“Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro”
Platón…
La situación del apagón de seis horas la noche de este 24 de abril del 2013, en El Tigre Anzoátegui, creada por una fuerte lluvia, que afectó a unas 400.000 personas, invita a la reflexión del gobierno nacional. La visión de abandono de los tendidos eléctricos de extra alta, alta, baja tensión, transmisión, distribución, y sub-estaciones eléctricas estremece. Lo tendrá muy difícil el nuevo ministro de la electricidad Jesse Chacón, y la compañía eléctrica implicada (Corpoelec) para no tratar de esquivar su responsabilidad del alto compromiso recién adquirido. Mientras el sistema de los medios públicos de comunicación, sigan con la idiotizada obsesión por echarle la culpa de esto a Capriles, y a la oligarquía criolla terminaremos por perder la revolución bolivariana que tanto ha costado construir. Estos medios lo que hacen es hablar de la oposición, y no de las responsabilidades de los incapaces funcionarios que hemos tenido en estos últimos años en estos puestos que han terminado por mancillar al gobierno bolivariano. Si esto continúa así, es casi seguro que vamos a perder las próximas elecciones, y donde casi nos raspa el pueblo el pasado 14-A.
El estar pendiente únicamente de la oposición, nos ha llevado a descuidar el sistema eléctrico nacional en estos 14 años, y el no invertir correctamente en su mantenimiento preventivo y correctivo. Unas investigaciones deberán aclarar este asunto que esta llevando a este sector a una metástasis o fase terminal oncológicamente hablando, hay que alejarse del fanatismo irresponsable y politiquero. También las administraciones anteriores de este sector eléctrico deberán explicar ante la Asamblea Nacional, si las normas sobre inversiones eléctricas se cumplieron, en caso negativo, deben asumir su responsabilidad por unas gerencias inadecuadas e irresponsables.
Habrá que decidir dónde termina ese etéreo “estado mayor militar eléctrico”, y empieza la eficiencia humana, y técnica en este sector. El Gobierno debe imponer a Corpoelec, la exigencia de hacer frente a sus responsabilidades. Y si no pueden, esperemos que no se siga repitiendo el bochornoso espectáculo de que esto es producto del sabotaje para dejar a los mismos que engañaron a Chávez, de que los apagones eran producidos por los escuálidos para seguir ocultando su incapacidad, y seguir funcionando corruptamente como antes. ¿Será capaz Nicolás Maduro Moros de hacerlo? ¿O esperará que el sistema eléctrico termine de colapsar por completo, o esperar que los daños sean mayores?
En el caso de la electricidad, el problema no ha sido de la inversión sino de la corrupción; es la presunción de tanta ineficiencia y desidia. La existencia de este ministerio, por lo tanto, no ha servido de nada, sino el de generar más burocratismo. Es más, en la polémica en torno a los apagones, se ha tornado en una idiotez. Pero el caos provocado por los apagones tiene otras facetas. La historia de los apagones eléctricos desde hace tiempo necesita que se investigue con seriedad, y se implante una verdadera gerencia técnica en el suministro eléctrico.
La nueva estrategia en la inversión para recuperar este sector debe está muy bien elaborada. Implicando, que la electricidad debe tener generación desde muchos centrales grandes, y también pequeñas. Una red así no dispersaría la generación eléctrica por el territorio nacional, sino que equilibraría la producción, y el consumo, reduciendo las pérdidas por la transmisión desde la hidroeléctrica del Guri, procurando terminar las otras hidroeléctricas, y termoeléctricas en construcción, y ponerlas en funcionamiento.
El sistema eléctrico nacional es el futuro de la patria, y su viabilidad aumentará el nivel en la calidad de vida del venezolano en la medida que se introduzcan innovaciones, y recursos humanos técnicos de alta eficiencia. Por otra parte Venezuela para su desarrollo depende del crecimiento de la electricidad. Las autoridades eléctricas tienen la responsabilidad de adoptar criterios nuevos en esta materia energética, y de promover los cambios urgentes hacia un sistema consolidado y descentralizado. Esto servirá para poder tener una “economía sostenible”, aparte de las inversiones en dinero, debe existir el aporte de las ideas técnicas, alejadas de las ideas de los teóricos politiqueros.
Esperemos que esta vez superemos los efectos del colapso eléctrico vivido en estos años, los responsables políticos, en vez de empecinarse en proyectos ideológicos en este sector, se tomen en serio la adopción de un modelo eléctrico basado en una eficiencia gerencial. Es una asignatura pendiente para luchar contra la ineficiencia. Hoy, Nicolás Maduro, lo debe poner como una condición para que el pueblo venezolano pueda producir y dormir tranquilo, y así evitar una catástrofe total de la electricidad. Es una situación tan dramática que debe ser una prioridad jerarquizada, para el gobiernos bolivariano que recién se inicia, como para la ciudadanía. No aprovecharla sería una lástima, por las nuevas generaciones de venezolanos.
Percasita11@yahoo.es
