Pareciera que nuestras máximas casas de estudio estuviesen repletas de individuos sin capacidad de análisis, sin convicciones propias, bueno así lo creen los de la oposición, o al menos, están trabajando para que así sea. Ya a un grupo de universitarios lo utilizaron para defender a una empresa privada (RCTV) y ahora lo utilizan para ir contra la reforma constitucional. Recientemente me comentaba un estudiante que muchos de sus compañeros de clases que marchaban y tiraban piedras no tenían idea alguna porqué lo estaban haciendo. Más grave aún: muchos de los que marchaban no sabían siquiera que significa CNE, menos sabían porqué había que destruir las sedes de los mismos en todo el país (parece que esa era la orden del día para el estado Táchira, y por lo que veo para Caracas también). Muchos de ellos, incluso, gozan con cada piedra que lanzan. Lo hacen más por placer, creyendo que están jugando a las maquinitas o video juegos, Nintendo Wii, que por convicción ideológica. Una pedrada a un policía debe valer muchos puntos, igual alta puntuación debe ser quemar un carro, siendo de mayor valor los vehículos oficiales. Al fin, no saben nada
Veíamos con asombro, también, como en la reciente marcha opositora una periodista de Venezolana de Televisión entrevistaba a un marchista universitario que desconocía totalmente la propuesta de la reforma, peor aún: desconocía el artículo 109 inherente a las universidades. Es decir, estaba protestando en contra de la reforma pero no sabe nada de ella; claro ejemplo de la manipulación estudiantil, reforzada con la infausta campaña mediática.
Ahora, ¿cómo están actuando al interior de las universidades estos grupos anárquicos que como borregos están conduciendo a la masa estudiantil hacia un farallón mortal?. Debe haber mucha “complicidad interna”, obviamente. Detrás de estos movimientos estudiantiles parecieran existir poderosos grupos profesorales que marcan las pautas a seguir, pautas que posiblemente tengan origen foráneo. Esto lo podemos afirmar pues vemos como son amparados, y atrincherados, dentro del recinto universitario, individuos encapuchados que atacan con objetos, lanzamorteros y bombas molotov a cualquier persona que los adverse y principalmente a los cuerpos policiales. ¿Por qué no son obligados a dejar la instalaciones universitarias?. ¿Por qué permiten su permanencia en el interior de los ambientes universitarios?. ¿Quién está detrás de todo esto?.
Por otro lado, no hay al interior de “la casa que vence las sombras” signos que evidencien análisis profundos y académicos de la propuesta sobre la reforma. No se respeta el hecho de que la propuesta viene dada por el Presidente de la República y por el Parlamento Nacional. De verdad les importa poco. Invitados casi siempre son politiqueros de pacotilla que sin muchos fundamentos exponen ante estudiantes, obreros empleados y docentes que la reforma es un fiasco, y simple y llanamente hay que votar en contra de ella, y punto. Convencen, paradójicamente, con este burdo discurso a aquellos cuyo estado de disociación es tal que les impide ver los beneficios contenidos en dicha propuesta. Pero aprovechan además las circunstancias para distorsionar el real contenido de la misma. Estupideces sobre la reforma, que se mencionan en las páginas tristes de los medios opositores, son repetidos por estos “expertos constitucionalistas” ante la “clase pensante” de Venezuela, y les creen. Les dicen que el artículo 109 llevará a la tumba el sentido democrático y autonómico de las universidades, y les creen. Les dicen que si se da lo del voto paritario será muy negativo para los estudiantes, y les creen. Que es una aberración que obreros y empleados puedan elegir a las autoridades, y les creen. Bueno ALGUNOS LES CREEN.
Al interior de las universidades, somos los docentes, estudiantes, empleados y obreros quienes debemos hablarle a nuestra comunidad sobre la importancia de la reforma para la sociedad venezolana y particularmente para nuestras casas de estudios. Debemos destacar la injusticia social que históricamente ha imperado al interior de las universidades, donde obreros, empleados y profesores ordinarios instructores se les prohíbe, por ley, votar para elegir a las autoridades. Pero que con la reforma SI podrán hacerlo. Debemos destacar, también, la paridad del voto estudiantil que corrige la distorsión que había del sentido democrático que hasta el presente era vulnerado al impedir, por medio de una proporción de 40 a 50 votos estudiantes equivalentes a un voto profesoral, la participación directa del estudiante en las elecciones. Otros tantos beneficios, como la posibilidad de corregir las desigualdades socio-espaciales impuesta por el modelo capitalista neoliberal, a través de la aplicación del concepto geográfico de la geometría del poder, que además da al pueblo el poder necesario para decidir sobre su propia geografía, su propia cultura y su propia vida, hay que darlos a conocer. Los beneficios para la clase trabajadora incluyendo la reducción de la jornada laboral y la posibilidad que los que trabajan en taxis, peluquerías, entre otros, puedan disfrutar de una protección social por parte del Estado, hay que darlo a conocer.
No todos los universitarios somos estúpidos y con la defensa al SI lo vamos a demostrar.
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