Luego que la más temible acción antigubernamental y apátrida contra Venezuela en los últimos tiempos fracasara en medio de la emergencia global, producto de la pandemia del Coronavirus Covid-19, comentarios, suposiciones, ideas y creencias sobre el cargamento que traen los 5 barcos iraníes, además de gasolina, no se han hecho esperar a través de las redes.
Pero, bueno, y así fuera "lo que igual no es trampa", "tú si puedes y yo no puedo", "cachicamo diciéndole a morrocoy conchúo", serían algunas de las frases que se le podría decir a quien ande cuestionando el próximo arribo de estos barcos; pues Guaidó, Rendón, la Papo y un grupo numeroso de anti-nacionales se manejaron a hurtadillas primero, para arreglárselas y poder robar a la nación extrayendo divisas de Citgo, Monómeros y completándose con ser cooperantes del saqueo de las reservas de oro colocados en bancos extranjeros. Posteriormente perdieron la cabeza y toda condición humana al contratar especies de "rambos o terminator" otorgando a estos cruentos "ángeles del demonio" cuotas de poder militar, policial y civil, una vez consumada la eliminación física de autoridades claves en el gobierno nacional.
Ahora los 5 barcos iraníes son la respuesta a esa acción fallida de derechistas violentos y desquiciados, pues tales embarcaciones no solo traen gasolina para surtir un importante parque automotor en el país, sino que también vienen armas peligrosas para acabar con la oposición terrorista liderada por los querubines de Voluntad Popular, los tímidos de Primero Justicia, los regenerados de Un Nuevo Tiempo y los santicos de Acción Democrática.
En los barcos iraníes ciertamente vienen 5 mercenarios claves con lo que se plantea la solidaridad entre pueblos hermanos, la reafirmación sobre la construcción de un nuevo orden mundial, el cumplimiento a los acuerdos bilaterales, respuesta inmediata a las políticas hegemónicas por parte del imperialismo norteamericano y el bienestar de un mundo para todos. Los nombres de estos mercenarios son: Unión, libertad, justicia, esperanza y paz.
