Definitivamente ha llegado la hora de pasar del diagnóstico y el análisis de los rasgos que distinguen la Gerencia de Talento Humano en el socialismo, a la acción. Digo esto por todas las limitaciones que tienen los actores involucrados en gestionar el hombre en revolución, léase gerentes y trabajadores, limitación que viene dada en el propio texto constitucional, en el cual desafortunadamente, se limita el ingreso de personal a la administración pública solo a la vía del concurso público.
Esta segregación de la letra constitucional, es una contradicción en sí misma, por cuanto y en tanto todos los organismos del estado tiene un gran porcentaje de personal contratado, sin los mismos derechos laborales de los funcionarios públicos, vemos entonces, como la escala de salarios no se aplica a este tipo de personal, por ende cuando el Presidente decreta una modificación a la escala de los funcionarios públicos, no aplica al personal contratado, quienes ven frustradas sus expectativas de elevar su salario de manera cónsona al costo de la vida.
Por otra parte, existen organismos donde se cumple a cabalidad lo establecido en la LOT, en cuanto al personal contratado, es decir, cancelan apenas siete (7) días de bono vacacional, en contraposición con los cuarenta (40) días que otorga la Ley del Estatuto de los Funcionarios Públicos, no se reconoce la Prima de Profesionalización del doce por ciento (12%), no se le apertura cuenta de Fideicomiso de Prestaciones Sociales, ni otros beneficios contemplados en el Contrato Marco. No se conceden los permisos que establece el Reglamento de Carrera Administrativa, por nacimiento de hijos, defunción de familiares, estudios, Comisiones de Servicio, traslados y transferencias y obviamente, si no llegasen a acceder a un cargo de carrera, no tendrían derecho a una Jubilación, ni aún cuando duren treintas años en la APN. Así como tampoco tienen derecho a ser evaluados ni a compensaciones salariales producto de sus evaluaciones y, obviamente tampoco aplica la máxima de a trabajo igual salario igual. Políticas todas que muestran una odiosa segregación en el acontecer diario de estos espacios de trabajo.
En perspectiva, es el personal contratado de la ANP, un servidor público de segunda categoría?, yo creo que no, y estoy de acuerdo con el Presidente de la República, Comandante Hugo Chávez Frías, cuando reconoce la IGUALDAD de estos trabajadores, por ejemplo, en el decreto de Aguinaldo Navideño, donde obliga a los empleadores a cancelar un bono de noventa días de salario integral a empleados y contratados por igual, así como en el Ministerio del Despacho de la Presidencia, donde se les cancela todos los beneficios por igual incluyendo bonificaciones de carácter permanente.
Debo reconocer que a lo largo de estos doce años, y posterior, al Golpe de Estado, algunos organismos como la Asamblea Nacional y el Ministerio del Poder popular para la Cultura, efectuaron los respectivos concursos y legalizaron el problema del personal contratado convirtiéndolos en funcionarios públicos con todos los derechos de la carrera. Pero, este hecho es excepcional, la inmensa mayoría de los organismos públicos, cuentan con una gran cantidad de personal contratado en cargos administrativos, entre otros, secretarias, analistas, asistentes administrativos, profesionales y hasta contratos por Honorarios profesionales a dedicación exclusiva y tiempo completo con características de subordinación, pero sin beneficios. Más allá, existen casos como el del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, cuya nómina alcanza el 80% de personal bajo esa modalidad, al igual que otros Ministerios de reciente creación.
Desde el punto de vista político, hablamos de servidores públicos y eso son de hecho, más no de Derecho, los contratados, es costumbre que al posicionarse un nuevo Gobernador, Alcalde, Ministro o Presidente de cualquier organismo, este traiga consigo un número importante de personal contratado para que lo acompañe en su gestión, por lo general, adeptos al proceso revolucionario. Son los contratados, quienes por lo general, laboran más allá del horario normal, asisten a las jornadas de trabajo voluntario y suspenden vacaciones por razones de servicio, además, con este personal se formaron las Misiones Bolivarianas, se les contrata a destajo para tareas específicas como el registro de la Gran Misión Vivienda, o las Actualizaciones del REP; o los operativos de Mercal, de la Misión Identidad. Vaya usted a cualquier organismo público en horas de la noche y verifique que tipo de personal se encuentra laborando. Nadie quiere reconocer que sin los contratados de la APN, el proceso revolucionario no habría tenido grandes avances. Pídale usted, a un funcionario de carrera que sacrifique un fin de semana o unos días de asueto por el colectivo y tendrá un no rotundo por respuesta, pero la ley dice que no deben existir contratados, salvo para funciones muy especializadas.
Recuerdo que en Enero 2002 en una reunión de alto nivel con el fallecido exPresidente de la Asamblea Nacional, Diputado William Lara, le dije “Ingresemos a los contratados como personal fijo, mire que si la derecha fascista se posiciona, no va a quedar ni uno sólo de estos trabajadores aquí”, lamentablemente la Cuenta salió el mismo día del Golpe. No estaba equivocada, he visto desde entonces, como Alcaldes y Gobernadores de derecha y muchos de los nuestros también, llegan a las instituciones botando a todo el personal contratado, por cuanto saben que éstos son en teoría los Chavistas y Revolucionarios o personal de confianza del anterior Ministro. Obviamente, no tienen estabilidad laboral, por ende, se cree que pueden ser despedidos o excluidos de beneficios laborales sin contemplaciones, no le toca al personal contratado, en algo usual que se dice en las reuniones de Directores, como si fueran escoria o pedigüeños. Por ello existe, un largo rosario de demandas en los tribunales laborales. Quizás sea legal excluirlos, discriminaros, pero es ético?, es moral?, es revolucionario?, tener una persona trabajando incansablemente y negarle estabilidad laboral, aumentos de salario o el pago de bonificaciones e incluso la posibilidad de un retiro digno cuando sea un adulto mayor.
Es esta la revolución que se construye?, es la inclusión que se pregona?, pueden normas y procedimientos de manejo de personal hecha en y para la Cuarta República, servir de modelo en la Revolución, me parece que las acciones del Comandante Presidente, hablan por sí solas y la jurisprudencia también. No esperemos un movimiento de Contratados indignados, no esperemos una renuncia masiva de ésta plantilla dentro de una institución, no caigamos en los errores de la ultraderecha fascista quiénes botan hasta cinco mil contratados y nada pasa, la institución sigue marchando aunque no dé respuestas al colectivo. Es hora de corregir el rumbo y, afianzar un estilo de gerencia de lo humano que dignifique al Hombre, cualesquiera sea su condición en el espacio laboral.
Vamos a una segunda etapa revolucionaria y debemos aprender de la primera. Es necesario revisar estas desviaciones al amparo de una letra constitucional de sólidos principios incluyentes. Es hora de decir no a la discriminación, la igualdad es la base fundamental de la ideología revolucionaria, la solidaridad, el respeto a los derechos humanos, la calificación profesional, los nuevos valores constitucionales, y la participación del colectivo. Ese es el camino, necesitamos gerentes éticos, comprometidos con el entorno, incluyendo, los trabajadores. Éstos son el colectivo institucional, las políticas laborales deben abarcar a todo ese colectivo. Necesitamos una gerencia pública del talento humano incluyente, progresista, que transforme a los mejores trabajadores en insuperables y, a quiénes crean tener deficiencias ideológicas, académicas, culturales y éticas, en más y mejores revolucionarios.
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