La pandemia sigue disparando sus ráfagas de muerte y afinando su puntería, sin importarle la aguja del dolor que les clava en el corazón a los seres que pierden a una persona querida. Es un aire triste que sopla y envuelve y estremece la quietud de la Tacarigua de Margarita.
El periodista Juancho Marcano, acababa de llegar con Pipo del conuco y una noticia que le dio su esposa en el mismo portón de la casa, le tocó el lado izquierdo del pecho. "No puede ser, es increíble", se dijo, y caminó hasta una silla del garaje y buscó asiento para pasar el golpe que le ocasionaba la muerte de una persona querida y admirada por él.
El perro Pipo al verlo tan impresionado y acongojado, no tuvo más remedio que preguntarle:
- Juancho ¿Qué pasó? ¿Quién murió?
- Ay, Pipo, hoy 13/06/2021/ murió la maestra Luisa Sánchez de Landaeta, y cuando se muere una persona de esa calidad y más aún cuando fue tu maestra y quien te enseñó muchas cosas, para abrirte el camino e ir venciendo obstáculos para lograr ciertas metas, uno siente que una parte de su vida se va con élla, quien nunca olvidó el alumno del aquel sexto grado y que te ofrendaba una flor en cada sonrisa cada vez que te miraba y que te llenaba de elogios, por ser tú uno de sus estudiantes preferidos y ahora porque se sentía orgullosa de tu persona. Es lastimoso y doloroso, Pipo.
Juancho Marcano, se calló y Pipo, comentó: ¿Y se fue por culpa de la peste?
- Si, Pipo, esta es una tragedia que ya se ha llevado a muchos amigos y no sabemos si nos va alcanzar las lágrimas para llorarlos o si viviremos más para ir despidiendo a otros. No sabemos si mañana doblarán las campanas por uno, e irnos sin poder ver a muchos amigos que tenemos tiempo si verlos. Pero en verdad es triste la muerte con esta pandemia que ni siquiera te permite velar a las personas queridas.
El perro Pipo, viendo la tristeza de Juancho Marcano y observando que los gatos Rocky y Rockyta, buscaban salirse para la calle, corrió a hacia éllos y dejó al periodista sumido en su dolor y sus recuerdos.