Las palabras de muchos dirigentes políticos, sirven de atrapamoscas y manipulan fácilmente al venezolano que, en sus angustias recurren a los vestidores públicos a saciar el hambre o solventar un poco su alcance económico ante eventualidades muy perspicaces. Es que estamos siendo afectados por una especie de bomba de tiempo que determina nuestro nivel anímico y, en el plano moral quebranta nuestra riqueza psicológica. Con o sin amor, esto se debe tomar como una conspiración contra los grupos familiares que tienen un largo recorrido por mercados y farmacias para encontrar un fin de sustentación para sus vidas. Hemos perdido, los momentos más hermosos en estos últimos cuatro años.
Hay un grito final, pero, es la decisión de cada venezolano. La libertad democrática, se debe defender abiertamente, es un acto heroico que los jóvenes oriente sus ideales hacia un solo propósito, la libertad y de un CNE sin compromiso ideológico o político. Nuestras vidas, tienen poco valor. El Estado, poco da protección a los ciudadanos, tienen otros intereses a cumplir, son grietas morales que se vienen cumpliendo en el tiempo y ni el fuego puede purificarla,
El campo político está lleno de adversarios y traidores, es mejor guardar silencio y trabajar arduamente. Todos, vienen cargados de promesas falsas y nadie está a salvo de la manipulación atroz, hace falta mucha sinceridad para comprender las vías necesarias para tener una democracia sana.
Se debe acudir a los manuscritos antiguos, a la misma Grecia y revisar los archivos. Allí, se contemplan los verdaderos relatos de un pueblo. Todos hablan de orígenes, de Estados Unidos y Rusia, pero, y nuestra antropología donde se inicia y en qué punto está anulada, muchos dirigentes quieren encaminarse en el ejercicio político, pero, desconocen en sí, quien fue Sócrates y Hobbes en referencia al lenguaje.
Aquí, debemos abrirnos campo entre el pantano, la gente no exige alimentos, requiere espacios para vivir y existir moralmente, comunidades llenas de bosques y no de pranes, la actuación de Iris Valera es lamentable, más responsabilidad tienen los personajes que le dieron el cargo. Con los bosques abiertos de naturaleza, tenemos la oportunidad de vivir.
La Guerra Económica es falsa, a lo mejor en su principio fue verdadera, ya hoy, es una herramienta falsa. No creo en esos discursos engañosos, el lenguaje refleja sus dudas y confusiones.
Necesitamos una verdadera patria revolucionaria y en democracia, eso lo dijeron los griegos y el Che, es filosofía, una vía para entender el país, o somos pranes, una sociedad al margen de la ley.