Me permito una vez más dar a conocer a través de Aporrea, algunas de mis reflexiones acerca de los resultados electorales del 26-S. Voy decididamente a contrastar con muchas y diversas opiniones que se dicen ser revolucionarias y que no son más que la expresión burocrática, manipuladora y corrupta de una dirigencia bien montada y apoyada por la élite que gobierna al país. No hay exclusiones de rango o categoría, pertenecen al poder político y en muchos casos llevan el apoyo solapado o directo del presidente de la República.
Las elecciones del 26-S, no cumplieron su objetivo buscado que era el de controlar los 2/3 de los miembros de la Asamblea Nacional. Una mayoría simple se pudo haber logrado también con un voto más que el número de votos sacados por el oposicionismo. Esa es la verdad. Y aunque sea duro admitirlo así es y nada más.
Pero, peor aún, a la Asamblea Nacional están llegando figuras que deberían estar en la cárcel y ustedes verdaderos revolucionarios lo saben muy bien y porque causa.
¿Y por qué pasa todo esto? Esa es la pregunta que debería hacerse tanto el Presidente de la República como todos los revolucionarios honestos que si existen en nuestro país.
Siempre para mí fue y es una premisa vigente, el que la corrupción tumba gobiernos. La corrupción es la madre de la impunidad y ha sido esta el talón de Aquiles de nuestra “democracia socialista”. No es posible que el poder judicial prácticamente llegó a manejar y maneje aún, los hilos del poder real en la Nación a través de sus magistrados y jueces corruptos. Todos lo sabemos ¿Y usted NO?
La bancada oposicionista es sólida en la AN y ahora debemos preguntarnos sobre que leyes podrán ser aprobadas o no y en cuanto tiempo podrán ser ejecutadas. Sabe muy mal que en todo este tiempo pasado, con una aplastante mayoría “revolucionaria”, la AN no fue competente para crear un instrumento jurídico capaz de penalizar y destituir a magistrados y jueces corruptos que tanto mal hicieron a la Nación. Pues bien, ahora me enterado que la diputado Iris Chacón, es una de las promotoras para que los jueces y magistrados sean electos directamente por la AN.
Esa misma idea, hace ya varios años, la manifesté en varias ocasiones a través de mis artículos por Aporrea, buscando que se creara una obligación por parte de la AN para poder juzgar a esos funcionarios que son corruptos.
Asomé entonces la posibilidad de realizar un referéndum para destituirlos a todos. Antes era más fácil, ¿Ahora se podrá?
Regresando al tema de la elección del 26_S, hay que recalcar que hay tantas causas que efectivamente reducen o transforman la intensión del voto de una población ante un sufragio. Es indiscutible, que los resultados obtenidos por la izquierda revolucionaria conllevan a tomar una actitud que permita cambiar o enderezar el curso que ahora toman los acontecimientos políticos.
Cuando se percibe que existe un desencanto o una desilusión por las falsas promesas ofrecidas, entendemos claramente que existe una diferencia entre el verbo y la acción, nos damos cuenta que el discurso se ha hecho repetitivo y no aporta nada nuevo, se camina por la periferia y no toca fondo. Hay entonces una ausencia de lógica y raciocinio y sólo se maneja la emotividad sobre parámetros vacíos aislados de la realidad y del problema de fondo. Cuestión que saben muy bien los politiqueros de oficio. De allí se genera ese dúo perverso que lo forman la promesa y el incumplimiento. Es decir el origen de La farsa
El error en las filas revolucionarias, cuando se hace repetitivo, automáticamente le da credibilidad a la farsa. ¿No creen ustedes que algo de esto pudo haber influido en el resultado de las elecciones del 26_S?
Tratare de abordar lo más presto posible el tema de las elecciones del 26_S. Saque usted sus propias conclusiones.
En Anzoátegui se pierden las elecciones contundentemente y todos nos preguntamos ¿Qué pasó allí? Será que el gobernador apretó el cinto a los trabajadores y alegremente favoreció el comportamiento de la Mitsubishi.
No hay que olvidar que allí hubo trabajadores muertos por la represión policial
apoyada por esa gobernación.
Pero, además, se comenta que el gobierno regional impulso y protegió una administración corrupta que dio mal uso a los recursos monetarios del estado.
Las obras de infraestructura que se construyeron, no tenían el nivel de calidad requerido y por otra parte la vialidad es degradante para una región inmensamente rica en petróleo.
En Sucre, considerado como un estado chavista, bolivariano y revolucionario, no se pudo ganar holgadamente como se esperaba y sólo se logró un empate con los oposicionistas. Podríamos pensar que la causa de ese bajón, pudo ser la Gaviota que se comió gran parte del voto revolucionario.
No caben dudas de que la corrupción influyó en los resultados obtenidos por el Pcuv en el Estado.
Los disidentes
Ni me permito comentar los resultados obtenidos en Margarita, Zulia y Táchira. No tiene sentido. Allí hay mucha tela que cortar y no me alcanza el tiempo para eso.
Que los analice la dirigencia revolucionaria honestamente y estoy seguro que se van a encontrar con muchas sorpresas.
El tema de la inversión en obras públicas.
Ciando el ciudadano común saca cuentas sobre la posible inversión en cualquier obra pública que se acomete, piensa también en la rentabilidad de su ejecución y en la posibilidad de su encarecimiento por obra y gracia de la “agradable corrupción”. Corrupción que le da la oportunidad al tracalero de ponerse en una nave nueva, levantar chicas, frecuentar buenos hoteles y restaurantes, o
simplemente hacer un maravilloso Tour por el Caribe. Son veleidades que se dan a nivel de la alta dirigencia con más frecuencia.
Fíjense, en Venezuela por uno u otro motivo hay un gran déficit habitacional, que se puede observar sin ir muy lejos. En la propia Caracas, ciudad que ha estado y está sobre poblada de ranchos en las condiciones más denigrantes posibles. El patrón en estos últimos diez años no se ha modificado sustancialmente, los derrumbes existen, y prevalece la mala calidad de la vivienda.
Y, entonces viene a la memoria del ciudadano común, la maravillosa noticia de que el país, Venezuela, ha obtenido beneficios prácticamente extras por causa de los impuestos de explotación que antes no representaban nada. Y saca sus cuentas, si el beneficio sorpresa está en el orden de los 250 mil millones de bolívares - quizá sean dólares -, lo cierto es que con esa cantidad de dinero se pueden construir un millón de casas a un costo estimado de 250.000 Bs./casa. ¿Cómo les parece?
Hay que ver caballero como el déficit de viviendas dignas, cómodas y sobre todo limpias y sanas con todos sus servicios se reduciría considerablemente con una inversión de esa magnitud.
Ese mismo ciudadano es el que se pregunta ¿Qué es lo que pasa si todo sigue más o menos igual?
Me permito preguntarles: ¿Cree usted que esta situación pudo haber afectado los resultados electorales del 26_S?
El tema de los servicios públicos.
En Venezuela hay, y ya desde hace bastante tiempo atrás, una burrocracia que entorpece el buen funcionamiento de la administración pública. No es posible calarse unas colas interminables para pagar un recibo de luz, o esperar horas enteras frente a un despacho para tratar de tan sólo plantear el problema que tienes.
Realmente, no es posible. En diversas ocasiones y diferentes casos, nos hemos encontrado menos cajeros de los que son necesarios para realizar una simple operación de pago y la cola que se forma es para coger palco.
Pues bien, en algunos países más desarrollados que nosotros, se han construido módulos de atención integral, que le permiten al ciudadano cancelar sus recibos de gas, agua, luz y teléfono y además tienen instalados espacios para que el ciudadano pueda tramitar su cédula de identidad o pasaporte de forma más expedita. Se pueden pagar impuestos municipales o presentar la declaración de impuestos.
Para que todos estos servicios funcionen a cabalidad, es lógico que haya en el mismo módulo de servicios una sucursal bancaria que permita realizar las transacciones que sean necesarias con el mínimo inconveniente.
Está claro que en una ciudad como Caracas habría varios módulos de servicio público, que estarían localizados proporcionalmente al número de habitantes en su área de influencia.
Pienso que gente beneficiada por una política de gobierno de este tipo, no tirará por la borda fácilmente su voto aprobatorio en cualquier compromiso electoral.
Pero, además, está la calidad del servicio, como la luz, el suministro de agua y gas, el transporte público, el teléfono y el mantenimiento de carreteras, parques, avenidas, mercados y edificios públicos. Todo esto tiene un grado de prioridad por encima del gasto que se requeriría hacer una Central Nuclear, que requiere espacios entre otras cosas para depositar sus desechos radiactivos sin contaminar las aguas de algún río importante.
Creo que en términos generales he dado a entender que más allá de la propaganda política, y la fanfarronería triunfalista, hay que pisar bien el camino a recorrer, el joropito quedo a un lado y lo importante es saber quien eres y que es lo que quieres, sólo así se fortalece de verdad la conciencia revolucionaria.
El hombre desgraciadamente, de una forma o de otra, siempre fue controlado por los amos del poder para su esclavitud. Así sucedió en el llamado socialismo real, que cae por el abuso de poder y la corrupción.
Y sucedería de nuevo con más intensidad, sobre todo para los países llamados del tercer mundo, si se imponen los preceptos establecidos en el nuevo orden mundial. Lean el libro de Daniel Estulin: “Los secretos del Club de Bilderberg.
Este es el tipo de análisis que debe prevalecer después de las celebres elecciones del 26-S, en lugar de pregonar una versión triunfalista cuando no se logró el objetivo previsto.
Hay mucho revolucionario de pacotilla que está convencido que el ser pobre te hace más revolucionario que todos los demás. Con esa mentalidad piensan que tienen más disposición al sacrificio y aseguran de una vez un puesto en el Cielo. Pues bien, la conciencia revolucionaria – que mucha falta hace – no puede discriminar de por si al individuo según su estatus social, más bien sería según su comportamiento social, que es totalmente otra cosa.
Creo que todos sabemos por la experiencia de la vida, que la pobreza puede llegar a ser más bien la génesis para la corrupción en todos sus aspectos. Ejemplos sobran y son bastantes.
Y para no cansarles más, me voy a referir al artículo de Alan Woods aparecido en Rebelión el 06-10-2010 “Elecciones en Venezuela: Una advertencia seria para la Revolución” Donde aparece el siguiente resultado del 26_S:
PSUV:..5.399.300 votos.
MUD:..5.312. 283 “ “
Dif : 87.017 “ “
¿Como les parece? ¿Es para cantar victoria y montar un zafarrancho?
Dígalo usted mismo
alexriver870@hotmail.com