Es sorprendente ver como hay individuos que vienen arrastrando desde tiempos remotos, el síndrome de supremacía sobre el otro, por el solo hecho de llevar el sello de macho y triste ver, como lo secunda la especie del género afectado. Esta especie corea y aplaude como foca el desprecio a la mujer, estamos en verdad, ante una sociedad, enferma, con pérdidas en el sentido de su identidad.

Entiendo o se entiende que esta revolución, se está preparando ante un mundo de desigualdades, para el momento sublime de voltear la tortilla. Nuestro líder eterno inicia su lucha con aquel sacudón a las bases políticas de un sistema podrido, que todavía muchos añoran con la esperanza de volver. Existimos una mayoría muy significante que nos fecundamos en el mar de los sueños, aquellos que íbamos detrás de una utopía, que todavía vamos detrás de ella, me decía un amigo, que sí, pero que hay otros que tienen otros sueños, y van también detrás de un ideal distinto al nuestro, que tenemos también que aceptar así no sean la mayoría, pero que también tienen sus sueños, distintos a los nuestros, pero los tienen, pero quieren montarse a la fuerza, ante la mayoría.

Entre esta ralea, marchan aquellos que todavía creen, que tienen que arrear a las mujeres por el caminos que ellos desean, sin derecho al pataleo, como aquella figura donde el macho cabrío arrastraba a la mujer por los pelos, como un objeto de su propiedad, apartando sus sentimientos y pensamientos, teniéndolo como un objeto no un sujeto.

Ahora nuestro líder presidente, con corazón generoso, con su amor desbordante hacia las mujeres, anuncia un bono para las mujeres embarazadas, primerizas o con otros hijos y han salidos una cantidad de adornados a despotricar, no tanto que los hagan al presidente, es normal en una figura pública, y como decía nuestro amado y eterno presidente Hugo Chávez, este nuestro actual presidente no es monedita de oro para caerle bien a todos.

Los que no tiene perdón de Dios, es que critiquen el apoyo que se le da a nuestras mujeres y triste ver a Machos, súper machos que se creen, que se titulan pensadores en el discurso, que los delata en su pobreza de conocimiento, con respecto a la creación. Tildar que la procreación es síndrome de placer, vaya desconocimiento sobre comportamiento humano, también les digo a estas columnas de su academia, que están bien pelados, ¿Qué dirían de aquellas fertilización en vitro, donde no interviene ningún sentimiento?...vaya pues con estas lumbreras que escriben y escriben, y tienen a sus lectores, iguales o peores a estos.

Pero me voy a referir al bono que recibirán nuestras muchachas, bien merecido lo tienen, nuestras mujeres en gestación ya por el hecho de estar, son bendecidas, a través de ellas se mantiene nuestra especie, el de darle regalos en su estado es una costumbre milenaria, como un dato señalare esta pagina https://www.bebedeparis.com/blog/origen-del-baby-shower/

Solo acá en Venezuela sale un número de idiotas a criticar una costumbre milenaria, un premio que se le da a la mujer por traer vida al planeta, solo en Venezuela, como dice un amigo, a lo mejor en Alemania no se ve. Esto por una parte, lo otro es el desprecio de estos susodichos que desprecian a la mujer por el hecho de dar vidas, como si ellos vinieron a este mundo por obra y gracia del espíritu santo, creer también que estar en gestación es símbolo de placer, ¡qué difícil es entender al ser humano!, o sea que por ser feliz tienes que ser castigado, estar en contra del apoyo a nuestras embarazadas es síntoma de seres egoístas y portadores de los sentimientos más viles del ser humano, con sentimientos oscuros y perversos, y con espacios para difundirlos.

Lo que apena es que tengan un auditorio, que les hace la comparsa, digo yo, habría que revisar a esa caterva de mutantes, que desprecian al ser humano como raíz de la humanidad, no entenderán jamás la revolución bolivariana con todos sus avances, y como no, también con sus errores, punta de lanza en los cambios de épocas parafraseando a nuestro amigo Correa, no hay retroceso, por eso somos amenaza inusual y extraordinaria para los modelos capitalistas del mundo.