Como es de dominio público el día viernes pasado, en el marco de la presentación de la memoria y cuenta del Presidente de la República ante la Asamblea Nacional, la Diputada María Corina Machado, operadora política de la oligarquía nacional y fiel defensora de los intereses imperiales en nuestro país, además de ser dueña de algunas empresas, haciendo gala del trillado discurso en defensa a la propiedad que durante siglos, y casi sin ningún cambio, ha utilizado la burguesía dijo que la expropiación es un robo.
No creo necesario referirme a la respuesta dada por el presidente a irresponsable acusación, especialmente porque la respuesta fue adecuada ante lo grotesco que resultó ver a una precandidata presidencial utilizando el espacio de nuestro parlamento y la coyuntura de una memoria y cuenta para forzar un debate con el Presidente de la República; lo que sí creo necesario es aprovechar la oportunidad para desnudar, una vez más, la tergiversación histórica, discursiva, argumentativa y la hipocresía de la burguesía y de sus operadores políticos.
Hace más de un siglo el filosofo francés Proudhon dijo que la propiedad era un robo, y Carlos Marx dedicó su vida y obra a demostrar que esto es cierto (no digo que Marx era seguidor de Prudhon), Marx se refería a la propiedad sobre los medios de producción y por ende sobre gran parte de la riqueza socialmente producida; ciertamente, sí el capital tiene su asidero en la plusvalía y esta no es más que el robo que los patronos ejecutan contra el trabajador, todo lo que nazca de ese robo es la extensión de esa injusticia.
La contradicción del capitalismo, esa que “técnicamente” se denomina capital-trabajo, consiste en la masificación del hecho productivo y en el robo (sin comillas) de gran parte de la riqueza que el trabajo masificado produce, siendo así cobra perfecta vigencia lo enunciado por Marx y Engels cuando establecieron que expropiar la propiedad capitalista sobre los medios de producción era expropiar a los expropiadores, sobre el famoso cuento del despojo de la propiedad personal (carros, casas, mascotas, teléfonos, etc) solo nos resta decir que hasta ahora ningún “filosofo” o “historiador” de la oligarquía ha podido demostrar que Marx, Engels o Lenin hayan dicho algo sobre ello. Sin embargo, más allá de todas estas consideraciones político-ideológicas de la manipulación de la oligarquía, repetidas con cara de descubrimiento por parte de la Diputada Machado el viernes 13 de enero, hay además otro agravante, en Venezuela existe una Constitución progresista que expresamente garantiza el derecho a la propiedad y que además ha sido el instrumento para que cada expropiación que se ha producido en el marco del proceso bolivariano haya sido resarcida, o esté en ese proceso, incluso, en mi opinión personal, muchas veces hasta por encima de los intereses de la nación.
Venezuela vive un importante proceso político que debe dar pasos ciertos hacia la liberación social, etapa aún no alcanzada, y que no podrá alcanzarse plenamente mientras industrias estratégicas continúen en manos de una oligarquía parásito de la renta petrolera, esta coyuntura actual esta claramente plasmada en la Constitución Bolivariana y en su protección a la propiedad; porque ciertamente cuando por condiciones socio-históricas concretas podamos tener una Constitución de tipo socialista el tratamiento a ese tipo de propiedad será distinto y no me refiero, como ya expresé, a la propiedad personal o a pequeñas empresas familiares, bodegas, etc, sino a la propiedad nacida del robo que surge de la acumulación de capital y no se trata tampoco de que en el socialismo una expropiación se efectué sin resarcir económicamente a quien afecte esta medida.
El pueblo no es tonto Diputada Machado y precisamente por eso no caza moscas.
Militante del PCV
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