En los actuales momentos la unidad es necesaria, nuestros enemigos están en la acera del frente. Seamos chavistas de corazón nuestro país merece gente que antes de criticar, señalar errores y culpar se pregunte ¿Qué he hecho yo, cuales han sido mis aportes para encarar esta situación? Porque todos y cada uno de nosotros somos corresponsables y debemos asumir.
Es muy fácil cruzar hacia la acera del frente, cuando no hay verdadera convicción y esto es precisamente lo que los enemigos persiguen. El chavista de corazón no se rinde por muy dura que sea la situación, los chavistas no reculamos somos un pueblo honesto, trabajador y consciente que no se deja comprar y mucho menos vende su alma al que pretende doblegarnos a través del hambre. La derecha apátrida no descansa en su afán de desprestigiar al gobierno la angustia de la escasez, el desabastecimiento de alimentos y medicinas generado por una guerra económica brutal y sin contemplaciones son armas usadas por el enemigo para hacer ver que la revolución es perjudicial.
Chávez en su momento nos alertó de la llamada guerra no convencional, la derecha ha venido realizando una serie de acciones estratégicas destinadas a destrozar nuestra economía apoyados por una canalla mediática al servicio de la burguesía. Esto es una guerra y así debemos verla ellos quieren confundir, separar, dividir haciendo ver que el culpable es el gobierno su único propósito es buscar un estallido social que genere un golpe de estado poniendo como excusa la situación social. “No es hora de recular” dijo Ali Primera
La guerra económica debe ser un factor que contribuya para repensarnos, revisarnos y activarnos, los logros de la revolución no se pueden perder, son beneficios para el pueblo sigamos avanzando hacia una nueva etapa con los grandes logros de un proceso que cambio la historia de nuestro país, reafirmemos la esperanza de que otro mundo es posible.
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