El gobierno estadounidense, sigue dándole instrucciones a su estructura geopolítica del Sur para darle cumplimiento al plan de Henry Kissinger para la toma progresiva de Latinoamérica, tomando en cuenta los enlaces de gobiernos derechistas que conforman la Alianza del Pacifico. Brasil y Argentina, son sometidas a grandes presiones políticas para paralizar algunos programas sociales que vienen beneficiando al pueblo y reorientarlos a actividades de poca acción en ministerios afines a sus contextos históricos.
Ante la debilidad demostrada de algunos sectores diligéncialas del Estado Venezolano, brasileño y argentino, la oligarquía y burguesía financiera acordonan los lazos para controlar los campos productivos e industriales de éste vasto Continente Latinoamericano, porque los precursores de éste siglo XXI en conformar la Patria Grande obviaron la dialéctica y conciencia política, como factores para el desarrollo nacional, Existe un plan global económico para controlar el mundo financiero globalizado a través de los mass- media y los servicios electrónicos, lo que resulta extraño es porque el Banco Central de Venezuela y Banco de Venezuela no revela los códigos que influyen en la inflación y cuales son los mecanismos que motivan a grupos selectivos a crear compañías fantasmas y crear un fundamentalismo corrupto en cada programa de atención social dado por el presidente Nicolás Maduro Moros.
Hay oscuros intereses duales en el mundo oligárquico y en la clase laboral burguesa, dejando afuera a los trabajadores, profesionales y proletariado, lo que viene motivando un caos en los campos productivos del Estado Bolivariana y que puede acentuarse por la entrega de motores de producción a los militares por medio de empresas ya constituidas y que viene ocasionando malestar en los movimientos sociales del país rector del bolivarianismo en la región continental latina.
Ante el avance de la socialdemocracia internacional promovido por sectores idealistas en el mundo global, se hace necesario cambiar la estructura política de los partidos que se dicen llamar de izquierda y se encarguen de alertar al presidente Nicolás Maduro Moros que asuma para sí el Legado de Chávez y el Plan de La Patria para enfrentar a las roscas militares de alimentos y empresas fantasmas de distribución alimentaria que tanto daño le hacen a la pequeña industria y civiles en sí, creando un verdadero ejambre con los bachacos, que se apostan cada día en las puertas de surtimiento de los abastos para dejar sin bolsas de alimentos a las familias venezolanas y del Sur, porque constituye un programa latinoamericano de injerencia ideológica y financiera.
Hay que construir infraestructuras en base de enlaces políticos que tengan jerarquía y propósito hacia la lucha social, por ello, la ofensiva revolucionaria es necesaria en el campo democrático., los equipos políticos deben enarbolar la bandera nacional, como lo hizo el Generalísimo Francisco de Miranda y avanzar con sacrificio y en plena voluntad hacia la igualdad social.
Desde el Golpe de Estado a Lugo en Paraguay, luego Dilma Rousseff y finalizar con Cristina, existe un verdadero plan estratégico de destabilizar en lo político, estratégico y bursátil al Continente y el sistema capitalista como bandera del Imperio utiliza como falso positivo a la gendarmería, militares y núcleos de civiles para ir cercando a los Poderes del Estado e inutilizarlos a futuro, en un plan agobiante y de mucho sacrificio en las instancias ejecutivas, legislativas, corporativas y moral al plan nacional de desarrollo y crecimiento territorial.
Hay un Golpe de Estado financiero contra el Sur, sobretodo hacia Venezuela, pero esto, no valida la actuación de bachaqueros y las componendas civiles como militares para controlar la distribución de alimentos a todos los pueblos de la Región.