Los 335 municipios que conforman la totalidad de la geografía venezolana ya se encuentran listos para los comicios que se realizarán el próximo domingo. Los dos bandos a enfrentarse pulen los detalles que pudieran presentarse en los últimos días de campaña.
De acuerdo al análisis preelectoral de los diversos dirigentes políticos, estas elecciones se podrían traducir en un avance o retroceso tanto para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y demás organizaciones que conforman el Gran Polo Patriótico (GPP) como para la autodenominada Mesa de Unida Democrática (MUD).
Para los revolucionarios, el evento posee características importantes y particulares, a tal punto que el ocho de diciembre fue decretado por el presidente Nicolás Maduro Moros como el “Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Supremo, Hugo Chávez”. En el caso de la oposición, sus voceros han solicitado a la militancia que los sigue salir a votar de manera masiva, aún cuando en los últimos años no han avalado los resultados emitidos por Consejo Nacional Electoral (CNE), institución a la que califican de “parcializada al Gobierno”.
Chavismo pica adelante
La izquierda venezolana, consolidada bajo el pensamiento de Chávez, tiene la primera opción de sumar a su causa una cantidad importante de municipios, de acuerdo con los sondeos de la mayoría de las encuestadoras del país.
Según el trabajo de campo más reciente de International Consulting Services (ICS) –realizado entre el 15 y 20 de noviembre, que incluye mil 400 entrevistas en todo el país–, la mayoría de los electores votaría por los candidatos pesuvistas si las elecciones se realizaran hoy.
El estudio –que posee un 95% de confianza– arrojó que un 68% de los electores se inclinaría por el chavismo, mientras que 32% haría lo propio por la oposición. Detalló que los bolivarianos obtendrían 228 alcaldías, mientras que la coalición derechista sólo 107 del total.
¿Plebiscito municipal?
El actual gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radosnski, en reiteradas oportunidades ha expresado que la contienda posee características nacionales que la convierten en un plebiscito contra el Mandatario Nacional, además de ser “una oportunidad de expresar el descontento”.
A escasos días de las elecciones, Capriles prefirió cambiar ese discurso debido a que no tuvo el impacto que desde la MUD proyectaron. Ahora, en su lugar, el excandidato presidencial, derrotado en dos oportunidades, llamó a sus partidarios a “votar con furia” para obtener un 60% de las localidades en disputa.
“Si me quieren sacar de la Presidencia recojan firmas (…) Hay un solo mecanismo que es en el 2016 (el referéndum revocatorio consagrado en el artículo 72 de la carta magna). Cuando se cumpla la mitad del mandato, los pelucones, los burgueses, si quieren, podrán salir a recoger firmas y el CNE las certificará una a una”, resaltó Maduro el cuatro de noviembre en transmisión conjunta de radio y televisión.
Números que hablan
Para el presidente de Hinterlaces, Oscar Schemel, la lectura inicial de la oposición no es la más correcta ya que “los venezolanos no están plebiscitando las elecciones municipales del 8-D”.
Schemel explicó que al preguntársele a los encuestados, en su más reciente Monitor País, cuál creían que era objetivo de estos comicios, solo el 5% manifestó que era un voto contra Maduro.
El experto refirió que existen municipios bajo el control del chavismo donde ganan candidatos opositores y viceversa. Atribuyó esta razón a que la gente apuesta al liderazgo local y a la solución de sus problemas.
“Antes que su posición política está anteponiendo su conveniencia personal”, manifestó en entrevista con Venevisión el pasado 22 de noviembre.
En relación a la gestión de Maduro, Schemel precisó que “ninguna encuesta le da menos de 43% de valoración positiva”, al tiempo que detalló que para Hinterlaces ronda entre 47 y 48% la aceptación hacia Jefe de Estado.
“Con más de 40% en un clima de inestabilidad, en una situación de crisis económica, con alto costo de la vida y desabastecimiento severo, esta es una cifra milagrosa y extraordinaria”, señaló el directivo, enfatizando, además, que tras las medidas económicas que impulsa Miraflores para proteger el poder adquisitivo de los venezolanos, se registra una tendencia, en ese sentido, por encima del 55%.
“Las recientes medidas han convertido a Maduro en el Presidente, con mando, con autoridad; tomando decisiones y resimbolizando la imagen de Chávez. En algunos municipios que hemos medido la valoración de Maduro está cercana al 60%”, puntualizó Schemel, aclarando que “la oposición viene cayendo significativamente porque sigue sin presentar una propuesta y sigue sin convertirse en una alternativa y sólo canaliza el descontento”.
El pitazo final
El desafío que tiene la MUD no parece sonreírle. Con las horas pisándole los talones, deberá trazar estrategias políticas que les permitan remontar los reveses electorales sufridos durante los comicios presidenciales del 7 de octubre, en las regionales del 17 de diciembre de 2012 y en las nacionales del 14 de abril de este año. Tres derrotas que, necesariamente, tendrán una marcada relevancia para las conclusiones del ocho de diciembre.
Mientras esto ocurre, al frente del timón, nuevos proyectos enmarcados en el Segundo Plan Socialista de la Nación, aunado a la transferencia de competencias y recursos al poder popular, constituyen las principales promesas electorales de cada uno de los candidatos del chavismo, quienes buscarán, por encima de todo, mantener el legado de Chávez en alto.
Colocar en un recuadro
Desconocimiento del árbitro
Maduro insiste en que la estrategia de la oposición está basada en la generación de disturbios en todo el territorio nacional, como los ocurridos el pasado 15 de abril de este año que dejó una decena de fallecidos y cientos de heridos.
“Al primero que salga a desconocer los resultados de las elecciones y a intentar crear violencia, van directamente a ponerle los ganchos y va a pagar caro, muy caro”, sentenció en una alocución televisada el pasado sábado dos de noviembre.
Al día siguiente, el coordinador nacional del ultraderechista partido Primero Justicia, Julio Borges, indicó que si los cómputos finales “no son confiables” para ellos no serán confirmados.
“Nosotros tenemos que esperar cuál es la conducta del Gobierno el 8 de diciembre para ver cómo aceptamos o no los resultados y eso es válido en cualquier elección del mundo”, reiteró en sus acostumbradas ruedas de prensas dominicales.
Con evidentes señales de contradicción, Borges señaló que el CNE le “roba el voto al que no vota”, por lo que instó a cumplir con ese deber democrático como “la única solución” para evitar un supuesto fraude.
“Los que más interés tenemos en que se vote tranquilamente somos nosotros”, comentó el diputado, al tiempo que criticó los Observatorios de Paz Integral anunciados por Maduro, que buscan vigilar y resguardar el antes, durante y después del proceso.
“Desafortunadamente esa es la oposición que tenemos”, refutó el presidente de la Aasamblea Nacional, Diosdado Cabello, durante las jornada de evaluación de las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez de la región central del país, efectuada en el estado Vargas.
“Si ellos (los opositores) no ganan comienzan a chillar, se tiran en el suelo y van a organismos internacionales a reclamar porque no ganaron, pero cuando ellos ganan no dicen nada; ¡es la hipocresía pura!”, exclamó Cabello, quien además de desempeña como el primer vicepresidente de la tolda roja.
Colocar en un diente
La cifra
Más de 18 millones 900 mil electores escogerán entre 16 mil 880 candidatos a 335 alcaldes, dos alcaldes mayores y más de 1000 concejales.
Colocar en una cita
“Pensar que el chavismo se está debilitando no sólo es un disparate, es una estupidez”.
Oscar Schemel, presidente de Hinterlaces.
“Si las elecciones presentan resultados que para nosotros son confiables, los reconoceremos, si no, no lo haremos”.
Julio Borges, coordinador nacional de Primero Justicia.