Sin duda que la maldad de Nicolás Maduro como usurpador de Miraflores, y siguiendo el libreto de Cuba con el propósito de buscar mayor dominio de control social, al ver que con la hiperinflación, la escasez de alimentos y la destrucción de los salarios no han podido subyugar a la población con el hambre, ha recurrido a una nueva etapa del libreto político, y para ello, ahora pretende hundir al pueblo en un permanente racionamiento de electricidad que se suma con las penurias por esperar que nos llegue agua potable por las tuberías.
En efecto, el madurismo pretendiendo convertir a Venezuela en una segunda Cuba, en la cual el sistema político pueda perpetuarse en el poder, ha recurrido a lo más perverso que régimen alguno pueda hacer contra la población, siendo la principal de ella, el racionar la energía eléctrica por horas y horas tanto de día como de noche, no sólo porque semejante barbarie genera una paralización absoluta de las actividades políticas, económicas y sociales, sino que además todos los servicios que se derivan de la electricidad tampoco pueden funcionar, originando todo un colapso humano que termine por hacer claudicar a los venezolanos ante la voluntad de un sistema neototalitario que ha empobrecido al país, y aniquilado por completo todas las empresas públicas, entre ellas, nuestra industria petrolera, y las llamadas industrias básicas, sin obviar que las empresas privadas se han visto enormemente perjudicadas con las constantes interrupciones de energía eléctrica.
Ante esta realidad, salió Maduro reconociendo que el mega-apagón se va a extender cuando menos por 30 días consecutivos, y pide "comprensión" a los venezolanos. En esta oportunidad la justificación de esta falla de incalculables proporciones fue por causa de un incendio, generado por un "disparo de un francotirador" desde mucha distancia, y mientras las clases siguen suspendidas, las labores están por media jornada, lo cual se traduce en un país que no encuentra la forma ni la manera de poder superar esta inmensa crisis, y por el contrario, se emplea la crisis como herramienta política, no sólo achacando al "imperio" y los sectores de la oposición la responsabilidad de este desastre, sino que el madurismo por boca del propio usurpador del palacio presidencial, así como sus más conspicuos voceros han oficializado los apagones dentro de nuestras malogradas estructuras de vida.
Verbigracia, ahora los venezolanos tenemos que acostumbrarnos a estar en nuestras casas y sitios de trabajo, así como escuelas o sitios de interés de público, a tener luz en determinadas horas, o lo que es lo mismo, saber que durante el día o la noche, no habrá energía eléctrica durante 12, 18, o incluso por más de 24 horas, lo que se traduce en que las pocas horas en que tendremos luz en cualquier espacio de nuestras residencias o de trabajo, debemos aprovecharlo al máximo para realizar las labores que tengamos pendientes, y tomar en cuenta que los alimentos deberán ser congelados en su totalidad, o cocinados lo más inmediato posible para evitar su posible descomposición.
De hecho, es tan fuerte el problema de estar sin luz y sin agua que la gente coloca en segundo plano los salarios mensuales de 5 dólares y una hiperinflación de 2.000.000% al año que confrontamos los venezolanos, que en los últimos días, las protestas han estado orientadas hacia la exigencia de la regularización de tan vitales servicios, pero la respuesta del régimen ha sido en seguir reprimiendo a la población, en esta oportunidad empleando la careta de los colectivos armados, quienes con máxima impunidad muestran sus armas cortas y largas, sin que autoridad alguna se pronuncie ante tantos abusos y violaciones de ley. Es simple. Quien se oponga a la política del madurismo de racionamientos de luz y agua, puede estar por seguro que llevará plomo si está contra la voluntad del dictador.
Lo veníamos advirtiendo en nuestros diferentes escritos. Finalmente la verdad se demuestra con hechos. Maduro anuncia la llegada permanente de los apagones como forma de vida, o sea, las interrupciones de energía eléctrica son irreversibles ¡Los "alumbrones" de Cuba llegan a Venezuela! A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.