Queda del Tsj la última palabra en relación al mandato expreso hecho al presidente dela República para que "proceda a ejercer las medidas internacionales que estime pertinentes y necesarias para salvaguardar el orden constitucional, así como también que, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y para garantizar la gobernabilidad del país, tome las medidas civiles, económicas, militares, penales, administrativas, políticas, jurídicas y sociales que estime pertinentes y necesarias para evitar un estado de conmoción; y en el marco del Estado de Excepción y ante el desacato y omisión legislativa continuada por parte de la Asamblea Nacional, revisar excepcionalmente la legislación sustantiva y adjetiva (incluyendo la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, la Ley Contra la Corrupción, el Código Penal, el Código Orgánico Procesal Penal y el Código de Justicia Militar –pues pudieran estar cometiéndose delitos de naturaleza militar (pudieran haber algunos traidores a la Patria por ahí)-), que permita conjurar los graves riesgos que amenazan la estabilidad democrática, la convivencia pacífica y los derechos de las venezolanas y los venezolanos" de si el presidente cumplió o no con dicho mandato.
El Tsj puede decidir que el Presidente no cumplió con este mandato y destituirlo o declararlo en desacato, y llamar a elecciones para fin de año, ganándole la partida a la otra derecha de oposición. En fin, el gobierno metió la pata "tras bastidores".
Y ahora quiere remediar el asunto convocando al Consejo de Defensa Nacional para enderezar el entuerto causado por un mal golpe de timón. Y no es que esta solución sea coherente con el disparate de poner al Tsj a decidir por encima de la Asamblea Nacional (declarada en desacato por el mismo tribunal) la posibilidad de que el presidente y su gobierno sigan mandando, sigan decidiendo también por encima de la Asamblea Nacional, declarando el Estado de Excepción, otorgándole más poder al ejecutivo, pero en forma de orden dictada por un poder judicial reforzado con las potestades de la misma Asamblea Nacional ya fuera del juego.
El asunto es que ahora este enredo no lo dilucida la Sala Constitucional del Tsj, como correspondería en otras condiciones (¿?), sino el Consejo de Defensa Nacional, el cual decidirá sobre un "impase" entre competencias de los distintos poderes. Como si esto tuviera que ver, al menos de forma directa y clara, con la seguridad nacional… (Aunque en el fondo sea así. La "Nación" no puede sentirse segura bajo el amparo de burócratas tan insulsos, sin ninguna consistencia política y mucho menos revolucionaria).
Una convocatoria a elecciones, que puede salvar la dignidad del gobierno.
Convocar a elecciones adelantadas lo podría hacer el Tsj. Ya dijimos cómo lo podría hacer, solo tiene que declarar en desacato al Presidente y ya. Sería una convocatoria a elecciones que lavaría al presidente de culpas, asumiendo el Tsj el papel del malo de la partida. Pero la mejor solución la tiene el llamado al Consejo de Defensa Nacional. Este podría resolver todo el enredo convocando él mismo las elecciones presidenciales adelantadas. Así quedaría salvada la reputación de la constitución (y sus "contrariedades"), la reputación del presidente y la de sus "asesores", robándole la iniciativa a la otra derecha de formar guarimbas, y al derecha internacional de retirar todos sus embajadores, desde ahora y hasta que sigan metiendo la pata desde el gobierno hasta que se vayan del país "masivamente" los burócratas de la derecha de acá, avergonzados de haber abandonado y entregado sin pelear todo, en bandeja de plata, en "santa Paz", al capitalismo, sin darnos la cara a todos los que creímos en Chávez, en la revolución y en el socialismo. Y desengañados digamos "por la Paz, fueron es capaces de sacrificarnos a todos en manos de la otra derecha, la de la oposición, que es la misma, si haber vamos.
