La salida de Giordani. ¿Rumbo al capitalismo de nuevo?

Mis queridos lectores, hoy escuché por la radio, muy temprano, la noticia de la salida del ministro Giordani de la cartera de planificación. Debo decir que la noticia no me sorprendió para nada, al otrora poderoso ministro de la economía y las finanzas venezolanas ya le habían quitado todo poder e influencia, al dejarlo aislado en el ministerio de planificación, sacándolo del gabinete económico y del Banco Central.

Esta noticia podría ser intrascendente debido a que los cambios y enroques de ministros es un lugar común desde hace muchos años en el proceso bolivariano. Sin embargo, creo que en este caso hay algo muy de fondo en esta decisión de apartarlo del poder.

Recuerdo, y así lo he reseñado en otros artículos, haber escuchado al exministro Giordani decir que para él, el socialismo del siglo XXI no era otra cosa que el mismo socialismo de siempre pero ubicado en este nuevo siglo. El hecho de que dijera esto, de alguna manera y de forma muy resumida, retrataba su pensamiento. El exministro reivindicaba entonces lo que había sido el socialismo del siglo XX como si este no hubiera fracasado estrepitosamente en la Unión Soviética y en la Europa del Este, y la realidad de su supervivencia a duras penas en Cuba y Corea del Norte o el cambio de giro del enfoque económico en China, reintroduciendo el capitalismo.

El ingeniero Giordani en Venezuela logró introducir en la revolución bolivariana un esquema económico muy propio de ese modelo de socialismo fracasado, expropiaciones de tierra y empresas, un férreo control de cambios, controles de precios, regulación de alquileres de viviendas y locales comerciales, el desvío hacia unos fondos de inversión de los dólares que debían entrar al Banco Central y consolidar las reservas internacionales.

Últimamente, hemos visto como se han reajustado los precios de los bienes básicos, incluso en las redes de distribución del Estado como Mercal y PDVAL, la modificación de la ley de alquileres de locales comerciales volviendo a un esquema en el cual la oferta y demanda fije el canon de arrendamiento y no por una fórmula basada en un precio por metro cuadrado, la introducción de un esquema cambiario con un mecanismo como SICAD II que fija el precio del dólar por la oferta y la demanda, y que como he mencionado anteriormente, lo considero la antesala de un retorno al libre cambio total, reducciones importantes en las misiones, para nadie es un secreto que la Misión Vivienda se ha frenado y que la meta de este año no se alcanzará y por mucho, la Misión Barrio Adentro que también se ha visto afectada. El Presidente Maduro ya ha señalado que las misiones están en evaluación y que algunas se fusionarán y otras se eliminarán, y esto, en otras palabras significa reducción del gasto público. No podemos dejar pasar el anuncio de que se evalúa subir el precio de la gasolina y un posible cambio en el esquema tributario y no para bajar los impuestos. Como podemos ver medidas que coinciden con la pérdida progresiva del poder por parte del señor Giordani y que seguramente no son de su agrado.

Para muchos revolucionarios estas medidas están conduciendo a una vuelta al capitalismo salvaje o a la introducción de un modelo socialdemócrata. Quienes así piensan ven este giro de la economía como una traición a los postulados de la revolución y posiblemente vean en la salida del mencionado exministro una corroboración de la traición al espíritu de la revolución. En este sentido, quienes así piensan plantean que a diferencia de las medidas de corte neoliberal que se están tomando lo que hay que hacer es profundizar la revolución. Hasta ahora no he conseguido a nadie que me pueda explicar racionalmente que significa profundizar la revolución más allá de eslóganes baratos como “más poder para el pueblo” o “comuna o nada”. Cuando trato de escudriñar de qué manera el Estado Comunal puede revertir la situación económica en lo que se refiere a abatir la inflación, acabar con la escasez o disminuir las importaciones me encuentro con que los defensores de “más poder popular o comuna o nada” no son capaces de articular una respuesta sensata en términos económicos.

Si suponemos que el establecimiento del Estado Comunal va a solventar los problemas económicos, debemos ser realistas y estar conscientes que dicho Estado no podrá implantarse ni en el corto ni en el mediano plazo, el problema es que la crisis económica la tenemos aquí y ahora.

Aunque el gobierno pueda querer implementar el Estado Comunal, debe hacer frente a una realidad de déficit fiscal, a una realidad que señala que los ingresos peroleros ya no alcanzan para satisfacer todas las necesidades, que ya no hay dólares para todas las misiones, para todas las importaciones, por lo tanto, hay que priorizar.

Lo queramos o no, los gobiernos de la ideología que sean tienen que hacer frente a los mismos problemas económicos, inflación, recesiones, malas cosechas, devaluaciones, déficits, y el recetario para tratar estos problemas es limitado.

Todos los gobiernos de derecha o izquierda enfrentan el famoso problema económico “satisfacer necesidades múltiples y jerarquizables con recursos escasos y de uso alternativo”.

Por un tiempo, mientras la renta petrolera parecía no acabarse nunca, tuvimos el espejismo de vivir un socialismo que podía escapar al problema económico fundamental, atendiendo a todas las necesidades sin priorizar y ser selectivo en el gasto público, pero por desgracia, el sueño de una realidad esplendorosa ha terminado por convertirse en una pesadilla de la cual no sabemos cómo salir.
 



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Hernán Luis Torres Núñez


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