Marx no solía hablar de sí mismo como filósofo, historiador o economista –pese a ser todo eso a la vez- sino como crítico de la sociedad y, por tanto, el método de investigación marxista es la crítica social dialéctica que en este artículo utilizamos para tratar el tema de cómo la ruta del desarrollo de la matriz energética apunta hacia el socialismo
De la exploración del devenir histórico de la matriz energética resultan las siguientes fuentes de energía:
1. La nuclear liberada durante la fisión o fusión de núcleos atómicos en cuantías que superan ampliamente a las que pueden lograrse mediante procesos químicos que sólo implican a los ámbitos externos del átomo.
2. La de los globos portadores de molinos de viento que trasmiten electricidad a la tierra mediante cables.
3. La de la basura destinada a ser utilizada como combustible.
4. La hidráulica y minihidráulica generada por un caudal de agua que fluye desde un nivel superior a otro inferior y de cuyo aprovechamiento para generar electricidad nace, en esencia, la energía hidroeléctrica.
5. La de la producción de electricidad a partir de los desperdicios orgánicos.
6. La solar producida en el Sol como resultado de reacciones nucleares de fusión y llega a la tierra a través del espacio en los cuantos de energía llamados fotones que interactúan con la atmósfera y la superficie terrestre.
7. La solar térmica cuyo aprovechamiento se hace por medio de colectores que expuestos a la radiación solar permiten absorber su calor y transmitirlo a un fluido.
8. La solar fotovoltática que aprovecha la energía del Sol para producir electricidad mediante células solares.
9- La geotérmica que aprovecha las elevadas temperaturas del interior de la tierra mediante la perforación de pares de pozos de extracción y de inyección.
10. La eólica que, en forma de energía cinética, aporta el aire en movimiento.
11. La del mar que se puede extraer de la radiación solar incidente sobre los océanos, de las mareas y de la iteración de los vientos y las aguas que son responsables del oleaje y de las corrientes marinas.
12. La térmica oceánica que explota las diferencias de temperatura de los océanos y cuyas posibilidades se han potenciado debido a la transferencia de tecnología asociada a las explotaciones petrolíferas fuera de costa.
13. La de la biomasa natural, residual y producida que se transforma en combustible.
14. La de los motores accionados por el hidrógeno.
15. La de la superconductividad.
16. La de las ondas de Tesla como medios para irradiar energía con mínima pérdida.
17. La de la combinación de numerosas tecnologías nuevas que elevará exponencialmente el número de opciones y acelerará de modo espectacular la construcción de una novedosa base energética.
Ahora bien, esta nueva base energética poseerá características acusadamente distintas, pues gran parte de su abastecimiento procederá de fuentes renovables y no agotables, se nutrirá de una gran variedad de fuentes dispersas en lugar de depender de combustibles altamente concentrados, combinará la producción de energía centralizada con la descentralizada en vez de depender tan intensamente de fuentes altamente centralizadas, adoptará una forma radicalmente diversificada en comparación con su peligrosa dependencia de un puñado de métodos o fuentes y contribuirá a la minimización del derroche, al permitir la adecuación de los tipos y la calidad de la energía producida a las cada vez más dispares necesidades. En consecuencia, coadyuvará a establecer y practicar el balance de los principios de generalización y especialización, concentración y desconcentración, centralización y descentralización, uniformización y diversificación, sincronización y diacronización y maximización y minimización estipulados por el carácter balanceado y balanceante del socialismo.
nicolasurdaneta@gmail.com