Organizado por el CIM, la Fundación Rosa Luxemburgo e IDEA se llevó a cabo el taller sobre el papel del del viejo Estado heredado en la creación de un nuevo Estado en el que el pueblo organizado se autogobierne y promueva innovadoras formas de autogestión, tales como: consejos de trabajadores, consejos comunales, comunas, consejos sectoriales de salud, educación, deportes, medio ambiente, género, etc.
Una reunión orientada a ofrecer respuestas a cruciales preguntas que se hacen al calor de los procesos sociopolíticos que están en marcha en varios países del continente ¿Cuál debe ser el papel del Estado y de los gobiernos para que los pueblos asuman cada vez más poder? ¿Qué similitudes y diferencias existen entre el Estado de antes y después del triunfo de un gobierno de izquierda? ¿Cuál debe ser el papel de los entes públicos en la organización autónoma del pueblo en el territorio y centros de trabajo? ¿Qué pasa cuando ya existen tradiciones de lucha en comparación con aquellos casos en los que la comunidad aún no ha impulsado iniciativas de organización? ¿Cómo materializar la contraloría social? ¿Debe ser la gente organizada la que designe a los funcionarios del Estado o esta debe ser una facultad reservada al gobierno? ¿Qué entender por autogestión y autogobierno?.
También, ¿Cómo evitar que el Gobierno Central o los gobiernos locales impongan su autoridad y desplacen iniciativas de organización popular cuando estas dependen del financiamiento gubernamental? ¿Qué entender por autonomía regional?¿Pueden existir autogobiernos locales sin descentralización? ¿Cuál debe ser el papel del Estado central con relación a los procesos autonómicos? ¿En cuáles asuntos las regiones deben tener plena autoridad y en cuáles debe intervenir el Estado central? ¿Qué mecanismos surgen para evitar las desviaciones de la burocratización? ¿Qué tipo de instrumento político se requiere para impulsar la autoorganización del pueblo?.
Un encuentro de mucha relevancia para asimilar las lecciones de los intentos fallidos de construir el socialismo del siglo XXI y para aclarar los caminos que nos lleven a la construcción de un nuevo Estado comunal, en manos de los trabajadores directos y de la comunidad organizada. Las conclusiones serán recogidas en un número especial de la revista Comuna, que pronto estará en circulación.
