El hombre, está enfrentado a sí mismo. En Rusia, los esfuerzos de Michael Gorbachov se hallan orientados a criticar los vicios del Capitalismo y sus verdaderas bases que asientan un conjunto de características y metas que distinguen su auténtica concepción.
El Socialismo, concibe al género humano, como miembro activo de una sociedad que configura el nacimiento de las comunidades, su proyecto es el bien común, no sembrar el egoísmo entre sus participantes, donde algunos pregonan el individualismo dentro de la misma comunidad.
Quién sostiene al Socialismo es la ideología, en base a datos antropológicos, renace desde las tristes ruinas del Capital, donde la única solución al mundo es el trabajo creador para eliminar la pobreza y no alimentar la corrupción, impunidad y la degeneración totalitaria.
Ahora, a la altura de nuestros días y en comparación a épocas pasadas, el manejo y control del poder está mediado por el de las comunicaciones. En efecto, de la sintaxis comunicativa, los correspondientes mensajes gubernamentales son utilizados como instrumentos de dominio.
Se escuchan mensajes de violencia, de guerra, tiroteo. Pero, provienen de discursos armados en laboratorios y los ciudadanos asumen una conducta meramente simbólica y tan efectiva, como las que provienen de los grandes Imperios.
El hombre al silenciarse, restringe los modos de vida de su propio existir y las eventuales diferencias no surgen, porque nos encontramos en un silencio político y administrativo, donde el Banco Central de Venezuela asume su genuina y autónoma creación espiritual o intelectual al no dar cifras oficiales sobre su realidad histórica.
Se están rompiendo los esquemas, la individualidad del ciudadano quieren ponerla a favor de la república, sin compartir su ideario político y por ende económico, la sociedad político- militar nos quiere colocar a un riguroso escrutinio de la sociedad burguesa capitalista de índole bolivariana, es decir, desean desconocer la idea del bien común que pregona el socialismo.
En el bolivarianismo, el hombre es participativo, cuando logra su realización y su ética individual forja la comunidad política, que es el amor a la patria.
Dejemos la pedantería Continental a un lado, la plenitud humana se alcanza, cuando tenemos acertivez con la historia y asumimos una actitud de comprensión con los artificios culturales del pueblo y sus antecedentes pedagógicos, dejemos de ser bizantinos y pensadores de un gran movimiento geopolítico que desconocemos.
Hay que enfocar la productividad, reforzarla y mejorar el bienestar económico y social de los ciudadanos, tener presente la doctrina de los movimientos sociales y la dirección integracionista de Unasur y Mercosur.
Tengamos voluntad y fuerza para mantener el ideario del presidente Chávez, a la socialdemocracia enchufada no le interesa su programa de gobierno, para ellos la nueva imagen es Henry Ramos Allup, vienen arropando a la MUD y el Psuv desde adentro, claro, ellos representan el pasado histórico y ya tienen bienes de capital para controlar el poder en todas sus plataformas.
Los hombres independentistas se formaron en doctrinas europeas y algunos entraron en contradicciones, generaron el individualismo entre sí y en consecuencia, el liberalismo. América busca su libertad y desea cambios profundos en su estructura política, las teorías políticas antiéticas se encuentran floreciendo y estamos echados a la suerte.
La revolución bolivariana, hay que reorientarla, tiene un carácter civilista y de realismo político con un ideario hispanoamericano, traído por el Precursor Francisco de Miranda y retomada esas ideas por el Comandante Hugo Chávez Frías.