Aún no ha pasado la polvareda mediática de la migración de profesionales, cuando ya se volvió al trillado cuestionamiento de que el gobierno de Maduro todo le sale mal. Que su política es una mierda liberal, que ya no tiene nada que ver con Chávez, ni con el socialismo, que se hace del ojo pacho ante el desfalco a la nación, que la crisis económica, etc.; sin embargo, allí está Maduro y su gobierno. ¿Por qué se mantiene en el poder? ¿Por magia?...

Como dice la canción de Rafael: digan lo que digan,…

La estrategia socialdemócrata de colaboración de clases, el gobierno la ha ejecutado con todo esmero. La discordancia ética entre lo que se dice con lo que se hace, es perfecta; el descontento social es decantado en la defensa de la soberanía y la patria, ante la amenaza de invasión norteamericana. La manera de poner los recursos naturales y financieros del Estado, en manos de las transnacionales y la burguesía local es incomparable (pago de la deuda externa al día, el Arco Minero, el financiamiento reciente a las empresas Polar y Kimberly Clark que terminó en caos, el carácter selectivo de los CLAP, etc.), anteriormente habían sido asesinados jóvenes dirigentes chavistas radicales y recientemente se atentó contra Marea Socialista y aporrea…

Todo ese accionar, como se ha experimentado en la vida social venezolana demuestra, el interés que el gobierno ha puesto en la realización de los cánones políticos socialdemócratas. Crear un Estado de bienestar ¿Qué tiene esto de malo? Así es la política.

Talvez, no tenga más méritos que Olof Palme y Willy Brandt pero, El trabajo lo hace bien.

Más que juicios negativos sobre su accionar, se ve que el hombre ha procurado ser fiel a una línea política y no es precisamente la línea de Chávez.

Así que quien quiera hallar en la práctica de Maduro, la realización de conceptos marxistas socialistas, está equivocado.

En lo que toca a la reflexión sobre la modificación de la perspectiva con que se analiza la política gubernamental, si alguna preocupación un poco generalizada ha mantenido las izquierdas críticas venezolanas, es tiempo de separar, hasta donde sea posible, las expectativas de realización del socialismo desde el punto de vista marxista y las concepciones socialdemócratas que respaldan filosóficamente el accionar gubernamental.

Esas son dos maneras diferentes de concebir y construir el socialismo.

La izquierda crítica venezolana en política, tiene el camino lleno de obstáculos para convencer a las masas de esta diferencia y enfrenta problemas más serios, cuando se dedica prácticamente a organizar un proyecto que siga la trayectoria socialista marxista. El fenómeno así expuesto sirve para valorar no al gobierno, sino a la izquierda misma: ¿Qué tan fuerte es la tendencia socialista marxista, en el proceso social venezolano?

La efectividad del gobierno de Maduro consiste esencialmente en, haber alejado los sueños de un socialismo marxista, al estilo de Chávez y lograr fortalecer claramente, el proyecto socialista socialdemócrata.

¿No sería mejor trabajar duro por la revolución y por el socialismo marxista que estar dándole consejos a un gobierno que ya tiene establecido, o por lo menos lo sigue, un guion socialdemócrata?

Y también no sería mejor, en vez de estar pensando en abandonar Venezuela para ir a vender los logros teóricos profesionales de la revolución de Chávez, agarrar la mochila internarse en el país y en los otros países de Latinoamérica a continuar con la revolución iniciada con Chávez.

Así, se cambiaría la perspectiva.