Los opositores más recalcitrantes continúan con el guión del “golpe suave”. Soplan y seguirán soplando hasta que “esta leña verde del carajo, deje la humareda y decida prender”, se dicen con lágrimas en los ojos e inyectados de rabia u odio, pero no por el humo. Ayer domingo, como uno esperaba, el Comando Nacional de la Resistencia (CNR) acompañado de gente de AD, COPEI, Alianza Bravo Pueblo, Bandera Roja y “las madres de los jóvenes que integran el movimiento estudiantil”, según reseñó la prensa, salieron a la calle, a poner en escena otro capítulo, por RCTV y por que impidieron “a los estudiantes universitarios y a los demás manifestantes, expresarse libremente y con un trato igualitario”. (Ultimas Noticias 11-06-07).
Una señora del CRN, dijo en tono evidentemente dramático, “la mujer escribe una página de historia en este país, apoyando la lucha de nuestros jóvenes, nadie los manipula, ellos atienden a la formación que les dimos”. (El Tiempo 11-06-07).
En efecto, como habíamos advertido en artículo anterior, la fracción opositora, la que esta marcha integró, ya repite que a los estudiantes que huyeron de la Asamblea Nacional, no se les permitió expresarse libremente y menos se les dio trato igualitario. ¿Pero que revela esto? Mucho. Que la gente de esa marcha del domingo no quiere nada con el juego democrático, poco importa lo de RCTV y todo lo con ella relacionado, sino tumbar al gobierno. Y a este plan le corresponde mentir hasta el ridículo.
¿Y es descabellado pensar, pese a algunos mensajes o discursos verdaderamente suaves pronunciados por algunos estudiantes que han estado protestando, que otros, uno no sabe cuántos, también están insertos en el plan de tumbar al gobierno?
Al CNR y otros grupos, que son cómo la misma vaina, como diría Chávez, por mucho que se meneen, siempre se les mira el bojote. No hay duda que para ellos, el asunto es Chávez. Las consignas o principios que enarbolan, sólo son mascarones de proa. Y ellos han dicho, por intermedio de una dirigente opositora en marcha, que ahora es de las madres, que los muchachos están atendiendo “a la formación que les dimos”.
Y no es necesario que lo diga, aunque es buena su confesión, porque esos estudiantes no vienen de otra galaxia. No son ellos, como alguna prensa u opinadores dicen, seres no contaminados ni imparciales más allá del bien y del mal.
Los estudiantes, generalmente jóvenes, no viven dentro de una cápsula ni son ajenos a los conflictos sociales. En estos están inmersos y sus conductas están marcadas por su origen y la cultura que reciben. Es normal que hijos de la clase media alta, de la burguesía y para más señas, formados en universidades que en gran medida al pueblo han excluido, reflejen conductas y asuman posiciones políticas opuestas a lo que Chávez encarna. Y esto conlleva también que caigan en el desespero de los suyos, de querer tumbar al gobierno.
Por supuesto, de todo hay en la viña del señor. Incluso, en veces los papeles se truecan o para decirlo de otra forma, toda regla tiene su excepción.
Barcelona, 11-06-07