Aunque las penurias presupuestarias
son mayores en la Universidad Bolivariana de Venezuela, pues históricamente
desde su creación viene recibiendo asignaciones mucho menores al resto
de las universidades públicas, no está prevista en la “Casa de Los
Saberes” ni la merma en los nuevos ingresos estudiantiles, ni mucho
menos poner en riesgo la gratuidad que beneficia actualmente a más
de 200 mil estudiantes en todo el país.
Recientes anuncios de voceros
de otras universidades tradicionales como la Simón Bolívar o la Universidad
Central de Venezuela, ya amenazan con reducir en 50% el número de aspirantes
a los ciclos de iniciación universitaria, e incluso con eliminar el
comedor o el transporte estudiantil, aunque contradictoriamente siguen
aupando a la sociedad a que sus hijos se gradúen “en nuestras aulas
magnas”.
Estas medidas están descartadas
en la UBV, institución que se prepara para recibir ahora unos 3 mil
nuevos estudiantes, reforzando con ello la inclusión en la educación
superior, al tiempo de garantizar los servicios gratuitos de comedor,
transporte, certificaciones de notas, entre otros.
Un documento elaborado por
los Coordinadores y Coordinadoras Nacionales de los Programas de Formación
de Grado de esa institución educativa, expone que el aspecto más amenazado
ahora, realmente, es la municipalización de la educación superior,
como valor estratégico que rompe con el paradigma de que no es posible
la gratuidad en los niveles universitarios.
El escrito fue analizado ayer
en asamblea de autoridades, docentes y estudiantes, especialmente a
la luz de las quejas de otras instituciones de educación superior que
ya asumen la crisis como un elemento más de agitación política.
La Universidad Bolivariana
de Venezuela, atiende 10 mil estudiantes en sedes centralizadas y a
través de la Misión Sucre 250 mil estudiantes municipalizados,
en aldeas y otros ambientes.
En la comunidad ubevista se
debate sobre “una profunda discriminación y marginación de los estudiantes
municipalizados”, desde el punto de vista del financiamiento. La idea
es exhortar a los entes responsables a la revisión de los criterios
para la distribución presupuestaria y “sensibilizarlos sobre la importancia
que representa la educación municipalizada en el país”.
“No nos pueden tratar igual
a las universidades tradicionales que ya están consolidadas, pues la
UBV está en pleno desarrollo, necesita laboratorios, pago oportuno
a facilitadores, recursos para la investigación académica, es necesario
que también nos hagamos escuchar”, expuso el profesor Silio Sánchez,
coordinador nacional del Programa de Formación de Grado en Estudios
Jurídicos y coautor del documento reseñado.
Cabe recordar que la UBV está
próxima a graduar los primeros licenciados en los programas de formación
de grado en Gestión Ambiental, Comunicación Social y Gestión Social,
y también los primeros egresados en estudios de post grado.
LA VERDAD EN CIFRAS
Tal convencimiento
se deriva de las cifras que ofrece la Ley de Presupuesto de 2008. La
Oficina de Planificación del Sector Universitario, Opsu, encargada
de distribuir el presupuesto que le asigna el Ejecutivo Nacional para
la educación superior, obtuvo este año 4.958.266.846 Bs.F para todas
las universidades. Las instituciones públicas en general recibieron
4.658.266.846 Bs.F para atender a 1.114.945 de estudiantes no municipalizados
(o “convencionales”), que constituyen el 68 % de la matricula en
educación superior pública para 2008. La Misión Sucre recibió sólo
300 millones BsF, es decir, 6 % del total de esos recurso públicos.
Sánchez explica que los estudiantes convencionales son aquellos que
reciben clases en sedes centralizadas, mientras que los municipalizados
son atendidos en liceos, escuelas u otro tipo de ambiente.
Para el mismo
año la UBV, institución responsable de aproximadamente el 50 % de
los estudiantes municipalizados (250.000 estudiantes), recibió 179.864.891
Bs.F, es decir 3,86 % del presupuesto total distribuido por la OPSU,
mientras que la Universidad Simón Bolívar (USB) teniendo aproximadamente
el mismo número de estudiantes convencionales que la UBV recibió 249.959.962
Bs.F, 5,37 % del presupuesto nacional.
En 2009 se
aumentó la asignación presupuestaria a las universidades tradicionales
en 50% y la UBV sólo en 14%, como se aprecia en el siguiente cuadro:
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LA MISIÓN
SUCRE
Por otra parte, los ingresos presupuestarios de la Misión Sucre no provienen de la Opsu, sino exclusivamente del Ministerio del Poder Popular Para las Telecomunicaciones y la Informática. Este año se le asignó 495.000.000 BsF para atender a 527.134 estudiantes.
La UCV, en
cambio, recibió por presupuesto OPSU (sin contar sus ingresos
propios) 1.082.675.336 Bs.F para atender a 58.000 estudiantes convencionales
(en sedes centralizadas). El siguiente cuadro explica la situación:
Institución | Total presupuesto público asignado 2009. | Total Matricula de la institución. | Presupuesto asignado por estudiante/año. |
UCV | 1.082.675.336 | 58.000 | 18.666, 82 Bs |
USB | 376.976.757 | 10.049 | 37.513,86 Bs |
Misión sucre | 495.000.000 | 527.134 | 939, 04 Bs |
El estudiante más “barato” es el municipalizado, con relación al costo de uno de la UCV o de la USB. Por esta razón, la comunidad ubevista hace un llamado a la Asamblea Nacional, al Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior y la Opsu, para que revisen lo que califican de “injusta” distribución presupuestaria
La UBV ha comenzado a generar mecanismos alternos para lograr financiamiento a sus proyectos docentes y de investigación.
“Lo hermoso y ejemplar es que, desde las bases estudiantiles, docentes, administrativas, comunitarias, comprometidas con la revolución y este proyecto de inclusión, se siga echando el resto por mantener y sacarlo adelante”, concluye el documento universitario.
luisana.colomine@gmail.com