Estas elecciones parlamentarias dejan un sabor amargo a todos los revolucionarios, no estamos acostumbrados a perder por tan amplio margen; pero una derrota de tal magnitud es entendible en el cuadro actual, con escasez, inflación, “devaluación”, corrupción, ineficiencia, ineficacia, sordera y muchas, muchas malas decisiones.
Todo lo anterior trajo como consecuencia el voto castigo, como el gobierno se hizo el sordo y no escucho el clamor de su pueblo este se hizo sentir de la única manera que puede, votando.
Pero no todo está perdido, esta derrota pudiera ser más buena que mala, dependiendo de cómo sea acogida por el gobierno. Los venezolanos siempre hemos querido la paz y el dialogo, este es el momento, quizás ahora con una asamblea en contra podamos sentarnos a dialogar con la oposición humildemente, sin la soberbia de ser “La fuerza política más grande del país”. Este es el momento de que se abran los canales de comunicación, no solo con la oposición sino también con el pueblo, y se busque soluciones en conjunto.
La renovación del gabinete y de entes gubernamentales es esencial para acabar con los enchufados, que los hay y también para dar una señal de cambio, de rectificación; reevaluar el control cambiario, de verdad cree el gobierno que está beneficiando al pueblo con un invisible dólar a 6,30 y 12 Bs? Solo un ejemplo, un caucho chino cuesta en Amazon aproximadamente 40$ al detal, si lo multiplicamos por 12 da 480 Bs, pero el mismo estado lo vende en 7000 Bs, ven porque le digo invisible? Y así muchas otras cosas. Hay mucho trabajo por hacer.
Como dije antes, esto pudiera ser mas bueno que malo, ya basta de diatribas, desconfianzas e insultos; es momento de dialogar en paz por Venezuela, porque todos estamos en el mismo barco.
Por cierto, un gran triunfo de estas elecciones es que la oposición por fin reconoce al árbitro, no cantaron fraude.
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