En nuestro país, ( Venezuela), existe la vieja costumbre de abusar del consumidor final, mientras el gobierno busca protegerlo de las arremetidas o variables que incíden en el aumento de los productos de primera necesidad hasta los eléctrodomesticos. Lo que explica el desplazamiento de fuerzas productivas hacia un fín partícular que determina detectar la realidad del país de una manera muy fácil, socialmente los venezolanos hemos dejado atrás hábitos que reflejaban la unión familiar y el bodeguero o vendedor informal sse constituia en uno más de la familia.
Más allá del mercado y su estructura particular para darle aceso al pueblo con el fin de adquirir productos de diversas índoles, existe una motivación política para destabilizar la misma acción gubernamental, es un coloso agigantado que se desprende desde las mismas fuentes empresariales para conceptualizar el fracaso del Estado, frente a una diversidad de eventos.
Es cierto, los precios de juguetes, ingredientes para hallacas, productos de la dieta básica no pueden ser accesibles para todos porque, gracias la revolución educativa, muchos ciudadanos- no importando su edad- hoy son técnicos o profesionales, teniendo la posibilidad de abordar más fácilmente el producto. Hay más especulación, corrupción e inflación que el verdadero precio del producto. Otros se quedaron atrás.
En las colas, más allá de llevarse un bien comercial o alimenticio cada ama de casa para sus hogares, hacen filas en las puertas del Supermercado para optar a dos o tres productos, lo que refleja cierto bienestar al grupo familiar. Otro nivel, es la adquisición de los mismos por personas dedicadas a la venta particular de mercancía y no desean adquirir los mismos, en el mercado de mayoristas. De esto, debe encargarse la red nacional de mercadeo, CASA y Pdval, junto a sus filiales corporativas.
Exigimos una autoridad consensual que opte a una sola vía de trabajo y, de esta manera las comunidades establezcan un orden para favorecer a cada residente de ése espacio geográfico, la idea es cooperar con las pequeñas empresas de producción artesanal e industrial. Es darle apoyo a las manifestaciones venezolanas e irnos alejando de la concepción extranjera y su comercio. La parte artesanal, debemos enfocarla hacia la industrialización.
Hay que abocarse al cambio organizativo del país, bajo el esquema de variables optimistas hacia el consumidor. Jamás las circunstancias deben conducirnos hacia la fatalidad, somos un país joven, el cual debe transformarse en toda su infraestructura económica para producir más y asumir responsabilidades con amplitud de criterio y conocimiento.
La operación Tenazas, se cumple a cabalidad en el Sur, por grupos económicos que no comparten ideas con el presidente Nicolas Maduro Moros. En la Argentina y Chile de los años 60, 70 y 80 todavía están presentes un conjunto de movimientos que lograron poner al General Augusto Pinochet en el control del poder chileno, desde La Moneda y, desde allí empezó el oteo de un nuevo concepto de la economía, todavía en Venezuela estamos esperando un juicio justo a quienes desfalcaron al país.
La Democracia Cristiana junto a Primero Justicia quieren comprometer al gobierno bolivariano en unos cargos y servirles de alianza en algunos ministeriales
Los cuadros políticos en el país se mueven vertiginosamente desde sus entrañas para lograr movilizar a sus infiltrados y salvarlos de la opinión pública. Existen percepciones distintas en el Psuv, pero, hay dirigentes que pierden la brújula en el seno de la revolución.
El diálogo es un reto que debe darse en toda la estructura política del país y fortalecer el camino entre los partidos políticos y la sociedad civil, es una vinculación que promueve al pueblo a una verdadera consulta de sus principios democráticos y socialistas. La idea es construir soluciones a cada agenda para fortalecer el camino del Legado presidencial.