Un concepto muy empleado en la actualidad para combatir esta guerra económica, parte del principio de los precios justos que hoy en día se observa en los artículos de primera necesidad y de consumo diario que ha veces encontramos en los comercios, realizando interminables colas de hambre, miseria, desagravios y que al acceder al articulo de consumo nos sorprende por lo injusto de su precio.
Eduardo Galeano en su libro “Las venas abiertas de América” escribe una apreciación de Covey T. Oliver, Coordinador de la Alianza para el Progreso, «hablar de precios justos en la actualidad es un concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización...».
Quizás para el común de la población los de a pie, los millones de Venezolanos como ud, como el que sale de su casa a trabajar todos los días y vive de un salario, son conceptos que de repente chocan con lo que escuchamos de nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro Moro en sus alocuciones para dar un anuncio importante de relevancia o distracciones a veces efímeras sobre situaciones que solo nos inducen a una realidad no compartida por la mayoría.
Un concepto según Friedrich Nietzsche ha esta realidad seria: ¿Cómo podría una cosa surgir de su antítesis? ¿Por ejemplo, la verdad, del error? ¿O la voluntad de verdad, de la voluntad de engaño? ¿O la acción desinteresada, del egoísmo? ¿O la pura y solar contemplación del sabio, de la concupiscencia?
En el libro Socialismo del Siglo XXI de Heinz Dieterich Steffan expone: “El conflicto entre los que tienen y acumulan y aquellos que no tienen y son empobrecidos, no se resolverá por teleconferencias y filantropismo de los ladrones globales, sino sólo por la conquista del poder. La tesis de Davos y las antítesis potenciales de Porto Alegre, de Seattle, del Movimiento de los Sin Tierra (MST), del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), de los múltiples sujetos sociales de resistencia y dignidad en Argentina, de las luchas campesinas del Paraguay, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del Ejército de Liberación Nacional (ELN), del Movimiento Bolivariano en Venezuela y de la Revolución Cubana, no llevarán a la síntesis de la democracia participativa por medio de la empatía y del convencimiento del “otro”, sino por una acumulación de poder de los excluidos que logre ser superior a la de los explotadores.”
Nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, refiriéndose al carácter revolucionario y auténticamente democrático del proceso revolucionario expresó: “La revolución social es eso: cambiar los patrones de comportamiento de una sociedad a la que hay que tocarle la llaga (...) Es decir una revolución social cuyo objetivo es una situación de igualdad, de felicidad, y seguridad social a su pueblo. Esta revolución es mucho más difícil, pero teniendo la primera se facilita la segunda, la social”.
El proceso revolucionario que se lleva a cabo en Venezuela ha tenido singularidades, ya que desmantelo el Congreso Nacional y creo la Asamblea Nacional soberana y en los últimos 17 años ha tenido mayoría el proceso revolucionario lo que ha beneficiado a implementar leyes de beneficio popular y políticas tendiente al desarrollo del país en todos los ordenes, pero en este 2016 por el descalabro ocurrido el 6D, la Asamblea Nacional es mayoritariamente opositora al proceso revolucionario y ha sido un pilar fundamental de confrontación entre el órgano legislativo y el ejecutivo nacional, con un solo fin de desmontar la obra del proceso revolucionario. En estos momentos la oposición venezolana basa todos sus argumentos en invocar el Referendo Revocatorio establecido en nuestra Constitución, cuya concepción principal es profundamente patriótica, latinoamericanista y bolivariana, tal como lo dice el Articulo 2: Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
Es bien sabido por todos nosotros el irrespeto con que se han referido los opositores en años anteriores al hablar de nuestra Constitución, ya que fueron coparticipes del intento golpista y el paro económico del país con la manipulación de PVDSA en el 2002 y mas recientemente con la llegada del Presidente Nicolás Maduro Moros estos intentos desestabilizadores se han incrementado con la Guerra Económica impuesta y que a pesar de lo que diga nuestro Gobierno en la lucha sin cuartel que ellos mantienen para hacerle frente a esta situación, se ha demostrado la participación de muchos cuadros chavistas incursos en corrupción los cuales han desangrado nuestras esperanzas hacia una nueva sociedad con profundo carácter democrático en el que la consulta popular se hace norma para toda la vida del país; volviendo a esquemas centralistas tal como lo llamo siempre nuestro Comandante Hugo Chávez: “El capitalismo que propone la burguesía en Venezuela es el que se ha aplicado a casi todo el mundo y lo ha llevado a la quiebra; es la ley de la selva, donde sobrevive el más fuerte comiéndose al más débil; eso es salvajismo……esa economía de libre mercado fue la que se aplicó en el país durante la IV República, obviando -como lo hace la burguesía- las leyes……. ella sustenta la teoría de las especies de Darwin, que determina “la ley del más fuerte y la sobrevivencia a expensas de la liquidación de los más débiles”
Por eso cuando escuchamos precios justos vemos un concepto no acorde a lo expresado en el Socialismo implementado en el Plan de la Patria, relucen nuevamente los factores de poder donde no es posible olvidar que allí donde hay capitalismo, hay seres humanos que no reciben sino una parte mermada del fruto de su trabajo, del mismo modo que hay otros, siempre una minoría, que se benefician del esfuerzo de los que trabajan para ellos. En pocas palabras esta situación nos ha golpeado y todas estas acciones que realizan los grandes factores del poder divorciados de la realidad en los precios justos que observamos en los comercios, en los bachaqueros, en los Clap es decir todo lo que se refiere a la Soberanía Alimentaría de nuestra nación, se basan en un incremento de la inflación o como la llaman algunos economistas “precios caprichosos”, la verdad que el concepto de una economía de libre mercado se transforma en antieconómico y antisocial.
PATRIA SOCIALISMO O MUERTE, VENCEREMOS
*Ing Electricista.
samircast62@gmail.com