La ampliación del mercado suramericano viene siendo fracturado por grupos económicos que solo reflejan un interés regional y las divisas venezolanas tienen como base, los paraísos fiscales de la Región. En nuestro caso, hemos perdido la capacidad de exportación y la moneda se ido al foso creando destabilización en el mercado de capitales.
Los países meridionales de América Latina- Argentina, Brasil, Chile y Uruguay- tienen la capacidad de alimentarse entre sí y los intercambios de productos primarios revelan un tratado comercial relativamente grande, nuestro gran problema es la balanza de pagos y no hemos tenido la oportunidad de tener una moneda convertible y hay un descenso muy prudencial como mutuo en la intensificación de ese comercio, catalogado como muy proteccionista.
Las relaciones económicas con Europa, es un canon de promover la liberación del comercio en esa zona bilateral y que los venezolanos cancelamos muy costoso, cuando vamos al supermercado. Lo demás es una lista común de los vivos que se arropan en la militarización que estamos arropando en éste último trienio.
Cuba, en su línea básica de evolución económica es la clave para incorporarse a un mercado estable, porque sus convenios con el Caribe, la fortalece ante Brasil y los nuevos lineamientos políticos y de mercado entre Barack Hussein Obama y Raúl Castro. Los sectores industriales venezolanos, tienen cerca una mano amiga cubana que lo enlaza con Panamá o la costa sur de Estados Unidos de Norteamérica a través de las zonas restringidas de exportación controladas por transnacionales y protestantes, con su gama de ministros que predican al Continente Sureño, vía satelital.
Esto, origina, una distorsión en el Proyecto Bolivariano en su imagen originaria.