¡Que marchen!

Creo que al error de Cilia Flores de llamar cobardes a los dirigentes estudiantiles que decidieron irse de la Asamblea Nacional sin participar en el debate que ellos mismos habían solicitado, les seguimos sumando varios otros. Entre ellos encontramos el del Alcalde Freddy Bernal al declarar que está pensando en la posibilidad de no autorizar otras marchas estudiantiles en Caracas.

Sería un error que raya en la torpeza, pues eso de pretender justificar la medida argumentando que el jueves pasado “dos policías salieron heridos” nos lleva a creer que lo mejor es vivir en un país de idiotas, donde los estudiantes se limiten a ser ciudadanos “políticamente correctos”, tal como definen en el imperio a los que no se meten en vainas.

Que un estudiante, joven, impetuoso, rebelde por naturaleza, le clave una pedrada en la cabeza a un policía, dentro de una manifestación, es lo más lógico. Así la protesta no se justifique, así la manifestación sea producto de una manipulación, así el acto callejero sea producto de una frivolidad, en ella participan jóvenes rebeldes, incluso jóvenes que se encuentran hastiados del consumismo y que de alguna manera lo expresan.

¿O es que vamos a olvidar que nosotros lanzamos piedras, quemamos cauchos, partimos vidrieras de comercios? Ajá, e igual decíamos que nuestras manifestaciones eran pacíficas y los policías eran los muérganos y a esos muérganos les partíamos la testa con una pedrada y los muérganos también tenían mujer e hijos y funcionarios como Bernal que se preocuparan por ellos.

La diferencia sí está en que para los medios aquella pedrada nos convertía en antisociales, y para los medios de hoy la misma pedrada convierte a los estudiantes en valientes héroes.

Bien, pero ese es un error de los grandes medios. Allá ellos, bastante caros les ha salido seguir sumando errores similares en los últimos años. Nosotros no podemos caer en yerros similares, porque podríamos terminar pagando un alto costo.

Otro rasgo que me preocupa es eso de la “falta de respeto al Alcalde” por parte de los estudiantes. Es una acusación hecha de nuestro lado. Vale la pena recordar una de nuestras tantas consignas en el pasado: “Caldera, marico, Presidente de los ricos”; ¿por qué nos vamos a colocar a hora en el papel de bolsas ofendidos porque algún estudiante dijo algo contra Bernal?

¿A quién va a insultar un joven manifestante (repito, así esté errado en su protesta) sino es a la autoridad que les impide llegar con su marcha al sitio que él quiere llegar?

Vamos a bajar nuestro nivel de intolerancia, camaradas. Dejemos que sigan marchando, que griten consignas vacías, sin contenido. Nuestros propios jóvenes revolucionarios han dado respuestas contundentes, sobrias, fuertes y de mucho contenido ideológico.

Dejemos que sean los jóvenes, a partir del debate, los que resuelvan el asunto. Bernal debería olvidar su rol de policía y recordar que es Alcalde en un proceso revolucionario donde los jóvenes juegan un papel importante.

Pretender que los jóvenes universitarios se conviertan en obedientes ciegos al poder constituido, es añorar tener un país de idiotas.

Eso, a mi modo de ver, no es revolucionario. Al contrario, nos sumamos a un Mac Donald más.



salima36@cantv.net


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Pedro Salima


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