La atención a los maestros es el "objetivo principal" del plan educativo impulsado por el Gobierno de Nicolás Maduro. De esa forma la Ministro de Educación, Yelitze Santaella, se refirió ante un evento en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Un plan que lleva el nombre "Por Amor a Mi Maestro", el mismo recibe fuertes críticas por las acciones que constituyen imperdonables actos inhumanos. Es que insignes educadores se les causó un daño sin necesidad alguna. Y como consecuencia, sufren de penurias socioeconómicas, desasosiego y depresión por el abuso y la arbitrariedad de funcionarios que actúan violentando derechos a sus anchas.
Entre las víctimas de toda una anarquía institucional está el profesor Freddy Aguilar, un baluarte de la enseñanza de la cultura nacional. Este destacado profesor de música de la E.B. Eutimio Rivas, de Valencia, le llegó ese regalo de amor, al igual que a varias docentes embarazadas, de reposo e incapacitados. Ni los enfermos crónicos se salvaron de tanto amor, que consistió de suspender primero el salario y averiguar después. Más de 3 mil docentes resultaron víctimas de un desamor irresponsable causado por nefastos directivos, supervisores y directores de zona educativa.
Todo eso ocurre en medio de una crítica situación económica y durante la Pandemia que paralizó al mundo. Ese orgullo en presentar un plan con el nombre «Por Amor a Mi Maestro» es interpretado como hipocresía por no responder a la realidad de los hechos. Es que de manera sistemática se violenta el Estado de Derecho y de Justicia Social. De tal manera, que a la suspensión arbitraria de los salarios, se le suman los precarios salarios, las deficiencias del IPASME, la eliminación del HCM y del seguro funerario. Además, de los pasivos laborales resultando el discurso oficial en la ONU una irónica burla al país y al mundo.
El silencio de Santaella y la inacción para determinar responsabilidades administrativas sobre aquellos funcionarios responsables de menoscabar derechos fundamentales, incide en una situación de absoluto desafuero. Es la gestión de la ex gobernadora de Monagas la que violentó como ninguna otra, el derecho inviolable a la defensa y al debido proceso. Esto coloca a la ciudadana Ministro de Educación en una posición de corresponsabilidad por omisión. Por mucho menos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sancionó al Estado de Panamá. No obstante, según la representante de la cartera educativa venezolana, el supuesto Plan al que hizo referencia en la ONU, tiene el objetivo de atender, directamente, tanto a los docentes activos como jubilados.
Prof Freddy Aguilar, músico a quien el ministerio de educación dejó sin salario por unos meses. Inaudito tanta maldad por parte del patrono. pic.twitter.com/PJIbD70HoO
— Gricelda Sánchez (@grisisanch) September 17, 2022
¡Por amor! lo dejaron sin salario y vacaciones
El profesor Aguilar tiene 60 años de edad, es decir, es un Adulto Mayor al servicio de la educación. Es tanta la atención que hasta el día de hoy no tiene respuesta del pago de los salarios caídos. Tampoco se le ha cancelado el Bono Vacacional que por efecto de la devaluación valdrá menos. Si es que se lo pagan. No hubo consideración alguna ante sus problemas de salud, alega que padeció de varias crisis hipertensivas con niveles que pudieron causarle un infarto o un ACV. Por lo tanto, era lógica su vulnerabilidad, si se contagiaba de COVID 19, tal como lo señala la Organización Mundial para la Salud (OMS), con estadísticas que en su momento causaron alarma en donde más del 70% de los fallecidos de Covid eran hipertensos.
Irónicamente, los responsables de este infame acto de miseria humana permanecen en sus cargos. No pasará mucho tiempo en que los premien con ascensos inmerecidos y/o se repita la historia en detrimento del Gremio Docente y de la Educación. Por otra parte, allegados a las autoridades educativas de Carabobo, que se encontraban en el exterior antes de la Pandemia, sin padecimientos de salud, recibieron una consideración especial, al no suspenderle el salario. Si está bien que a docentes jóvenes y sanos, se les tenga ese tipo de consideración porque no tenerla con un Adulto Mayor que ama la docencia.
Como parte de la reparación de daños, adicional a la cancelación de los salarios caídos, costas de la demanda, la CIDH obligó al Estado de Panamá, a cancelarle a cada trabajador la cantidad de US$ 3.000 por concepto de daño moral. Una decisión que produjo toda una jurisprudencia sobre debido proceso en material de procesos administrativos y legislación laboral. Al aplicar una sanción con tan graves consecuencias, en Venezuela el Estado debió garantizar a los docentes y trabajadores un debido proceso con las garantías contempladas en la Constitución y en Acuerdos Internacionales. La burocracia es incapaz de resolver las solicitudes de traslados cuando las vacantes sobran en escuelas cercanas a las residencia de los docentes.
Quién responde por las consecuencias socioeconómicas, afectivas y emocionales en las familias de los docentes y trabajadores afectados, y su impacto en la sociedad. No hay relevo en las universidades. ¿Por qué será que casi nadie quiere que su hijo estudie para ser docente?
Es lamentable, que los conductores de la educación, no comprenden lo que hasta el cansancio son las súplicas de Antonio Pérez Esclarín. Estas se resumen en la siguiente frase:
"Un maestro, una maestra, cariñosos cercanos, es la principal lotería que le puede tocar a un grupo de alumnos en la vida. Puede suponer la diferencia entre un pupitre vacío y un pupitre ocupado, entre una persona violenta o un constructor de paz, entre una vida superficial y hueca, o una vida con sentido"
Por todo lo anterior, se hace necesaria la crítica y la autocrítica. Si la política educativa se centra en el orgullo y la ceguera, disfrazados de patriotismo, amor y fidelidades políticas, seguiremos en un camino peligroso. Todos ganamos, si la actual gestión educativa reconoce los errores y emprende las rectificaciones necesarias. Sin duda que todo acto de impunidad conlleva a que se siga perdiendo la confianza y la credibilidad.
Basta de tanta ceguera y terquedades. Es inaceptable que priven a nuestros niños de tener la suerte de contar con un buen maestro como lo es el profesor Freddy Aguilar y otros iguales de valiosos que no son tratados como se lo merecen. Parafraseando a Esclarín, «cada palabra odiosa que se pronuncia, cada mentira que se dice, cada atropello que se comete, cada actitud que impide o retrasa las soluciones, nos empuja hacia una situación cada vez más inhumana». Sería maravilloso cambiar la retórica y el ocultamiento de la realidad, por políticas eficientes capaces de resolver problemas.
Allí se les deja unos problemas causados por la propia gestión, estos son: Pago de salarios caídos y Bono Vacacional. Adicionalmente, se garantice la paz, lo cual implica cambiar el acoso laboral por más respeto que no es otra cosa que tener sentido común.
edward.carrasco23@gmail.com