Alrededor de 13 millones de personas ven TV por suscripción en la República Bolivariana de Venezuela, de los cuales unos 10 millones corresponden a los estratos sociales más humildes de la población, es decir, los sectores mas favorecidos por las políticas socialistas del gobierno revolucionario, liderado por el Comandante Presidente Hugo Chávez.
Mas de10 millones de almas potencialmente revolucionarias susceptibles de ser influenciadas por los partidos políticos de la oposición mas recalcitrante disfrazada de empresas privadas de TV: RCTV, Globovisión y en menor grado Televen y Venevisión, sin que los canales de TV del Estado puedan hacer mucho porque su grado de penetración y calidad de señal es precaria tanto en zonas densamente pobladas como en las zonas rurales, la frontera y gran parte de la costa caribeña. El caso de RCTV es patético, su publicidad es totalmente venezolana y el 99% de sus televidentes están ubicados en el territorio de Venezuela, es decir, es absolutamente irrelevante que sus oficinas internacionales se encuentren en Miami, mientras que Globovisión tiene cobertura nacional gracias a los suscriptores de TV por cable, cobrando mínima importancia su alcance de señal abierta.
La mayor operadora de TV por suscripción y por lo tanto la mejor aliada de estas televisoras es sin duda DirecTV. Las estadísticas de Wikipedia para agosto de 2008 muestran 750.000 suscriptores registrados, que sumados a los clandestinos ya sobrepasan 1.2 millones para el 2009, lo que equivaldría a mas de 6 millones de habitantes de Venezuela que ven los canales de TV que ofrece dicha operadora.
En marzo de este año Mario Seijas, presidente de la Cámara Venezolana de Televisión por Cable, fue recibido por la Comisión Permanente de Ciencia, Tecnología y Comunicación Social de la Asamblea Nacional. En su intervención señaló lo siguiente: “Se trata de una red privada concesionada por Conatel, que agrupa a 71 empresas de dos tipos: las que realizan operaciones por tierra y las que ofrecen el servicio a través de satélites, como son los casos de Directv y MoviStar”. Así mismo informó que los operadores de televisión por cable “no son canales de televisión, son sistemas de transmisión o una especie de circuito cerrado de televisión privado que no manejan ni controlan contenidos”, mostrando un claro deslinde de las operadoras con los canales de TV que forman parte de la red, pero a su vez colocando en Conatel, a través del directorio que administra la Ley Resorte, la responsabilidad que le corresponde de acuerdo a esa misma Ley.
Al respecto, el Diputado Ulises Daal acotó que Conatel debería verificar las condiciones de los contratos de servicios que suscriben las operadoras con los canales de televisión, por tratarse de un tema estratégico y de interés nacional ya que las empresas operadoras de televisión por cable “se están abrogando responsabilidades de Conatel”.
Resulta muy claro que las declaraciones de Seijas y Daal deberían llamar la atención del Directorio de Responsabilidad Social en Radio y Televisión que opera desde Conatel. El primero reconoce ante la Asamblea Nacional que el contenido de la programación es de la absoluta responsabilidad de las emisoras de TV por cable, de allí que lo señalado por el diputado Daal resulta contundente, es necesario la intervención de Conatel para la revisión de cada contrato firmado entre las operadores y las televisoras. Esto reviste una importancia vital más aun cuando los números muestran cifras comprometedoras: mas de 13 millones sintonizan la TV por cable, mas de 6 millones son de DirecTV, RCTV en la práctica no es internacional y Globovisión tiene cobertura nacional, por lo que ambas televisoras deben obedecer al ordenamiento legal vigente en esta materia y particularmente al indicado por la Ley Resorte.
(*) Director General de Investigación y Desarrollo en Telecomunicaciones, MPPCTII
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