La miseria humana, como ardid electoral

Empezó la contienda electoral. Y si, si es contienda por existir dos situaciones, partes o frentes en beligerancia. Dos formas de pensar y ver el futuro de nuestro país y que se fundamenta en nuestro pasado reciente y en la coexistencia de las porciones políticas postuladas. Esta situación hace que cada convocatoria electoral nacional revista de una importancia inmensurable, sobre todo para la permanencia y desarrollo del modelo socio-productivo que con la égida del camarada Chávez estamos pretendiendo construir.

 Cada llamado a la participación comicial se ha convertido en una suerte de forcejeo no solo con la oposición interna, sino con la internacional, de los desacreditados miembros de la Curia Empresarial Católica, que teniendo como acicate los desmedidos medios del vandalismo informativo conforman una cayapa tratando de crear varios frentes de ataque, con diversos actores, temas, situaciones y “especialistas” que pretenden (con éxito relativo) instaurar la zozobra mental a los que convivimos en la bolivariana tierra.

La canalla opositora no repara en el uso de cualquier método para inculcar el terror, no solo mediático sino palpable y vivencial, creando un escenario con asfixiantes y reiterativos mensajes de odio y desaliento haciendo ver a los ciudadanos y ciudadanas, lo inconveniente de la permanencia de los voceros populares de la Revolución Bolivariana en la cúpula del Capitolio Nacional y en las oficinas de Pajaritos, como mayoría legislativa. Y lo mas visible de todo este criminal actuar, es que su objetivo claro es la población identificada con el proceso revolucionario, tanto los inscritos en el PSUV como los que no militan en el partido pero creen en el camarada Chávez. Es decir, la oposición no se preocupa por sus “falanges” disociadas o privilegiadas, su “cacería” electoral va dirigida hacia las huestes revolucionarias con mensaje “conciliadores” donde le dicen que a Chávez le “conviene” una Asamblea Nacional multipartidista y contralora del gobierno, hasta inferir que el camarada comandante está débil políticamente y ya va de salida, porque el pueblo lo quiere así. Y todo esto aderezado con “avezados” analistas nacionales e internacionales, los “representantes” de Dios en la tierra como se hacen llamar los endiablados obispos y hasta “líderes populares comunitarios” que “respaldan” sus opiniones con lo que ellos han denominado la insostenible situación nacional y poniendo como “conveniente” alternativa la “emergente” clase socio-política sentada alrededor de la remendada Mesa de la Unidad.

  De nuestro lado, la tarea es dura. Primero, tratar de conciliar posiciones de aquellos reticentes camaradas que no han comprendido que nuestras diferencias son nuestras y nuestra posición es única y totalmente diferente a la derecha apátrida. Hoy, las parcelitas de poder que no deben existir en nuestro proceso. Parcelitas, que tanto daño nos han hecho y que aun en vísperas de estas históricas y relevantes elecciones existen individuos y grupúsculos resentidos en nuestro proceso, que no están haciendo el trabajo de apoyo a los candidatos de nuestros circuitos electorales. Aquí en el Zulia esta situación se presenta con mayor frecuencia, creando un desgaste que nos ha traído reveses en esta estratégica entidad y es por eso que nuestra directiva partidista debe estar pendiente de lo que esta pasando, para corregirlo con la premura necesaria.

En segundo término, hay que contrarrestar los ominosos mensajes de la oposición que llenan el ambiente de nuestro país, con el hedor de la muerte. Ahora, con el fallecimiento de Franklin Brito, la carroñera oposición tiene ahora un mártir para exprimir en los medios, en las marchas, en su mísera campaña. Ya se vislumbra el aprovechamiento de esta situación y un ejemplo de eso tenemos, que hasta el mismísimo Rector del CNE el histérico Vicente Díaz se atrevió de manera descarada ha emitir su malintencionada opinión diciendo: “La muerte de Franklin Brito tiene que pesar como ninguna en la conciencia nacional. ¿Cómo es posible tanta indolencia?” Coño, así actúan estos forajidos, sin miramientos sin conciencia humana. Lo de ellos es rebuscar en la miseria humana para que le sea de utilidad, en el logro de sus detestables intereses.

Nuestros medios y sobre todo, nuestros voceros deben copar cada espacio mediático y geográfico con lo logros de la revolución que han beneficiado por derecho a la gran mayoría de los venezolanas y venezolanas, sin distingo de ninguna especie y donde la salud, la educación, la alimentación, los servicios y en general las mejoras socio-económica que por ley y derecho se han dado de manera relevante. Para eso se deben “jalar” a los cómodos burócratas e institucionales directivos de las empresas y organismos del estado, a que participen activamente. Funcionario con responsabilidades administrativas que no salga de manera activa y no estimulen a los trabajadores a participar, debe ser sustituido inmediatamente, porque el compromiso revolucionario debe ser lo primero.

En tercer lugar, debemos administrar bien el alarde de triunfalismo, con eso no se gana. Esto no implica que tengamos una actitud poco entusiasta, pero tenemos que canalizarla para que este entusiasmo sea también de aptitud, de hacer, de crear, de estimular, de trabajar, de ganar no porque el PSUV lo merezca como fin único, sino porque el pueblo lo merece como bienestar nacional. Con esto, anulamos la sensación que está sembrando en la psiquis de los votantes la depravada oposición, al querer transmitir que solo hay un resultado previsto y posible y es que ellos ganaran la mayoría asambleísta, dejando entrever que lo contrario, sería fraude. Esta malintencionada impresión que se está organizando, es para crear un clima de ingobernabilidad, con gente en la calle, con saboteo, procurando otro 11 de abril y sus terribles secuelas.

El 26 de septiembre no debe ser el día más importante solamente. Debe ser el día en que la confianza del trabajo social y político previo nos de los réditos suficientes que garanticen la permanencia del Camarada Chávez al frente de nuestra nación y por consiguiente el desarrollo y fortalecimiento de nuestro inédito proceso de igualdad social y progreso nacional. Conformarnos con menos que eso, es decir que hemos perdido.  

Miguel de Cervantes manifestó que “…el hombre bien preparado para la lucha ya ha conseguido el triunfo” Por eso,  parafraseando al Manco de Lepanto agregaría que nuestra única alternativa es vencer y para eso hay que estar dispuesto a la lucha permanente en defensa de la Patria Socialista que procuramos. No hay de otra.


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Carlos J. Contreras C.


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