcanza la edad de 64 años y los delirios de Manuela a la espera de la muerte son escenificados en esta pieza. La vida y la muerte de Manuela conjugada en una sola danza al compás de recuerdos, soledades, historia, batallas y lecturas.

Estas son apenas una muestra reseñada de algunas de las obras. Que los estudiantes y docentes hagan un enorme esfuerzo por hacer teatro, por llevar a escena trabajos actorales, nos dice que el teatro transita nuestras aulas de clase. La actuación ha ocupado nuestras escuelas en animada polifonía artística. Estudiantes armados de obras de teatro han dado la batalla por la belleza y la sensibilidad. Un compromiso social asegura un papel protagónico en cada montaje, en cada puesta en escena. El telón se eleva para que la escena hable y la palabra actúe porque, definitivamente, el arte es la vía para el disfrute de una vida perdurable. ¡Qué vivan los estudiantes!



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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

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