La Universidad Bolivariana de Venezuela en este año Bicentenario arriba a sus siete (7) años de su creación, como resultado de la pasión por la Patria que guío a nuestro comandante Hugo Chávez Frías, cuando el 18 de de Julio del 2003, dictó el Decreto Presidencial Nº 2517, que daba vida a este proyecto emancipador de conciencia, acto este que fue precedido por la resolución del Consejo Nacional de Universidades que había aprobado la creación de la Casa de los Saberes.
Sin embargo, su nacimiento aún no ha derrumbado los motivos que condujeron a su creación, vale decir, la exclusión, inequidad, pobreza, marginalidad, explotación e injusticia en la que han sido sumido millones de venezolanos por el capitalismo que históricamente los ha condenado a resistir.
Este año Bicentenario de la gesta emancipadora no sólo nos convida a virar y ver el pasado, por el contrario, es la campanada para encausar y dar cumplimiento definitivo a lo que inició nuestro Libertador Simón Bolívar, ya que los imperios de ayer también aprendieron y con ello perfeccionaron y enmascararon las formas de dominación.
Honduras es la muestra más reciente de cómo hoy operan los imperios. Mañana podrán ser Argentina, Nicaragua, Haití, Bolivia, Ecuador y Venezuela. El orden no importa. Lo cierto es que hemos descubierto que los imperios ponen la música y los sectores que opositores a los procesos de transformación de nuestros países la bailan.
El escenario que presenta Venezuela, en el plano de sus riquezas, nos ofrecen una clara muestra de que constituimos el próximo objetivo del imperio. Su audaz actuación ha significado un acecho y persecución permanente de la Revolución Bolivariana, encontrando en sectores “nacionales” una gélida conciencia neocolonizada que les ha llevado a idealizar un futuro made in USA. Esto en el entendido de que no logremos decodificar la verdadera transición que está llamada a operar en esta etapa de crisis sistémica del Capitalismo. Esta transición no puede ser vista como una estrategia en la que convivan el capitalismo con el socialismo, como se desea pretender y como ha venido ocurriendo en algunos casos. La idea es que comprendamos que la transición debe ser entendida como una táctica en la que por los momentos se asuma la transición verdadera hacia el Socialismo, mientras avanzamos en la construcción del nuevo Estado Socialista en el que sus instituciones sean la ductoras y responsables de la construcción de la nueva subjetividad ciudadana que dé al traste con el sistema capitalista desde su raíz.
Lenin avizoró lo que a partir de febrero de 1921 se constituiría en la crisis del Socialismo Soviético y en lo que adelante se daría a conocer como la etapa de transición. En este contexto no sólo se abrazaría una simbiosis táctica, entre dos modelos: por un lado el capitalismo (capitalismo de Estado) y, por otro, el Socialismo. Sin embargo, ante este escenario se impondría la necesidad de contar con la acción de los mejores en procura de avanzar en la construcción de la sociedad Socialista. Lenin, al reflexionar sobre este tema, señaló:
“… la mejor política será hacer menos política. Promoved a más ingenieros y agrónomos, aprended de ellos, comprobad su trabajo, no convirtáis los congresos y conferencias en órganos para mitinear, sino en órganos para comprobar los éxitos económicos, en órganos en los que podamos aprender eficientemente a edificar la economía.(p. 283)
Es en este escenario donde instituciones como las universidades se constituyen en el fundamentar bastión para empujar cualquier revolución.
Ahora bien, en la Revolución Bolivariana que dirige nuestro presidente Hugo Rafael Chávez Frías, lo antes señalado constituye el principal papel de la UBV, como de los hombres y mujeres que forman parte de esta institución, al igual que la Misión Sucre a nivel nacional, es decir, nos toca hacer del socialismo un testimonio vivo de nuestro pueblo. Sin embargo, en ello no podemos ensayar, debemos aprestarnos en construir a lo interno la conciencia revolucionaria como una doctrina para poder llevar ese calor a nuestros hermanos que se encuentran en duda con los próximos pasos.
…mientras subsistan contradicciones tan radicales, subsistirán igualmente los peligros de los que no podemos escapar con bien. Lo que hay que hacer es mantenerse firmes para superarlos, saber discernir los peligros de mayor importancia de los de menos importancia, y preferir los menos importantes a los que lo son más. (p.274)
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