Álvaro Uribe y Aznar, ambos ex presidentes, preconizan las voces de intervención norteamericana en América Latina utilizando criterios de filtración de informes y desestabilización para crear plataformas satelitales y bases militares que estén muy cerca del eje amazónico y hacer de la política exterior de España y Colombia instrumentos de distensión como muerte, sin importarle los movimientos campesinos, urbanos y rurales para la sustentación de los Estados, miembros del eje Atlántico. Nuestro Continente y el Sur del Asia serán escenarios de refriegas como de confrontación ideológica para la tercera fase de la Tercera Guerra Mundial y el Caribe constituirá el espacio marítimo porque cerca de éste gran mar, hay centros de refinación del petróleo útiles para Estados Unidos, sobre todo Amuay y Puerto La Cruz. Hay informes que viene evidenciando por vía diplomática la preparación de ejércitos élites que comprenden soldados psíquicos y físicos- matemáticos para explorar turbulencias de cuarta generación, donde la simetría y asimetría son fundamentales.

Por esto, más allá de Manta,( Ecuador), existe interés de controlar el Sur mediante sistemas satelitales para crear situaciones nuevas con apoyo de las bases militares acantonadas en Colombia, me refiero en Tolemaida, Palanquero, Larandia, Málaga, Aplay, Cartagena y Malambo. Estados Unidos de una manera cautelosa se viene apoderando de territorios para colonizarlos, tal como sucedió con el mexicano al respaldar en 1855 al filibustero William Walker, quien se designo autopresidente de Nicaragua, decretando oficial el idioma inglés y controlando ese vasto territorio centroamericano hasta México y Panamá a través de su canal.

Los apagones eléctricos, rompimiento de válvulas de control petrolíferos, la especulación e inflación de los alimentos por usura de comerciantes influidos por monopolios agroalimentarios inciden en actos de guerra telemáticos apoyados por un sindicalismo con base en Miami, cuna de venezolanos golpistas, asesinos potenciales y terroristas, que con sorpresa esotérica se levantan cada mañana estival para maldecirnos y ofrecernos el castigo divino por apoyar a un presidente que floreció desde las raíces del pueblo y el enclave militar. La idea es producir una crisis sistémica en los modos de producción y en el sistema energético bolivariano para definir un nuevo modelo derechista en la región, es como manipular dentro del mismo Estado, porque estos dirigentes sindicales representan a los trabajadores eléctricos y la nación le pagan en promedio 300 mil bolívares fuerte mensualmente y un docente de Misión Sucre apenas gana y no tiene un salario fijo, menos cesta ticket. Hay una confabulación que proviene desde las raíces de las mismas empresas bolivarianas.

La idea es llevarnos de una crisis a otra, El capital como sistema esta en crisis desde hace veinte años y necesita incrementar la tasa de explotación obrera( fuente de riqueza) para forzar la banca comercial a una competencia global potenciada por los grandes prestamistas y acorralar a la masa obrera empeorando sus condiciones laborales para que salgan a protestar, ocasionar caos para darle fuerza a las 200 corporaciones económicas del mundo, aparte de las nueve ya clasificadas y que desarrollan su ola consumista en islas paradisíacas. Por eso, los sindicalistas venezolanos viajan demasiado por las riquezas que generan al utilizar al trabajador como factor de coexistencia.

Ahora, es el momento de ir a la radicalización del Proyecto Simón Bolívar y ver los caminos de una Constituyente para Reformar de una vez al Estado y no sea decapitado en el plano civil, empresarial y militar. Vamos al socialismo en el cumplimiento de su tercera fase,

Los paradigmas epistemológicos hay que quebrarlos para desarrollar instrumentos de libertad que nos lleve hacia una nueva realidad social y que los colectivos tengan una razón científico- técnica para su supervivencia. Es el gran ideario de Bolívar, acortando la distancia entre su pueblo y la sociedad industrial moderna, vamos hacia un lenguaje más utilitario, donde la razón debe desarrollar sus artificios de carácter instrumental para luchar contra la guerra de cuarta generación que se avecina al caer Siria en el caos al igual que Libia por carencia de un verdadero liderazgo racional, de fuerza y carácter moral. Hay que crear un mundo nuevo, los mass media han creado un mundo unidimensional, los lenguajes se confinan a un solo espacio y tiempo, obviando la racionalidad del género humano. Recomiendo la tesis del ensayista Arturo Añez, estudiante de la Universidad Bolivariana titulada Tres Hombres y Una Creencia. En un aparte expresa:” La estupidez nos domina, somos esclavos de nuestro propio albedrió, creemos en lo que creemos creer y nos dejamos llevar insensatamente e inocentemente hacia el mundo ficticio de La fantasía”.

Los sindicalistas desfasaron su historia de lucha social. Tienen injerencias en el tratamiento informativo de las colonias estadounidenses y ahora desean colapsar a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Argentina, los propósitos se encuentran bien delineados porque el fin último es las reservas petroleras, estos sectores destruyen las empresas chilenas, la historia de éste país y promovieron el militarismo como engranaje de una dictadura que asesino a muchos trabajadores e inmovilizó al país por décadas.

El pueblo debe encabezar una gran ofensiva contra estos depredadores del poder legítimo que utilizar recursos del Estado para propagar actos de guerra asimétrica en los centros de energía y alimentación, se debe asumir posiciones radicales, estamos frente a otro modelo de sindicalismo. Estamos frente a otro orden político y ético que debemos cortar del ala social venezolana, darle al sistema bolivariano y socialista su verdadero carácter político.


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