La cayapa derechista o ¿el vil egoísmo otra vez triunfó?

Existe un paradigma conocido por todo aquel que investiga los hechos políticos: los movimientos se rigen por el péndulo.

¿De qué se trata?: En la historia el péndulo se mueve midiendo las tendencias de derecha a izquierda y viceversa. Siendo esto así: podemos observar que en América del Sur principalmente desde hace alrededor de diez años, la balanza se ha ido inclinando hacia la izquierda, con el advenimiento de presidentes progresistas y como ejemplo: Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela principalmente. Por cierto que no todos con el mismo estilo, pero siempre otorgándoles a los excluídos de siempre, la prioridad.

En América Central, Nicaragua lideriza esa tendencia, habiendo sido abortada en el caso de Honduras, con la ayuda de la OEA y el premio Nobel presidente de Costa Rica.
Pero de un tiempo a esta parte, gracias a las apetencias de los países capitalistas, quienes han llenado de dólares los bolsillos de sus lacayos, léase la prensa privada y las ONG fundadas principalmente con esos fines, han ido infiltrando en el desprevenido ánimo de algunos ciudadanos y otros no tan desprevenidos, el virus de la inconformidad con las políticas a propósito y erróneamente llamadas "populistas". Perú, Chile y Colombia, presidido ahora por autoridades que no comulgan con la izquierda y ante la amenaza de su crecimiento, ayudado desde el exterior tanto por el Norte como en modo escandaloso por España, llenando de calumnias y medias verdades el panorama de nuestros países, propician la intervención del imperio para ahogar todo intento de soberanía y así seguir exprimiendo con políticas neoliberales, las riquezas de los países del sur y muy especialmente el petróleo.

Esa tendencia se vio patente en las elecciones para diputados del 26 de septiembre último, realizadas en Venezuela: ciudadanos que no habían querido participar en las del 2005 arrastrados por sus líderes partidistas, quienes hablaban de fraude por parte del Consejo Nacional Electoral, retirándose a última hora, se abalanzaron al ruedo político, protagonizando un entusiasta evento coronado por su vuelta "gloriosa" a la actividad parlamentaria.
Podemos ver desde varios ángulos el panorama actual: La oposición debe ser considerada como lo que es: un conjunto de ciudadanos que han venido conspirando en todas formas para deshacerse del presidente Chávez y han hecho lo imposible para conseguirlo: golpes, paros, guarimbas, sin conseguirlo hasta la fecha. En estas últimas elecciones han logrado en parte su propósito: debilitarlo en el poder legislativo. En el conjunto que no votó por la izquierda, hay muchas personas que sin ser mal intencionadas, creen firmemente que las políticas de izquierda no ayudan al progreso del país. Son tibios observadores: algunos votaron por la MUD y otros no votaron, o sea los ni ni.

Tampoco está formado el PSUV por seres celestiales: los hay desde bien intencionados idealistas que se juegan enteros por la revolución (creo firmemente que es la gran mayoría) y aquellos que están donde el sol más calienta. Y dentro de este grupo, un montón de corruptos que juegan con las mismas cartas que se jugaban en la IV república: toda una tradición de trampas muy difíciles de desarraigar del proceder del común de la gente. Entonces es vital que sean las autoridades quienes den el ejemplo de moral social. Si bien el presidente Chávez es un pedagogo avezado, no es menos cierto que la oposición aprovecha todas las debilidades que acusa su entorno, para ganar terreno.

Si en realidad estamos convencidos que el capitalismo con su mezquino y egoísta proceder, que ha causado y sigue causando tanto daño a sus mismos hijos, debe erradicarse y ser suplantado por un modelo humanista como el que rige en nuestro país, rompamos ese paradigma perverso del péndulo y luchemos por seguir practicando políticas sociales y económicas humanas y adecuadas para obtener un crecimiento ideal, para seguir combatiendo la pobreza , la ignorancia y la desigualdad, como han proclamado la CEPAL y la ONU en informes transparentes que la oposición no quiere siquiera conocer.

No permitamos que se cumplan las palabras de nuestro himno: que no sea el vil egoísmo el que haga postergar otros doscientos años, la soberanía de nuestros pueblos.



mamigilar@hotmail.com




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