Por ahora, no creo que la cosa vaya más allá de las declaraciones que Freddy Bernal ofreció la semana pasada y que anunciaron que hemos perdido pueblo. Ya está pasando la euforia de una victoria sin una razón lógica que la sustente y explique, aunque matemáticamente 98 es mayor que 65. Todo indica que las cosas continuaran desde el PSUV como si hubiésemos logrado una contundente victoria, porque tendremos el mismo “partido”, tendremos el mismo buró político, los ministros continuaran siendo ministros, vicepresidentes regionales del PSUV y continuaran siendo además miembros del Directorio nacional del PSUV.
Si Freddy Bernal dijo lo que dijo y se ha mantenido como ficha clave del PSUV y para colmo, ha estado cerca del Presidente en funciones burocráticas antes de ser candidato a Diputado, este hecho simple y sencillamente muestran la crisis que vive el PSUV desde su propia creación. A pesar del Congreso ideológico y de la victoria (¿?) del 26-Sep, no ha pasado nada y para colmo, Freddy Bernal nos habla que hemos perdido pueblo y ese descubrimiento de Bernal no molesta ni preocupa a nadie. Claro que hemos perdido pueblo y parte de esta pérdida comienza con Freddy Bernal en funciones de Alcalde y como premio por esa derrota producto de su gestión, Bernal continúo siendo una figura estelar del PSUV, mantuvo una Vicepresidencia regional y prosigue en esas funciones directivas, ejerciendo mediáticamente un liderazgo con el apoyo del Presidente y los medios públicos. ¿Ha pasado algo extraordinario en el PSUV? ¿Hay alguien de arriba que haya construido un liderazgo con trabajo y no con el apoyo de Chávez y de los medios públicos? ¿Hay alguien con capacidad de sumar?
Pero como estamos acostumbrándonos a la derrota y se está olvidando muy rápidamente que el soberano ha enviado sus señales insistentemente desde los dos últimos procesos electorales; es fácil determinar ahora, si no hay cambios en el PSUV, los eventos claves de los primeros días del 2012. Un evento que seguramente observaremos tendrá lugar en Caracas con participación de los estados. Veremos una sala repleta roja rojita, full de la masa burocrática y con notable ausencia de pueblo.
El objeto de la reunión será formalizar públicamente lo que muy probablemente ya habrá circulado internamente y que se concreta en el cumplimiento de una orden: Crear los Pelotones u otra cosa parecida. Atrás quedaron las unidades de batallas, los batallones y las patrullas con una existencia muy corta y lanzadas para buscar votos. Los pelotones serán el nuevo recurso organizativo busca votos, aunque se nos dirá que su creación fue propuesta para promover la participación del soberano y abrir la discusión a todos los niveles. Posterior a ese evento se realizarán otros y a la cabeza estará uno de los que vienen construyendo lenta y paulatinamente este fracaso para decirnos que hay miles de pelotones y que multiplicados por la cantidad de miembros registrados en los pelotones dan un piso de 9.999.999 votos seguros para la confrontación de ese año.
En cualquier día de ese año, veremos por TV grandes concentraciones con mucha gente, pero sin un pueblo organizado. Se espera tener muchos votos pero sin organización y bajo esa circunstancia; los votos tienen poco sentido para ir avanzando en el proyecto.
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