Se hace imprescindible elevar el nivel teórico de los hombres y mujeres que hacen la política del día a día por todos los rincones de la patria, la formación de combatientes resueltos y firmes, que compartan el principio de los valores éticos y por la disposición a la vigilancia revolucionaria.
Con perseverancia y consecuencia el Gran Polo Patriótico tiene la obligación de capacitar al pueblo para comprender y valorar con realismo las posiciones de sus adversarios y enemigos, es decir, el Imperialismo y sus aliados internos. Además está obligado por la historia a que un ideal tan elevado como el socialismo se mantenga incólume. Esto exige de cada uno de nosotros unidad ideológica y disciplina.
Cumplir las tareas del Gran Polo Patriótico es una responsabilidad que no podemos eludir. En este momento se hace necesario acumular fuerzas para los cambios urgentes que reclama nuestro pueblo. La unidad es una obligación, teniendo presente el valor de la crítica y la autocrítica, permanente.
El Polo debe estar en guardia contra el sectarismo, el divisionismo, el liberalismo y el nepotismo; lo cual nos indica que se deben abrir espacios para la discusión y ese lugar tiene que ser en el seno del pueblo venezolano; de igual manera, hay que introducir modificaciones en las formas de lucha, sin temores ni ambages, ya que muchas de las iniciativas que ayer nos dieron victorias hoy lucen desgastadas.
El Polo Patriótico se estrena con un acontecimiento significativo para el curso que lleva el desarrollo histórico de nuestro pueblo, las elecciones de octubre de 2012, para lo cual se requiere entusiasmo, devoción y nuevas consignas de acción para esta etapa de desarrollo y para un acontecimiento tan importante como la reelección del Presidente Chávez.
Sin objetivos concretos no puede haber dirección política. Hoy tenemos la posibilidad de impulsar un movimiento de movimientos que sería “el Gran Polo Patriótico”. Y podemos potenciarlo hacia el futuro, pero también podemos volver al pasado si no somos certeros en lo que la historia nos está poniendo sobre nuestros hombros.
Es verdad que podemos renovarnos, que podemos volver a ser jóvenes, y que podemos pensar con frescura y proponerle al pueblo venezolano algo nuevo, pero también podemos regresar tercamente al pasado si no acertamos en el objetivo. De allí que aboguemos por la alianza de todas las clases revolucionarias.
Debemos tenderles una invitación y una mano fraterna a todos y todas los que luchan, estén donde estén, para llegar a un acuerdo por encima de las apetencias personales, en torno a un plan y tareas concretas sin perder la perspectiva de proyectase hacia la construcción seria del socialismo. No se puede esperar más.
La vigencia de los principios de la Constitución, la democracia protagónica y participativa, la defensa de la soberanía nacional, la alianza de patriotas, civiles y militares, la justicia social y la construcción de una economía que favorezca a todos, sin exclusión odiosa, es una tarea revolucionaria que estamos obligados a asumir.
La lucha contra el burocratismo, la aproximación sucesiva a una realidad en permanente transformación, el análisis sincero y enriquecedor del socialismo, alejado de dogmas, debe tener cabida en esta propuesta que revitaliza la lucha revolucionaria y que cuenta con el apoyo de las mayorías.
La crítica hacia las organizaciones políticas existentes, debe ser constructiva. Sin embargo, deben deslindarse campos con el comportamiento clientelar, tanto de personas, como de grupos y partidos. Igualmente hay que tomar distancia con quienes se amparan en el verticalismo, el compadrazgo y las afinidades regionalistas; de la misma manera con aquellos que abusan del principio de autoridad o del uso de posiciones e información privilegiada. Por lo demás, hay que censurar la prevaricación en todas sus formas y grados de responsabilidad, ya que atentan contra la Patria y la Revolución.
Proponemos seis (6) líneas de acción político-organizativa: una de Obreros, otra de Campesinos; asimismo una de Mujeres; la de Jóvenes resulta imprescindible, al igual que la de los Intelectuales y la de los Militares.
Manuel Vadell por Areópagos
Isrrael Sotillo, Yuri Valecillo y Rodolfo Diverio por la Corriente Alternativa Radical Bolivariana
Julián Rivas, por la Escuela Móvil Simón Bolívar
Nos comprometemos a aportar documentos sucesivos.