El presidente Nicolás Maduro Moros, parece coincidir en muchos aspectos con los franquistas, ya que plantea una constituyente para blindar la revolución, cuando ya se encuentra bien direccionada y protegida por Hugo Chávez Frías y el pueblo en su esencia. El franquismo, en su momento, selecciono a los representantes sindicales y profesionales bajo una denominación corporativista y, esa idea tiene un ambiente dictatorial o autoritario, tal como se está viendo los procedimientos con la ayuda estrictamente militar. También Mussolini lo aplicó para controlar a la población civil y en aquel momento, los militares no querían nada con la democracia liberal, así vemos, como el país ibérico y la tierra de Benito fue devastada por muchos años.
El gran problema es que el presidente Maduro, le dio demasiado poder a los militares y, estos, de una manera sistemática y presentándose como defensores de la revolución, vienen agotando el camino hacia la paz y cualquier civil puede ir a un tribunal militar, sin defensa civil para ser encauzado y juzgado siendo inocentes, un gravísimo error de la cúpula revolucionaria, Estamos en un punto de no retorno.
Además, en cualquier momento se va a activar la Fiscalía de La Haya, de la Corte Penal Internacional, y ese es otro punto que hay que tomar en cuenta. Venezuela es uno de los pocos países que han firmado el Estatuto de Roma, y se les va a aplicar tarde o temprano. Yo creo que ni Venezuela podrá salirse de la OEA ni podrá evadir la aplicación de la Carta Democrática, y va a perder cada vez más apoyo internacional.
Estamos en los últimos momentos de este ejercicio democrático hacia el Socialismo, y vienen cambios democráticos para el país. Ahora, poco tenemos apoyo internacional, y la mayoría de los países, saben que mercenarios militares asesoran a la GNB y PNB. Cuerpo castrense que le impido el avance del Comandante Hugo Chávez Frías, hacia el Palacio de Miraflores y al Museo del Transporte. De allí, el cuestionamiento que se le hace al presidente Maduro por no acatar los principios dogmáticos del Libro Azul y el Plan de La Patria.
Ahora, estamos claros que, el presidente Maduro viene soportando una triangulación de poder para propiciarle un Golpe de Estado que, ha llegado a una conspiración internacional. Por todos, conocidos. Ahora, las mamarrachadas de lado y lado están presentes. El mandatario venezolano puede militarizar al país, pero no puede detener la protesta, porque no ha recibido permiso del Parlamento para pasar al Estado de Conmoción. Sin embargo, puede intentarlo por la vía del Tribunal Supremo, pero eso sería restar aún más apoyos internacionales a su ya frágil imagen. Maduro ha pasado de tener una relación problemática con la verdad, su Gobierno nació con ese estigma.
Tenemos que estar abiertos al diálogo y el amor al prójimo. El concepto de Socialismo se justifica a un bien hacia el pueblo, más allá de las fronteras porque refleja un carácter internacional de igualdad y soberanía territorial. El presidente Maduro, dejo correr el riesgo y la gente ya sabe de paramilitares y mercenarios incrustados en los movimientos del gobierno. Una cosa, es tener bajo su mando un pensamiento izquierdista hacia la unidad territorial y, la otra, es defender la ideología, pero, en ambos casos, tenemos un evangelio de igualdad.
Ya a Maduro, no le interesa aparentar un buen gobierno, ya sabemos que estableció nefastas bases, sin importar los gastos que acarreaba dichos programas, ya emite cualquier opinión recomendada por sus mediocres asesores, solo, le interesa salvar su aparataje político y llevase hacia adelante, todo lo que se pueda, sabe que su mundo se hunde, pero, el país, no quiere hundirse con él.
Un ejemplo, Ricardo Lagos gobernó Chile entre el 2000 y el 2006 y parte de las críticas que hoy se le hacen es que fue el "presidente socialista de los empresarios" el "concesionador", el "sociocapitalista", pues su gobierno fue todo menos estatista, propició cual estadista el crecimiento de Chile a través de los privados logrando generar apertura y libertad económica en mayor amplitud y atrayendo capital de inversión al país a modo de concesiones, tercerizando la modernización del país con excelentes resultados, pero lógicamente dentro de un esquema capitalista.
A Ricardo Lagos parece incomodarle esa descripción, le molesta ser relacionado con el mundo empresarial y si bien se reunió en privado con Hermann Von Mullenbrock (presidente de la Sociedad de Fomento Fabril "Sofofa"), evita hacer conexiones en público.
No es popular por estos días asociarse con los "empresarios" como si fuera un pecado social. Pareciera que los medios, que son bastante populistas en Chile, propician un ambiente contrario al empresariado, demostrando el grado de cretinismo al que se ha llegado en el país.
Los chilenos parecen creer el discurso y se ha llegado a satanizar a quienes se denominan como "empresarios" pues el gobierno de Michelle Bachelet se ha encargado de imponer una lucha de clases que ya parecía que pertenecía solo al oscuro pasado de la guerra fría.
Los empresarios, pequeños, medianos y grandes, son los que proveen lo que el Estado por sí solo no puede proveer, bienes y servicios que se traducen en actividad económica, en empleos, en bienestar, en progreso y desarrollo.
Maduro, no es mal presidente, pero, sus asesores le hicieron ver que se empodere del poder político y eliminará los partidos políticos y mantuviese cuatro formas de economía, desde la rentista hasta el productivo. Pero, no se acoplo por su apego a modelos socialistas del pasado y recibir malas consejas. Ahora, un pueblo viene levantando esa voz de libertad, porque no quiere un comunismo vertical y donde unos son pobres paupérrimos y otros ricos y critican a Trump, pero, todo el dinero y bienes lo esconden allí. El pueblo, oprimido y con hambre ha salido a protestar, no quiere seguir desgarrado por lobos.
No es falta de voluntad de los empresarios (grandes, medianos y pequeños) ya que a cada empresario le conviene crecer lo suficiente como para tener más ganancias y eso en general le conduce a la contratación de personal, pero frente al desplome de la economía, los emprendedores desean resguardar sus inversiones y proteger el esfuerzo que han hecho para tener su negocio comportándose de manera mucho más conservadora. Esto no es un asunto ideológico en que los empresarios intentan derrumbar el estado solidario, sino que es lógica, es matemática elemental.
El asunto es que los colectivos, o lo saquean o los obligan a vender sus productos para adquirirlos y salir a bachaquearlos.
Los bachacos, condujeron a Maduro, a una segura derrota presidencial, ya el pueblo viene definiendo su posición.