La fórmula D — M . . . P . . . M'— D' con su resultado D’ = D + d envuelve en su forma un engaño, encierra un carácter ilusorio, que nace de la existencia del valor desembolsado y valorizado bajo su forma de equivalente, el dinero. Lo que se destaca no es la valorización del valor, sino la forma-dinero de este proceso, el hecho de que, al final, se extraiga de la circulación más valor en forma de dinero del que primitivamente se desembolsó; es decir, el aumento de la masa de oro y plata perteneciente al capitalista. El llamado sistema monetario no hace más que expresar la forma irracional D —- M — D', un movimiento que se opera exclusivamente dentro de la circulación y, por tanto, sólo puede explicar los dos actos: 1) D — M y 2) M — D', alegando que, en el segundo acto, M se vende por encima de su valor y por tanto sustrae a la circulación más dinero del que se había lanzado a ella por medio de su compra. En cambio, la fórmula D — M ... P.... M' —D’, fijada como fórmula exclusiva, sirve de base al sistema mercantil más desarrollado, en el que aparece como elemento necesario no sólo la circulación de mercancías, sino también su producción.
El carácter ilusorio de D — M . . . P ...M’-D’ y la interpretación ilusoria correspondiente aparecen tan pronto como esta forma se plasma como un solo acto y no como un acto que fluye y se renueva constantemente; tan pronto como se la considera, no como una de las formas del ciclo, sino como su forma exclusiva. Pero ella misma apunta ya a otras formas.
En primer lugar, todo este ciclo presupone el carácter capitalista del propio proceso de producción y como base, este proceso de producción y el régimen social específico condicionado por él. D—M= D — M(T+Mp); pero D — T presupone la existencia de obreros asalariados y, por tanto, de los medios de producción como parte del capital productivo; por consiguiente, presupone ya el proceso de trabajo y de valorización, es decir, el proceso de producción, como función del capital.
En segundo lugar, al repetirse el acto D . . . D', el retorno a la forma-dinero tiende a desaparecer, lo mismo que la forma-dinero en la primera fase. D — M desaparece para ceder el puesto a P. Los nuevos y constantes desembolsos en dinero, al igual que el constante retorno de éste como dinero, aparecen como factores que tienden a desaparecer dentro del ciclo.
En tercer lugar,
D – M … P …M – D’. D – M … P …M – D’. D – M … P …M – D’. etc.
En la segunda repetición del ciclo aparece ya el ciclo P . . . M' — D'. De este modo, D — M . . P, antes de cerrarse el segundo ciclo de D, y todos los demás ciclos pueden examinarse bajo la forma de P . . . M' — D —M… P, por donde. D — M, como primera fase del primer ciclo, sólo constituye la preparación, llamada a desaparecer, del ciclo constantemente repetido del capital productivo, como ocurre en efecto con el capital industrial invertido por vez primera bajo la forma de capital-dinero.
De otra parte, antes de cerrarse el segundo ciclo de P, se describe el. primer ciclo M'— D'. D — M. . .P. . . M' (más concisamente, M' . . . M'), el ciclo del capital-mercancías. De este modo, la primera forma encierra ya las otras dos, con lo cual desaparece la forma-dinero en cuanto que no es una simple expresión de valor, sino expresión de valor bajo la forma de equivalente, de dinero.
Finalmente, si tomamos un capital individual que se presenta como un capital nuevo y que recorre por vez primera el ciclo D — M . . . P , . . . M' — D', D — M será la fase preparatoria, la avanzada del primer proceso de producción que este capital individual efectúa. Por tanto, esta fase D — M no se presupone, sino que es sentada o condicionada por el mismo proceso de producción. Pero esto se refiere solamente a este capital individual. La forma general del ciclo del capital industrial es el ciclo del capital-dinero, siempre dando por supuesto el sistema capitalista de producción, es decir, dentro de un régimen social condicionado por la producción capitalista. Por tanto, el proceso capitalista de producción se da por supuesto como una premisa, si no dentro del primer ciclo del capital en dinero de un capital industrial invertido por vez primera, fuera de él; la existencia constante de este proceso de producción presupone el ciclo constantemente renovado de P . . . P. Esta premisa aparece ya en la primera fase D — M(T+Mp), puesto que, de una parte, esto presupone la existencia de la clase asalariada y, de otra parte, lo que es para el comprador de los medios de producción, en la primera fase, D — M es para su vendedor M' — D’, es decir, que en M' van ya implícitos el capital-mercancías y la mercancía misma como resultado de la producción capitalista, y por tanto la función del capital productivo.
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