Si el potro gana en Petare le dará los votos que necesita Ernesto Villegas para clavarle la estaca al vampiro y al mismo tiempo preparará el terreno para el entierro político del mitómano desgobernador de Miranda. Eso está de anteojito. A estas alturas, después de la experiencia electoral de las últimas presidenciales, no confío en las encuestas ni en la parafernalia de los fabulosos actos de campaña. Tampoco me dejo llevar por las falsas ilusiones que me puedan despertar la derecha agazapada y silenciosa con un bajo perfil en la movilización de masas. Sólo me guio por mi propia lógica y por lo que logro percibir de la gente.
Parto del principio histórico que a diferencia de Baruta, Chacao y el Hatillo, el Municipio Sucre fue alguna vez Chavista. En segundo lugar considero que no es un cuento inventado por nadie la mediocre gestión del actual Alcalde, ahí en Petare no hay ninguna obra de la alcaldía amarilla que se pueda mostrar sino basura y más basura.
La tercera consideración a tomar en cuenta es la obra, demasiado visible, cumplida por el gobierno nacional en territorio del Municipio Sucre, baste con nombrar sólo cuatro de ellas de gran impacto social: a) la Misión Vivienda, b) el moderno tren que se pasea entre la Urbina y Petare, c) el sistema de seguridad recién inaugurado para monitorear las calles y avenidas de Sucre y Chacao ofreciendo el más sofisticado operativo de vigilancia público existente en Venezuela y uno de los más adelantados del mundo y d) la homologación de salarios de los maestros, policías y bomberos municipales con sus colegas nacionales.
Hay una cuarta consideración no menos importante y es el asunto de la conciencia o inconciencia de las masas en las elecciones burguesas. Yo soy de los que siempre me quejo de la baja formación política de nuestro pueblo aunque reconozco la cátedra de historia de Venezuela aportada por Chávez a las masas, a mi juicio, todavía insuficiente en materia de historia universal. Esta consideración favorece el pragmatismo electoral que es la condición prevaleciente en el proceso por decidirse el 8D. La estrategia electoral del chavismo no es ideológica sino pragmática y en este tema la balanza se inclina hacia el chavismo.
La oposición basó su fortaleza en dos bastiones escases e inflación pero el gobierno ha empatado los puntos con su contraofensiva a la guerra económica dejando a la derecha como defensora de la especulación y el acaparamiento. El debate en este particular se basó en el problema del consumismo propio de la cultura capitalista sin profundizar en la propuesta socialista.
Antonio Álvarez, el Potro, es un candidato que ha venido demostrando con su discurso que tiene dotes de líder político y talla de administrador público. Tiene a su favor la gran popularidad que acompaña su candidatura. En el contexto pragmático de la campaña electoral no pareciera tener un competidor de su altura. Además el Potro tiene la característica atractiva para mucha gente de no cargar con la cruz de los errores cometidos por un partido sino de refrescar el ambiente político. Ésta sin duda es una fortaleza pero podría ser también su gran debilidad si no cuenta con la fuerza del aparato que como las divisiones romanas es la mejor arma del PSUV. Si la maquinaria funciona habrá Potro para rato.
*Profesor universitario jubilado de la UPEL